
Definición del síndrome de Asperger según el Dr. Stephen Bauer.
El síndrome de Asperger a lo largo de la vida: en su documento original de 1944, que contiene la descripción de los niños que posteriormente iban a ser diagnosticados con su nombre, Hans Asperger reconoció que aunque los síntomas y los problemas cambian a lo largo del tiempo el problema global no llega a superarse casi nunca.
Asperger escribió que «a lo largo del desarrollo, algunos rasgos predominan o disminuyen, de modo que los problemas que se presentan cambian considerablemente. Sin embargo, los aspectos esenciales del problema permanecen inalterados. En la infancia temprana, existen dificultades para aprender patrones de comportamiento social simples y para adaptarse socialmente. Este mismo desorden básico causa dificultades de aprendizaje y conducta en la edad escolar, problemas de trabajo y de rendimiento en la adolescencia y conflictos sociales y conyugales en la edad adulta.»
Por otro lado, está claro que los niños con Asperger tienen generalmente problemas de menor entidad a cualquier edad que los niños con autismo por lo que su pronóstico final es, sin lugar a dudas, mejor. De hecho, una de las razones más importantes para distinguir el síndrome de Asperger de otras formas de autismo es una historia natural considerablemente más leve.
Definición del síndrome de Asperger.
Los criterios a tener en cuenta para el diagnóstico del síndrome de Asperger (AS) contienen un vocabulario muy similar al de los criterios diagnósticos del autismo e incluyen la presencia de:
1. Deficiencias cualitativas en la interacción social, que incluyen algunos o todos los siguientes criterios:
- Uso deficiente de comportamientos no verbales para regular la interacción social,
- fracaso en el desarrollo de relaciones apropiadas con personas de su edad,
- falta de interés espontáneo en compartir experiencias con los demás,
- falta de reciprocidad social o emocional.
2. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados, entre los que se incluyen:
- Preocupación por uno o más patrones de interés estereotipados y restrictivos,
- adherencia inflexible a rutinas o rituales específicos y no funcionales,
- movimientos motores estereotipados o repetitivos, o preocupación con partes de objetos.
Estos comportamientos han de ser de suficiente intensidad como para interferir de modo significativo con áreas de funcionamiento sociales u otras áreas. Además, no debe existir un retraso asociado significativo en cualquier función cognitiva general, habilidades de autonomía y adaptativas, interés por el medio o desarrollo global del lenguaje.
Rasgos clínicos del síndrome de Asperger:
La marca distintiva más obvia del síndrome de Asperger y la característica que hace a estos niños tan únicos y fascinantes, son sus áreas de «especial interés«, tan peculiares e idiosincráticas. En contraste con el autismo más típico, donde los intereses se centran con mayor probabilidad en objetos o partes de objetos, en el AS los intereses se centran más a menudo en áreas intelectuales específicas.
Intereses únicos de las personas con síndrome de Asperger.
Con frecuencia, al ir al escuela, e incluso antes, estos niños muestran un interés obsesivo en áreas tales como las matemáticas, los aspectos científicos, la lectura (algunos tienen una historia de hiperlexia, lectura mecánica a una edad precoz), o algunos aspectos de historia y geografía, queriendo aprender todo lo posible sobre el tema en cuestión y sacarlo a colación en conversaciones o actividades de juego libre.
Numerosos niños con Asperger focalizan su interés en los mapas, el tiempo, la astronomía, varios tipos de maquinaria o aspectos de los coches, trenes, aviones o cohetes. Es interesante resaltar que el área de los transportes les resulta particularmente fascinante (en su descripción clínica original, Asperger describió a niños que habían memorizado las líneas de los tranvías en Viena hasta la última parada). Algunos niños con Asperger, de edad tan temprana como los 3 años, parecen darse cuenta de cosas tan poco usuales como el camino que se toma en un viaje en coche.
Algunas veces las áreas de fascinación de las personas con Asperger representan exageraciones de intereses comunes en los niños de nuestra cultura, tales como las Tortugas Ninja, Power Rangers, dinosaurios, etc. y en muchos niños sus áreas de interés preferente cambian con el tiempo, reemplazándose una preocupación por otra. Sin embargo, en algunos casos los intereses pueden permanecer hasta la edad adulta, y existen muchos casos en los que las fascinaciones de la niñez han constituido la base para una carrera adulta, incluyendo aquí a un buen número de profesores universitarios.
Socialización deficiente con síndrome de Asperger.
Otras de las principales características del Asperger es la falta de socialización y este aspecto también tiende a diferir bastante de lo que ocurre en el autismo típico. Aunque los profesores y los padres sienten que los niños con Asperger están frecuentemente como ausentes y preocupados por su propia agenda, no están prácticamente nunca tan aislados como los niños con autismo. De hecho, la mayoría de los niños con AS expresan un deseo de adaptarse socialmente y tener amigos, por lo menos a partir del momento en que van al escuela.
A menudo se sienten profundamente frustrados y desilusionados por sus dificultades sociales. Su problema no es tanto una falta de interacción como una falta de efectividad para establecer interacciones. Parecen tener dificultades para saber como «conectar» socialmente.
La comunicación de la persona con TEA1.
Aunque las habilidades de lenguaje «normales» son un rasgo que diferencia el Asperger de otras formas de autismo, existen diferencias observables en la manera que tienen los niños con Asperger de usar el lenguaje. Son en las habilidades de tipo más mecánico en las que son más fuertes, muchas veces muy fuertes.
Su prosodia (aspectos del lenguaje hablado tales como el volumen del habla, la entonación, la inflexión, el ritmo, etc.) es con frecuencia bastante extraña. Algunas veces, su lenguaje suena demasiado formal y pedante, no suelen usar (o usan mal) los modismos y el argot e interpretan las cosas con demasiada literalidad. La comprensión del lenguaje tiende hacia lo concreto, apareciendo problemas crecientes a medida que el lenguaje adquiere mayores niveles de abstracción.
Las habilidades de lenguaje pragmáticas o conversacionales son a menudo flojas, debido a problemas con el turno de palabra, su tendencia a referirse a sus áreas de especial interés o las dificultades en sostener el ritmo de «dar y tomar» de una conversación.
Algunos niños con Asperger tienden a ser hiperverbales, y no entienden que esto pueda interferir con sus interacciones sociales y apartar a los demás. Cuando se examina el desarrollo temprano del lenguaje en niños con Asperger, no se observa un patrón único: algunos presentan pautas de desarrollo normales o incluso precoces, mientras otros muestran retrasos evidentes en su desarrollo temprano del lenguaje, retraso que se recupera rápidamente hacia un lenguaje normal cuando empiezan a ir a la escuela.
En un niño menor de tres años que no ha adquirido todavía un nivel de lenguaje normal, el diagnóstico diferencial entre el Asperger y el autismo leve puede llegar a ser difícil, y solamente el paso del tiempo permitirá clarificar el diagnóstico.
También ocurre con frecuencia que se puedan apreciar, especialmente en los primeros años, características de lenguaje similares a las del autismo, tales como lenguaje perseverante o repetitivo, así como la utilización de frases hechas que han oído previamente.
Humor, sarcasmo y literalidad.
Muchos niños con Asperger presentan dificultades con el sentido del humor, no suelen entender los chistes o se ríen a destiempo; no obstante, unos pocos muestran interés en el humor y los chistes, especialmente cuando se trata de juegos de palabras. La extendida creencia de que los niños con trastornos del neurodesarrollo no tienen sentido del humor es en algunos casos errónea.
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Fuente: El Síndrome de Asperger, Stephen Bauer, M.D., M.P.H., Director Unidad de Desarrollo Hospital Genesee, Rochester, Nueva York. Traducción: Cristina Fanlo cfm1@min.es
El Dr. Bauer es un pediatra especializado en problemas del desarrollo y Director de la Unidad Pediátrica del Desarrollo en el Hospital Genesee en Rochester. En Rochester, trabaja para el Consejo Directivo de la Norman Howard School para niños con discapacidades en el aprendizaje, para el Consejo Consultivo de la organización GRADDA de apoyo a las familias de niños con TEA y para otras agrupaciones de la comunidad y escolares relacionadas con el autismo y otros trastornos del desarrollo.