
Pseudoterapias y autismo. Cuidado.
Pseudoterapias y autismo son mala combinación: El pensamiento pseudocientífico, el placebo y las pseudoterapias para atender a las personas en el espectro autista cada día es más abundante y cada vez más peligroso. El pensamiento pseudocientífico se ha explicado en términos de psicología y psicología social pero aunque tenga explicación no sirve de nada para el autismo.
La tendencia humana a buscar confirmación en vez de refutación, la de mantenerse aferrado en las creencias confortables, y la de sobre generalizar han sido mencionadas como razones comunes para la adherencia al pensamiento pseudocientífico.
Pseudoterapias y autismo.
Entre las pseudoterapias sin ningún resultado e incluso con contraindicaciones o efectos secundarios negativos que se han recomendado, por ejemplo, angeloterapia, biomagnetismo, bioneuroemoción o biodescodificación, constelaciones familiares, dianética, dieta alcalina, desensibilización por medio de movimientos oculares, flores de bach, hidroterapia de cólon, homeopatía, iriodología, iriogenética, homotoxicología, suplemento mineral milagroso, naturopatía, osteopatía, ozonoterapia, programación neurolingüística, psicoanálisis, quiropráctica, reflexología, acupresión, terapia gerson, terapia gestalt o terapia humanista, terapia neural, terapia o medicina ortomolecular, terapia quelante…
Existe un importante mercado de métodos curativos y diagnósticos presentados como mecanismos curativos, de validez demostrada por estudios, que en muchos casos utilizan métodos mágicos tradicionales para tratar el autismo o cualquier trastorno o enfermedad. Pseudoterapias como la imposición de manos o procedimientos sin fundamento científico, como la radiestesia o el empleo de pirámides. La Homeopatía se explica casi exclusivamente por el efecto placebo, ya que cura enfermedades de origen mayormente psicológico.» https://pseudociencias.com/p/homeopatia.html
La mayoría de estos curanderismos, cuya extensión creciente debe mucho a Internet, busca la credibilidad y el prestigio que tiene la ciencia, alegando por ejemplo desconocidas propiedades del agua, la supuesta acción de fenómenos cuánticos, o presuntas energías de naturaleza difusa. Un caso especial, por su extensión, es el de la homeopatía, cuya incongruencia con el conocimiento científico fue indicada ya en vida de su fundador, Samuel Hahnemann, y respecto a la que se han utilizado recientemente términos prestados de la mecánica cuántica (como el entrelazamiento) de manera metafórica.
Los mecanismos basados en la evidencia dada por la comunidad científica deberían añadirse al aprendizaje de los profesionales de los medios de comunicación y gubernamentales. Las pseudoterapias no sirven para el autismo. No sirven para la mayoría de trastornos y desde luego tampoco para enfermedades.
Lo mismo ocurre con la reflexología podal, llegándose incluso a impartir cursos que a veces están financiados por la administración pública sanitaria.