
TEA: Hipersensibilidad auditiva.
Algunas personas con trastornos del espectro autista son hipersensibles a los estímulos que perciben en su entorno. Al estar expuestos a una enorme cantidad de información sensorial, como puede ocurrir en un paseo por un centro comercial, pueden llegar a sentirse completamente abrumados.
Hay a quienes les sucede justo lo contrario y entre sus rasgos se encuentra, por ejemplo, poquísima sensibilidad al dolor, hipoacusia, etc. pero es mucho más frecuente la aparición de hipersensibilidad y el desarrollo de uno o más sentidos por encima de la media. Una situación cotidiana y normal para muchos de nosotros como recorrer un centro comercial puede ser una verdadera tortura para una persona con autismo.
En la actualidad en los nuevos criterios de diagnóstico del TEA (DSM 5), se incorpora la sensibilidad inusual a los estímulos sensoriales. Se dice que las personas con TEA tienen una forma diferente de percibir el mundo a través de sus sentidos. Nos encontramos con personas que pueden ser hiper- hipoactivos sensorialmente.
La respuesta sensorial atípica es un factor de riesgo para padecer problemas de salud mental. en un estudio de la Dra. Bar-Shalita y de la Dra. Cermak se revela que las personas que tienen respuesta sensorial atípica padecen más angustia psicológica que las personas con respuesta sensorial típica. «Tal vez no se trate de tomar ansiolítico sino de visitar a un terapeuta ocupacional especializado en integración sensorial» (Bar-Shalita, T., & Cermak, S. A. (2016). Atypical sensory modulation and psychological distress in the general population. American Journal of Occupational Therapy).
Es frecuente que personas con TEA reaccionen de forma inusual ante estímulos auditivos (mucho miedo a los ruidos, sobre todo los inesperados, escuchar sonidos casi imperceptibles para las demás personas), también nos encontramos con problemas en la alimentación (texturas, sabores, temperaturas les provoquen nauseas, dolor… ), problemas para ponerse ciertas prendas de vestir (la goma de los pantalones les aprieta causando mucha molestia, las etiquetas de la ropa les duela…), respeto a su olfato pueden detectar olores de forma intensa y que la luz les deslumbren y prefieran estar con luz tenue.
Esto no quiere decir que una persona que pueda ser hipersensible en tolerar ciertas texturas de su ropa, después no reaccione de la forma esperada ante el dolor, ser hiposensible (casi no percibir un quemazo) o que ciertos sonidos fuertes no sean tolerados, pero en cambio otros también de intensidad sí los puedan tolera, etc.
Teniendo presente la teoría del iceberg que nos explica el origen de las conductas inadecuadas o desafiantes, dicha conducta puede ser causada por la percepción de ciertos estímulos sensoriales, por ejemplo que la punta del iceberg (lo que vemos) sea una agresión y que la base (lo que no vemos del iceberg) sea dolor y miedo al escuchar un petardo. “Escucho un petardo ,me causa dolor, me muerdo/muerdo a alguien para regular y descargar tensión.” Por ello es importantísimo conocer el perfil sensorial de cada persona con TEA para poder comprender sus conductas, hacer uso de recursos y estrategias que les ayude a regularse y trabajar la percepción sensorial para facilitar su adaptación.
Aunque no están recogidos en los actuales criterios diagnósticos muchas personas con Asperger u otros trastornos del espectro autista, especialmente durante su infancia, padecen fenómenos de hipo e hipersensibilidad a los estímulos sensoriales.
Esta alteración sensorial puede explicar fenómenos frecuentemente observados como por ejemplo taparse los oídos, no tolerar determinados alimentos o tejidos, rechazar el contacto físico, autoestimularse con la saliva o mirando reflejos ópticos, o responder inusualmente al dolor. Otras dificultades que puede presentar quien tiene este trastorno provocadas por esta especial y concreta sensibilidad serían aturdirse con los ruidos fuertes o tener dificultades para concentrarse cuando los hay, confundirse con determinados tipos de iluminación, sentirse mal con olores fuertes, sean buenos olores o malos olores, o sentir una sensación desagradable cuando les tocan sin que esperen ser tocados.
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Fuentes:
– Texto de De l’Equip L’Andana en su página https://www.facebook.com/equiplandana/
– Mundo Asperger y otros mundos. sacha Sánchez-Pardíñez, Valencia, España, 2016.
– Bar-Shalita, T., & Cermak, S. A. (2016). Atypical sensory modulation and psychological distress in the general population. American Journal of Occupational Therapy