
Orientaciones generales para el manejo del comportamiento en el Asperger.
A menudo las personas con síndrome de Asperger presentan distintas formas de conductas desafiantes. Es crucial que estos comportamientos no sean considerados como voluntarios o maliciosos; deben considerarse más bien como relacionados con la discapacidad de la persona y ser tratados como tales, mediante estrategias cuidadosas, terapéuticas y educativas, y no con un castigo simplista e inconsistente u otras medidas disciplinarias que parecen mostrar que existe un mal comportamiento deliberado.
Es muy importante enfatizar que aunque las personas con Asperger a menudo presentan comportamientos de mala adaptación a los entornos sociales estos comportamientos son generalmente consecuencia de su escaso y muy literal entendimiento de los fenómenos sociales, así como el desconcierto que experimentan cuando se les requiere el satisfacer las demandas de la vida social.
Por lo tanto, los problemas sociales exhibidos por individuos con Asperger deberían ser tratados en el contexto de una intervención cuidadosa y comprensiva, necesaria para tratar su discapacidad social, en vez de recibir castigos como si fueran comportamientos voluntarios u otro tipo de reprimendas que significan muy poco para ellos y no harán mas que exacerbar su ya escasa autoestima. Es importante, pues, que cualquier evaluación dirigida a asegurar la necesidad de servicios especiales incluya entrevistas detalladas con padres y profesionales con conocimientos de los entornos naturales del niño (tales como el hogar y la escuela) y si es posible, observaciones directas del niño en situaciones no supervisadas como el recreo u otras.
El presente texto constituye un intento de resumir una serie de propuestas concretas para el tratamiento y la intervención, con vistas a ofrecer sugerencias específicas a los padres y cuidadores, que les puedan servir de ayuda para planear programas educativos y de tratamiento para niños y adolescentes que estén afectados por el síndrome de Asperger y, por tanto, presenten una discapacidad notable de aprendizaje social.
Deben enseñarse estrategias específicas para resolver problemas, normalmente obedeciendo una regla verbal, para hacer frente a las exigencias de situaciones problemáticas frecuentes (por ejemplo que incluyan una novedad, demandas sociales intensas o frustración). Se necesita entrenamiento para reconocer estas situaciones como problemáticas y para seleccionar la mejor estrategia aprendida que esté a su disposición y usarla en estas situaciones.
A continuación, se exponen una serie de sugerencias sobre la manera de abordar el manejo del comportamiento en personas con Asperger:
– Poner límites: ha de hacerse una lista de los comportamientos problemáticos más frecuentes, tales como perseveraciones, obsesiones, interrupciones, o cualquier otro comportamiento disruptivo, y han de diseñarse estrategias específicas para manejar estos comportamientos cuando aparezcan. Con frecuencia, es de gran ayuda el que estas recomendaciones se comenten con la persona con Asperger de un modo explícito, a modo de reglas que hay que seguir, estableciendo expectativas claras e intentando que se mantenga la consistencia con todos los adultos involucrados, en todos los entornos y situaciones. La aproximación explícita que se diseña ha de basarse en las experiencias diarias del personal, definidas de modo empírico y discutidas en las reuniones de equipo.
– Debe hacerse un esfuerzo para establecer, hasta donde se pueda, todas las posibles contingencias (no demasiadas), así como las orientaciones para poner límites, de modo que cada uno de los profesores, educadores, padres, pareja… no necesite improvisar. Cuando se haga la lista de los comportamientos problemáticos es importante establecer prioridades, para que el personal educativo y la propia persona con Asperger puedan concentrarse en un número limitado de comportamientos realmente disruptivos (hacia los demás o hacia la propia persona).
– Ayudar a la persona con Asperger a hacer elecciones: no hay que suponer que esta persona realiza decisiones informadas, basadas en su propio conjunto de gustos y aversiones. Más bien, debe ayudársele a considerar las alternativas de acción o elección, así como sus consecuencias (por ejemplo recompensas) y sus sentimientos asociados.
La necesidad de un conjunto artificial de recomendaciones proviene del hecho de que la persona con síndrome de Asperger tiene poca intuición y poco conocimiento de sí misma.
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Fuente: Síndrome de Asperger. Tratamiento e intervención. Algunas recomendaciones para los padres. Ami Klin, Ph.D., y Fred R. Volkmar, M.D. • Yale Child Study Center. Publicado por la Learning Disabilities Association of America en Marzo de 1996. Traducción: Enrique Vázquez y Cristina Fanlo. Original en Inglés publicado en la página de O.A.S.I.S. Disponible en el enlace: https://udel.edu/bkirby/Asperger/Aspergerpapers.html