
Autismo sindrómico o autismo secundario. Diferencias.
La clasificación de los trastornos del neurodesarrollo intenta identificar unas características que permitan delimitar claramente un problema de otro, con unas pruebas que se diseñan tomando como estándar las respuestas que da la mayoría de la población.
Lo que se mide es lo cerca o lejos que está de la respuesta de la mayoría. El método es, pues, solo relativamente objetivo, y dificulta marcar el límite a partir de la cual una determinada capacidad mental se considera normal. El autismo es altamente heterogéneo, es altamente diverso y se relaciona, en parte, con una etiológica muy heterogénea que comienza a descifrarse pero que todavía en gran parte permanece desconocida.
Aunque en la mayoría de los casos se desconoce la etiología del autismo se sabe que existe una importante influencia genética pero de gran diversidad. En algunos casos una alteración en un gen podría ser suficiente para causar autismo pero en otros son necesarios más de 1.000 genes. Es decir, la presentación clínica puede ser similar, pero la etiología muy variada. Existe alguna relación entre el autismo y ciertas enfermedades genéticas, metabólicas, epilepsia, infecciones del sistema nervioso, exposición intrauterina a determinadas sustancias y patología perinatal en algunos casos.
El diagnóstico de autismo se basa en la identificación de determinados criterios conductuales ya que no existe ninguna prueba biológica y resulta que un número considerable de casos de autismo está asociado a síndromes específicos que pueden ser identificados en base a las características clínicas o mediante algún marcador biológico. Estos casos se conocen como autismo sindrómico o ‘síndromes dobles’.
En la mayor parte de casos de autismo no es posible detectar una etiología específica (un orígen concreto o una causa). Este tipo de autismo se denomina idiopático.
Pero existe el autismo secundario, que también ha sido denominado autismo sindrómico o de síndromes dobles, en el que sí puede haber un origen claramente reconocible. Para que un paciente sea considerado como portador de un ‘síndrome doble’ se requiere que (al aparecer autismo +otro síndrome) el segundo síndrome no esté descrito en pacientes con autismo (es decir, que no se trate de un trastorno comórbido del autismo como la hiperlexia, el TDAH o la depresión) y que la mayoría de las personas con dicho síndrome no tengan trastornos del espectro autista.
Está asociado a síndromes específicos, que pueden ser identificados en base a las características clínicas o mediante algún marcador biológico y se puede determinar un nexo causal entre ambos trastornos como por ejemplo trastornos genéticos, trastornos congénitos del metabolismo, epilepsia, infecciones congénitas o adquiridas, exposición intrauterina a drogas y miscelánea (encefalopatía hipoxicoisquémica).
——-
Fuentes:
– Autismo no. Autismos: https://www.estherc43.sg-host.com/2016/05/autismo-no-autismos.html
– Autismo idiopático y autismo secundario: la importancia de estudiar la etiología. Artigas-Pallarés J, Gabau-Vila E, Guitart-Feliubadaló M. 2005 El autismo sindrómico: I. Aspectos generales. REV NEUROL 40 (1): S143-9.
https://www.brincar.org.ar/biblioteca/el-autismo-sindromico-i-aspectos-generales/
– Baron-Cohen, S. Autismo y síndrome de Asperger. 2010, Alianza editorial.
– Mundo Asperger y otros mundos, de Sacha Sánchez-Pardíñez.
– Howling P, Goode S, Hutton J & Rutter M. 2004. Adult outcome for children with autism. Journal of Child Psychology and Psychiatry 45:2, pp 212–229.
– Biblioteca Brincar por El Autismo: http://biblioteca.brincar.org.ar/el-autismo-sindromico-i-aspectos-generales/