
Con problemas asociados más probable es fracasar.
Las personas con Asperger a veces fracasan académicamente, a veces fracasan laboralmente y a veces fracasan sentimentalmente y esta realidad no puede ni debe obviarse. Cuantos más problemas asociados a su trastorno del espectro autista tiene la persona más probablemente fracase en diferentes áreas de su vida.
Sin embargo, la observación demuestra que la persona con síndrome de Asperger o con un trastorno del espectro autista de nivel 1, puede estudiar en tiempos normales y al ritmo de sus compañeros. Pero, como en cualquier otro caso, también puede padecer fracaso escolar (aún con más razón cuando el niño/a se siente aislado o no encuentra los apoyos que necesita para seguir estudiando).
Además, si junto al síndrome de Asperger aparecen otros problemas asociados (que es lo más frecuente) finalizar los estudios o encontrar un buen empleo puede ser verdaderamente difícil.
Es fundamental para salir adelante que no se creen falsas expectativas respecto a la persona con Asperger y que a la vez se le brinde el apoyo y la ayuda necesaria para desenvolverse normalmente en su entorno.
En realidad entre las personas con Asperger no todos son genios, no todos tienen memoria eidética ni destacan en un área de conocimiento concreta. La mayoría no sobresale en nada y encima sufre graves problemas en la interacción social, desconcierto, tristeza, ansiedad, soledad…
Se puede, se debe incluso, aprovechar ‘el tirón’ de esos personajes para dar a conocer síndrome en todo el mundo pero hay que hacerlo bien, sin fomentar mitos.