Para la mayoría de las personas con síndrome de Asperger o TEA1 el elemento más importante del currículo educativo y de la estrategia de tratamiento o intervención está relacionado con la necesidad de reforzar la comunicación y la competencia social.


– Deben enseñarse y practicarse repetidamente las instrucciones verbales explícitas acerca de cómo interpretar el comportamiento social de otras personas.

Las situaciones concretas han de ser practicadas en un entorno terapéutico y puestas a prueba después en situaciones que se dan de modo natural. Todos los que están en contacto cercano con la persona con Asperger deben conocer el programa para aumentar la consistencia, el control y los refuerzos contingentes.
Es especialmente importante que los encuentros con personas desconocidas (por ejemplo, ser presentado a alguien) se ensayen hasta que la persona con Asperger sea consciente del impacto de su comportamiento sobre las reacciones de las otras personas hacia él. Deben incorporarse en este programa técnicas tales como practicar delante de un espejo, escuchar una conversación grabada, mirar un comportamiento que se ha grabado en vídeo, etc. Se deben utilizar situaciones sociales ideadas en el entorno terapéutico, que exijan el manejo de habilidades de receptividad visual y otras habilidades no verbales, y deben enseñarse asimismo estrategias para descifrar las dimensiones no verbales más significativas inherentes a estas situaciones.
– Se debe enseñar a la persona con Asperger a revisar su propio estilo de hablar en términos de volumen, ritmo, naturalidad, ajustándolos en función de la proximidad del que habla, el contexto y la situación social, el número de personas y el ruido de fondo.
– Debe ser prioritario el esfuerzo para manejar bien las situaciones sociales. Esto debe incluir el manejo de un tema, la habilidad para aumentar y elaborar un cierto rango de temas iniciados por otros, cambiar de temas, terminar los temas de forma apropiada y sentirse cómodo en una serie de temas que son los que normalmente interesan a la gente de su edad.
– Debe ayudarse a la persona con Asperger a reconocer y utilizar diferentes medios de interaccionar, mediar, negociar, persuadir, discutir y disentir por medios verbales.

Los comportamientos inadaptados son una característica esencial del autismo y pueden incluir comportamientos estereotípicos, agresión, comportamientos disruptivos y desobediencia. Muchas veces reducir los comportamientos inapropiados es una de las principales prioridades de los padres y uno de los primeros objetivos de las intervenciones. Algunos comportamientos inadaptados pueden interferir con el aprendizaje o la socialización, mientras que otros pueden ser un peligro para el niño y para los demás. Como primer paso, el análisis funcional se hace a menudo para determinar la función de los comportamientos inapropiados específicos del niño o niña. A continuación se idean estrategias de comportamiento para reducir los comportamientos inadaptados. En algunos casos esto puede implicar el refuerzo de un comportamiento sustitutivo apropiado que resulte incompatible con el comportamiento inadaptado.
Técnicas para mejorar la comunicación:
Debido a que las deficiencias en la comunicación son un segundo elemento esencial que define el autismo la preparación específica de lenguaje y comunicación es un componente importante de los programas de intervención para los niños con autismo.
La preparación de comunicación básica para el niño o niña con autismo muchas veces enfatiza el uso funcional del lenguaje, tal como el uso del lenguaje en ambientes corrientes, comunicación no verbal y aspectos sociales de comunicación tal como alternar o esperar su turno cuando juega. Muchas técnicas de comportamientos se usan en la enseñanza de habilidades de comunicación y lenguaje a los niños y niñas pequeñas con autismo. Ya que muchos niños/as con autismo son funcionalmente mudos muchos clínicos han probado métodos tales como sistemas de lenguaje de señas o comunicación visual para mejorar las habilidades de comunicación y lenguaje. Las técnicas específicas variarán de acuerdo con las necesidades de cada persona.
La tercera característica esencial que define al autismo consiste en las interacciones sociales deficientes. Muchas veces, las técnicas de comportamiento se aplican para mejorar los inicios sociales del niño/a y las reacciones apropiadas. Las técnicas pueden incluir indicarle al menor que responda apropiadamente y reforzar las interacciones y reacciones sociales recíprocas, particularmente con otros peques.
Algunas veces se proporciona preparación en procedimientos de comportamiento a otros menores que se están desarrollando correctamente para su edad y que pueden colaborar y dar ejemplo a niños y niñas con autismo. Cuando se desarrollan las estrategias para mejorar las interacciones sociales es importante tener en cuenta:
– las habilidades y capacidades del niño o niña,
– las intervenciones apropiadas con respecto al desarrollo,
– el entorno,
– la necesidad de interacción social por parte del menor.
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Fuente: Síndrome de Asperger. Tratamiento e intervención: Algunas recomendaciones para los padres, por Ami Klin, Ph.D., y Fred R. Volkmar, M.D. Yale Child Study Center. Publicado por la Learning Disabilities Association of America. Marzo de 1996. Traducción: Enrique Vázquez y Cristina Fanlo . Original en Inglés publicado en la página de O.A.S.I.S.