
Alista. Neurotípico, por oposición a neuroatípico o neurodivergente.
Hemos tenido que esperar al siglo XXI para encontrar un término que signifique justo lo opuesto al de autista, y es «alista» el seleccionado.
El término «autismo” fue originalmente acuñado por el psiquiatra Eugen Bleuler, en 1911, para describir lo que él percibía como uno de los síntomas más importantes de la esquizofrenia: el aislamiento social.
Sin embargo autismo quiere decir literalmente “retirada a uno mismo”, lo que parece describir el desapego activo que, según él, afectaba a algunos de sus pacientes.(1)
Etimología del autismo.
La palabra autismo proviene etimológicamente del griego «auto» (que actúa sobre sí mismo) y de «-ismo» (proceso patológico, del latín -ismus y éste del griego -ισμός (-ismós), sufijo que formaba un sustantivo de acción a partir de verbos terminados en -ιζειν (-izein) ). -Ismo sería, pues, un sufijo formativo de sustantivos abstractos que denota algún tipo de doctrina, tendencia, teoría o sistema.
Puesto que se trata de un trastorno neurológico se asume que la comunidad con trastornos del espectro autista es neurológicamente atípica por lo que, a quienes no tienen ninguno de estos trastornos, se les denomina normalmente «neurotípicos» por oposición a los neuroatípicos (que sí tienen un funcionamiento neurológico atípico).
Etimología de «alista»
Sin embargo últimamente se escucha la denominación «alista» en vez de «neurotípico» con referencia a quien no tiene autismo (no autista) fundamentando la nomenclatura en el origen etimológico del término.
Alista, neurotípico, autista o neuroatípico.
El caso es que una persona podría ser alista (no autista) y a la vez no ser neurotípica (porque aunque no tenga autismo sí tenga un funcionamiento neurológico diferente del más frecuente, con TDAH por ejemplo).
Siendo así debemos especificar que el prefijo «ali-» significa justo lo opuesto al prefijo «auto-«. Por tanto el término alista que últimamente se emplea muchísimo como sinónimo del habitual «neurotípico» (aunque realmente no son lo mismo) sería en realidad lo opuesto al término «autista».
«El hablar de autismo tanto para referirnos al todo como a una de sus partes causa una cierta confusión. La expresión trastornos del espectro autista (TEA) es la utilizada generalmente en Europa siendo equivalente a la más eufemística expresión trastornos generalizados del desarrollo (TGD)«. Espectroautista.info
Neurotípico sería quien no manifiesta comportamiento autista.
Neurodiversidad es un concepto que promueve la idea de que la diversidad en las características humanas aparece como resultado de variaciones normales en el campo neurológico.
El término «neurodiversidad» fue concebido por la comunidad autista para referirse a la neurología atípica del autismo.
Desde el punto de vista neuronal se denomina neurotípico al más abundante o del que hay mayor número de individuos (es un valor de frecuencia NO DE NORMALIDAD) por oposición a neurodivergente que son las tipologías distintas de las más abundantes en cualquiera de los sentidos.
El término neurodivergente fue concebido también en la comunidad autista para referirse a personas cuya neurología es atípica. Se aplica más comúnmente a personas autistas pero también se puede aplicar a aquellos con otras condiciones tales como el TDAH.
¿De dónde viene todo esto?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “salud” es el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones y/o enfermedades. También puede definirse como el nivel de eficacia funcional y/o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como en el macro (social). En 1992 se agregó a la definición de la OMS: “y en armonía con el medio ambiente”, ampliando así el concepto.
La enfermedad, pues, es un proceso y el status consecuente de afección de un ser vivo caracterizado por la falta de salud, debe tener un origen conocido, un tratamiento médico, pautas comunes, un pronóstico y un diagnóstico fiable, aunque en el caso de las “enfermedades raras” estas características no se van a cumplir en su totalidad. Por tanto se puede afirmar con rotundidad que ninguno de los trastornos del espectro autista, ni siquiera el síndrome de Asperger, son una enfermedad. (2)
Un síndrome, por otro lado, es un conjunto de síntomas o signos conocidos que pueden aparecer juntos aunque tengan un origen o etiología desconocidos. A su vez, estos síntomas pueden determinar un trastorno específico. No obstante, en psicología y psiquiatría se puede referir también a un cuadro relacionado con una reacción psíquica ante una situación vital.
Por ejemplo, el síndrome de Estocolmo; donde no hay ninguna enfermedad, sino un cuadro originado por una situación social donde existe un nivel de tensión emocional que genera un modelo de autoprotección, una identificación de la persona que soporta esta situación frente a quienes la crean.
En el caso del síndrome de Down, se conoce el origen del mismo pero no las causas.
Un síndrome puede considerarse como la descripción de una serie de síntomas, acciones o comportamientos.
Suele estar asociado a desordenes relacionados con patologías mentales aunque también se asocia a alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, considerando que existe una diferencia significativa respecto al grupo social mayoritario donde se incluye la persona, no existiendo una etiología conocida.
En la mayoría de los casos el desarrollo es anormal desde la primera infancia y sólo en contadas excepciones las anomalías se manifiestan por primera vez después de los cinco años de edad.
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Notas.
(1) La confusión entre esquizofrenia y autismo se resolvió años después, en los años cuarenta, cuando Leo Kanner en América y Hans Asperger en Austria comenzaron a identificar la existencia de un trastorno al que atribuyeron los síntomas de los niños que trataban. Kanner, por ejemplo, partía de la premisa de que esos niños estaban experimentando esquizofrenia infantil aunque era consciente de que no exhibían todos los síntomas de la esquizofrenia. El artículo de Kanner fue publicado en Inglaterra donde el término “autismo infantil” llegó a ser ampliamente utilizado en los años 50 y 60.
(2) Nota terminológica: «Conviene aclarar que al hablar de espectro autista nos estamos refiriendo a un todo, a un conjunto que agrupa diversos trastornos, como el autismo propiamente dicho (clásico, de Kanner) o el síndrome de Asperger (SA).
Fuentes:
– Espectro autista. http://espectroautista.info/manifiesto.html
– Palacios, Agustina; Romañach, J (Diciembre de 2006). El Modelo de la Diversidad: La Bioética y los Derechos Humanos para alcanzar la plena dignidad en la diversidad funcional. España: Diversitas Editorial. p. 252. ISBN 84-964-7440-2.
– Mundo Asperger y otros mundos. Sacha Sánchez-Pardíñez. Valencia 2016. España.
– Síndrome de Down: https://www.mundoAsperger.com/2018/03/sindrome-de-down.html