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Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El Día Internacional Contra la Violencia de Género se conmemora anualmente el 25 de noviembre para denunciar la crueldad que se ejerce en todo el mundo por parte de los hombres sobre las mujeres.

La violencia sexista es un problema social presente en todos los ámbitos, desde el doméstico al público, en forma cultural, física, psicológica, sexual, laboral, económica… que afecta a mujeres de todas las edades, etnias, culturas y procedencia.

Este tipo de agresiones se origina en la falta de equidad en las relaciones entre hombres y mujeres y en la discriminación persistente hacia ellas por el simple hecho de ser mujeres. Alcanzar la equidad de género pasa necesariamente por «transformar las reglas sociales y los roles que subordinan a la mujer» según Luiza Carvalho, directora regional de  Mujeres para las Américas y el Caribe de la ONU.

El ensañamiento contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo actual y, de acuerdo con Naciones Unidas, es un tipo específico de violencia sobre el que apenas se informa «debido a la impunidad de la cual disfrutan los perpetradores y al silencio, la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas».


La sociedad adopta un papel activo pero insuficiente para erradicar las agresiones que se ejercen contra las mujeres, tratando de fomentar medidas de apoyo a las víctimas, así como lograr un avance significativo en la concienciación y sensibilización social.

Se necesitan acciones contundentes y mucha educación en igualdad para acabar con este grave problema. Entre las claves para avanzar en la prevención está la educación y una respuesta adecuada de la justicia ya que la violencia contra la mujer se ha convertido en un problema estructural, en una lacra que es necesario erradicar, que incluye la agresión ejercida por parte de un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, femicidio); la violencia sexual y el acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero y acoso cibernético); la trata de seres humanos (esclavitud y explotación sexual); la mutilación genital y el matrimonio infantil. Porque existe toda esa variedad de fórmulas para atacar a la mujer se emitió en 1993 la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer en la que se define como «todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada».

Aunque todas las mujeres pueden sufrir violencia de género algunas son particularmente vulnerables. Por ejemplo las niñas y las ancianas; las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex; las migrantes y refugiadas y las de pueblos indígenas o de minorías étnicas y, también las que tienen VIH o algún tipo de discapacidad.

Investigaciones recientes continúan alertando de la persistencia de discriminación y desigualdad de género en diferentes ámbitos de la población joven. Las pautas de conducta y de relación entre jóvenes continúan reproduciendo roles y estereotipos de género y las violencias machistas continúan existiendo e intoxicando las relaciones juveniles. Así que éste no es un problema “de las mujeres” sino un problema de todos. Si una parte de la sociedad no lo asume como un problema propio está contribuyendo, ni más ni menos, a la perpetuación del machismo y la violencia contra la mujer en todas sus formas.

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer., MuNDo AsPeRGeR

Esta efeméride del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer lo que reclama son políticas útiles y efectivas para su erradicación en todos los países del mundo.

La convocatoria fue iniciada por el movimiento feminista latinoamericano en 1981, año en el que se celebró en Bogotá (Colombia) el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, en el que las mujeres denunciaron violencia de género a nivel doméstico y la violación y el acoso sexual a nivel de estado, incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas.


Se decidió entonces marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres recordando el asesinato de las hermanas Mirabal (Minerva, Patricia y María Teresa), defensoras de los derechos ciudadanos de las mujeres, que fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 por la policía secreta de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Para el movimiento popular y feminista del país centroamericano estas mujeres simbolizan la lucha y la resistencia.

En 1999 la jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (resolución 54/134 el 17 de diciembre), que promueve desde entonces actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres, «un atentado contra los derechos humanos y la dignidad de las personas, una injusticia manifiesta que impide a nuestra sociedad continuar avanzando por la senda de la democracia, del bienestar y del progreso social que deseamos» según el Instituto de la Mujer de la Generalitat Valenciana.

Datos alarmantes y vergonzosos:

– Una de cada tres mujeres alrededor del mundo ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental. Es mas, diversas encuestas mundiales respaldadas por la ONU sugieren que la mitad de todas las mujeres que mueren de homicidio son asesinadas por su esposo o su pareja actual o anterior.

– Según estadísticas del Banco Mundial las mujeres de entre 15 y 44 años de edad corren mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en casa que de sufrir cáncer, accidentes de tráfico y malaria combinados.

– Solo el 52% de las mujeres casadas o que viven en pareja decide libremente sobre las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y su salud sexual.

– Según informe de Naciones Unidas la forma más común de violencia experimentada por mujeres a nivel mundial es la violencia física inflingida por una pareja íntima. Se incluye aquí a mujeres golpeadas, obligadas a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad o abusadas de alguna otra manera (noviembre 2009, DPI/2546C, Campaña de la Secretaría General para el fín de la violencia contra las mujeres).

– Según este mismo informe hasta el 70 por ciento de mujeres experimenta violencia en el transcurso su vida.

– Casi 750 millones de mujeres y niñas se casaron antes de cumplir 18 años.

– Al menos 200 millones de mujeres se han visto sometidas a la mutilación genital femenina.

– El 71% de víctimas de la trata en todo el mundo son mujeres y niñas. De ellas 3 de cada 4 son utilizadas para la explotación sexual.Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer., MuNDo AsPeRGeR

El Dia Internacional Contra la Violència de Gènere es commemora anualment el 25 de novembre per a denunciar la crueltat que s’exerceix a tot el món per part dels homes sobre les dones.


La violència sexista és un problema social present en tots els àmbits, des del domèstic al públic, en forma cultural, física, psicològica, sexual, laboral, econòmica… que afecta a dones de totes les edats, ètnies, cultures i procedència.

Aquest tipus d’agressions s’origina en la falta d’equitat en les relacions entre homes i dones i en la discriminació persistent cap a elles pel simple fet de ser dones. Aconseguir l’equitat de gènere passa necessàriament per «transformar les regles socials i els rols que subordinen a la dona» segons Luiza Carvalho, directora regional de Dones per a les Amèriques i el Carib de l’ONU.

L’acarnissament contra dones i xiquetes és una de les violacions dels drets humans més esteses, persistents i devastadores del món actual i, d’acord amb Nacions Unides, és un tipus específic de violència sobre el qual apenes s’informa «a causa de la impunitat de la qual gaudeixen els perpetradors i al silenci, l’estigmatització i la vergonya que pateixen les víctimes».

La societat adopta un paper actiu però insuficient per a erradicar les agressions que s’exerceixen contra les dones, tractant de fomentar mesures de suport a les víctimes, així com aconseguir un avanç significatiu en la conscienciació i sensibilització social.

Es necessiten accions contundents i molta educació en igualtat per a acabar amb aquest greu problema. Entre les claus per a avançar en la prevenció està l’educació i una resposta adequada de la justícia ja que la violència contra la dona s’ha convertit en un problema estructural, en una xacra que és necessari erradicar, que inclou l’agressió exercida per part d’un company sentimental (violència física, maltractament psicològic, violació conjugal, femicidio); la violència sexual i l’assetjament (violació, actes sexuals forçats, insinuacions sexuals no desitjades, abús sexual infantil, matrimoni forçat, aguaite, assetjament de carrer i assetjament cibernètic); el tràfic d’éssers humans (esclavitud i explotació sexual); la mutilació genital i el matrimoni infantil. Perquè existeix tota aqueixa varietat de fórmules per a atacar a la dona es va emetre en 1993 la Declaració sobre l’eliminació de la violència contra la dona en la qual es defineix com «tot acte de violència que tinga o puga tindre com a resultat un mal o sofriment físic, sexual o psicològic per a la dona, així com les amenaces de tals actes, la coacció o la privació arbitrària de la llibertat, tant si es produeixen en la vida pública com en la vida privada».

Encara que totes les dones poden patir violència de gènere algunes són particularment vulnerables. Per exemple les xiquetes i les ancianes; les dones que s’identifiquen com a lesbianes, bisexuals, transgènere o intersex; les migrants i refugiades i les de pobles indígenes o de minories ètniques i, també les que tenen VIH o algun tipus de discapacitat.

Investigacions recents continuen alertant de la persistència de discriminació i desigualtat de gènere en diferents àmbits de la població jove. Les pautes de conducta i de relació entre joves continuen reproduint rols i estereotips de gènere i les violències masclistes continuen existint i intoxicant les relacions juvenils. Així que aquest no és un problema “de les dones” sinó un problema de tots. Si una part de la societat no ho assumeix com un problema propi està contribuint, ni més ni menys, a la perpetuació del masclisme i la violència contra la dona en totes les seues formes.

Aquesta efemèride del Dia Internacional de l’Eliminació de la Violència contra la Dona el que reclama són polítiques útils i efectives per a la seua erradicació en tots els països del món.

La convocatòria va ser iniciada pel moviment feminista llatinoamericà en 1981, any en què es va celebrar a Bogotà (Colòmbia) la Primera Trobada Feminista Llatinoamericà i del Carib, en el qual les dones van denunciar violència de gènere a nivell domèstic i la violació i l’assetjament sexual a nivell d’estat, incloent la tortura i els abusos patits per presoneres polítiques. Es va decidir llavors marcar el 25 de novembre com el Dia Internacional de la No Violència contra les Dones recordant l’assassinat de les germanes Mirabal (Minerva, Patricia i María Teresa), defensores dels drets ciutadans de les dones, que van ser assassinades el 25 de novembre de 1960 per la policia secreta de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Per al moviment popular i feminista del país centreamericà aquestes dones simbolitzen la lluita i la resistència.



En 1999 la jornada de reivindicació va ser assumida per l’Assemblea General de les Nacions Unides (resolució 54/134 el 17 de desembre), que promou des de llavors activitats dirigides a sensibilitzar a l’opinió pública sobre el problema de la violència contra les dones, «un atemptat contra els drets humans i la dignitat de les persones, una injustícia manifesta que impedeix a la nostra societat continuar avançant per la senda de la democràcia, del benestar i del progrés social que desitgem» segons l’Institut de la Dona de la Generalitat Valenciana

Dades alarmants i vergonyoses:

– Una de cada tres dones al voltant del món ha patit violència física o sexual, principalment per part d’un company sentimental. És mes, diverses enquestes mundials recolzades per l’ONU suggereixen que la meitat de totes les dones que moren d’homicidi són assassinades pel seu espòs o la seua parella actual o anterior.

– Segons estadístiques del Banc Mundial les dones de 15 i 44 anys d’edat corren major risc de ser violades o maltractades a casa que de patir càncer, accidents de trànsit i malària combinats.

– Només el 52% de les dones casades o que viuen en parella decideix lliurement sobre les relacions sexuals, l’ús d’anticonceptius i la seua salut sexual.

– Segons informe de Nacions Unides la forma més comuna de violència experimentada per dones a nivell mundial és la violència física inflingida per una parella íntima. S’inclou ací a dones colpejades, obligades a tindre relacions sexuals en contra de la seua voluntat o abusades d’alguna altra manera (novembre 2009, DPI/2546C, Campaña de la Secretaria General per al fín de la violència contra les dones).

– Segons aquest mateix informe fins al 70 per cent de dones experimenta violència en el transcurs la seua vida.

– Quasi 750 milions de dones i xiquetes es van casar abans de complir 18 anys.

– Almenys 200 milions de dones s’han vist sotmeses a la mutilació genital femenina.

– El 71% de víctimes del tràfic a tot el món són dones i xiquetes. D’elles 3 de cada 4 són utilitzades per a l’explotació sexual.

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