
Personas en el espectro autista: necesidad de apoyo de por vida.
Los niños y niñas con síndrome de Asperger necesitan adquirir habilidades sociales, requieren apoyo terapéutico/psicológico, etc. por lo que es importante ponerles en manos de profesionales tan pronto como sean diagnosticados.
Si además padecen rechazo social o acoso escolar el problema se agrava y su autoestima se resiente de forma que suelen sufrir ansiedad además de los síntomas que desarrollan por padecer el trastorno y de la co-morbilidad del síndrome (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, superdotación intelectual, depresión, etc.)
Sus rasgos especiales suelen hacerse patentes a partir de los 3 años de edad aunque algunos de estos niños presentan comportamientos “especiales” casi desde su nacimiento (presentan esa misma hiperactividad y déficit de atención en alguna época, su comportamiento es excesivamente infantil, aprenden a leer solos, no miran a los ojos al hablar, tienen rabietas que para los demás son incomprensibles y desmesuradas, etc.).
Lo habitual, sin embargo, es que el diagnóstico se realice en torno a los 5 años de edad en varones, y más tarde en chicas, aunque también es frecuente que antes hayan obtenido diagnósticos erróneos como TOC (Trastorno obsesivo compulsivo), depresión, paranoia, etc.
Es muy difícil augurar un pronóstico veraz para estos niños y niñas. En función del grado con que se presentan sus síntomas nucleares, si se relacionan o no otros trastornos asociados y dependiendo también del grado de plasticidad neuronal del cerebro en cada niño, la evolución puede ser muy diferente y por tanto podemos encontrarnos con pronósticos interpersonales e intrapersonales muy variables.