
Telefonofobia en las personas con síndrome de Asperger.
Estamos concienciando siempre sobre la hipersensibilidad sensitiva y nos olvidamos por completo de la «telefonofobia».

No se tiene en cuenta y somos muchos los que la sufrimos así que desde MuNDo AsPeRGeR apelamos a la comunidad científica para que estudien esto pronto !Por favor!
Los teléfonos nos permiten comunicarnos con personas que se encuentran lejos de nosotros.
Son una herramienta indispensable para nuestra vida diaria y para muchos trabajos, por lo que se consideran uno de los inventos más importantes de la historia de la humanidad.
Muchos (Asperger o no) odiamos o tememos el teléfono o no habría ilustraciones como esta difundiéndose por ahí:

Las fobias son fenómenos frecuentes, y muchos pacientes acuden a terapia psicológica para tratarlas. El miedo es un sentimiento que todos experimentamos, y es relativamente frecuente sentir malestar y temor por algo. Ahora bien, en algunos casos, estos temores son realmente irracionales, por lo que es necesario buscar ayuda profesional.
Para nosotros fue tranquilizador averiguar que los problemas en el uso del teléfono (especialmente para efectuar o atender llamadas) es algo relativamente normal entre las personas (con) síndrome de Asperger y no «una manía» que algunos de nosotros teníamos. Nos ha pasado con el teléfono lo mismo que con el cepillado de dientes: descubrir que hay un montón de Asperger a los que les produce angustia, arcadas y mucho malestar fue toda una liberación.
Todo esto lo vamos conociendo gracias al contacto entre personas adultas con el síndrome que pensábamos que algunas cosas que sufrimos o nos ocurren eran algo individual y propio solo de nuestra persona y poco a poco vamos descubriendo que es algo bastante frecuente o, al menos, no único, entre las personas con el mismo diagnóstico.
Centrándonos en el tema de los teléfonos nos encontramos que el grupo Aspergenias se preguntaban opor qué a algunos Asperger no les gusta hablar por teléfono.
Es una duda que compartimos así que reproducimos algunos de los argumentos que se daban: «A mucha gente le encanta hablar al teléfono y pasa horas y horas intercambiando charla con otro, pero para algunos la tarea de atender a una llamada puede ser más difícil que resolver una ecuación de matemáticas. Esto generalmente es algo que algunos individuos con síndrome de Asperger acostumbran pensar al ver en el dilema de tener que hablar al teléfono. Atender un teléfono es algo que requiere una cierta interacción con otra persona y algunos Asperger suelen encontrarse en un conflicto» ya que una de nuestras dificultades es la interacción.
«Generalmente a una persona Asperger no le gusta atender llamadas telefónicas de las que necesite transmitir un mensaje a otra persona. Esto porque esas personas tienden a olvidar lo que se le ha dicho a través de la llamada y casi nunca pasan el mensaje correcto al interlocutor interesado. Otro problema que molesta a algunos Asperger es que ellos nunca saben el momento exacto en que deben hablar en un enlace, lo que puede acabar causando cierta vergüenza por interrumpir a la persona del otro lado de la línea. Debido a estos dos problemas muchas personas Asperger sólo atienden una llamada telefónica o hacen una llamada cuando es estrictamente necesaria.»
– En el caso de las personas (con) síndrome de Asperger puede producirse por la hipersensibilidad auditiva, de forma que el sonido del teléfono al recibir una llamada resulte insoportable; por las dificultades en la interacción social, ya que hablar con alguien resulta difícil para nosotros aunque se trate de hablar «a distancia»; puede también producirse porque como no vemos al interlocutor nos cuesta aún más interpretar su mensaje ya que lo que aprendemos para interpretar el lenguaje no verbal en una conversación en este caso no tenemos la oportunidad de ponerlo en práctica.
Puede que también haya otros motivos que desconocemos ya que no hay investigaciones al respecto pero el caso es que muchas personas con este diagnóstico sufrimos la telefonofobia.
Para tratar la telefonofobia es necesario encontrar cuál fue el estímulo inicial, es decir, cuál o cuáles sonidos fueron tan desagradables como para iniciar la reacción en cadena que conduce a la fobia o cuál es el problema en la interacción que provoca la fobia. Esto se complica debido a que una vez que uno se enfoca en el resultado final (la telefonofobia) el cerebro puede olvidar qué lo causó e incluso el fóbico puede, al final, no tener reacción ante el estímulo original que desencadenó en primer lugar la fobia.
Es posible, aún padeciendo la fobia, utilizar el teléfono, si bien resulta desagradable, agotador y difícil.