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El fomento de las rutinas en el entorno escolar.

Rv. El fomento de las rutinas en el entorno escolar ayuda al alumno con síndrome de Asperger o trastorno autístico de nivel 1 en su desarrollo y aprendizaje.

Por lo general, en el alumnado neurotípico, es más beneficioso un entorno abierto pero con TEA1 conviene más tener estructura.

La estructuración del entorno físico, el establecimiento de rutinas estables y la organización precisa de la vida social del colegio, sin duda, fomentan la sensación de orden en el entorno, así como la habilidad del estudiante para predecir los acontecimientos cotidianos, aumentando de este modo su capacidad para la organización conductual.

Así pues, un centro escolar con una ideología educativa directiva y caracterizado por horarios académicos fijos, un currículo altamente estructurado, unos objetivos académicos claros, y unas reglas generales de comportamiento explícitas tiende a ser más beneficioso que un entorno escolar con una ideología educativa basada de en el fomento de la creatividad y la iniciativa.

En la actualidad, la mayoría de los profesores en escuelas primarias intenta imponer una organización y estructuración de la clase flexibles, y en ocasiones cambiantes, con el propósito de estimular el trabajo colaborativo entre los niños y fomentar y extender los vínculos sociales entre ellos.

Claramente, el menor con un desarrollo típico se adapta rápidamente a cualquier estructura impuesta y cambia de grupo, de mesa de trabajo y de clase con entusiasmo y sin problemas.

En contraste, algunos menores con el síndrome de Asperger o un trastorno del espectro autista de nivel 1, no suelen estar tan dispuestos a la aceptación de los cambios nimios en sus rutinas cotidianas, por lo que podrían mostrar incomodidad y desagrado, además de poca adaptación, con respecto a la flexibilidad de la organización de la clase.

Por consiguiente, en el caso de algunos estudiantes, es vital para ellos la colocación fija de un pupitre, una estantería y un lugar de trabajo estables a lo largo del curso.

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Fuente: Pilar Martín Borreguero. El Síndrome de Asperger. ¿excentricidad o discapacidad social? Alianza Editorial, Madrid. 2004

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