
La importancia de hacer chequeos de salud a las personas con TEA.
Es importante que todos los niños con problemas del desarrollo potenciales, incluyendo la posibilidad de autismo, se sometan a una evaluación completa de la salud.
En las personas con trastornos del espectro autista, sobre todo en las no verbales, deberían hacerse chequeos completos regularmente, por un lado porque la sensibilidad al dolor puede estar alterada y enmascarar dolencias y patologías serias y por otro lado porque puede que no sepan expresar su dolor o malestar.
Existen tres razones importantes para realizar evaluaciones de la salud en los niños con autismo:
2. identificar otras condiciones que se pueden confundir con el autismo.
3. identificar y evaluar las condiciones médicas o síndromes genéticos que algunas veces están asociados con el autismo.
Es importante recordar que los niños con autismo son susceptibles a los mismos problemas de salud que los niños sin autismo. Estos problemas médicos en los niños con autismo pueden presentar desafíos
especiales para los especialistas de la salud y los padres. Aunque generalmente se acepta que el autismo es una condición biológica que afecta el sistema nervioso central, las
investigaciones biológicas extensas no han identificado todavía ningún hallazgo anatómico o bioquímico específico que se considere causa de autismo.
No existen pruebas médicas específicas que se pueden utilizar para establecer el diagnóstico del autismo. Más bien, el diagnóstico
se realiza con base en la información de los antecedentes y la observación directa del
comportamiento del niño – específicamente, la comunicación, las interacciones sociales y los
comportamientos inadaptados.
A veces se proponen otros métodos de evaluación más controvertidas como el uso de
pruebas inmunológicas, alérgicas o metabólicas específicas. Las razones de dichas pruebas se basan en diversas teorías controvertidas sobre la causa del autismo.
Con los altos niveles de estrés y ansiedad que manejamos por la presión social, la hipersensibilidad sensorial, el bajo umbral de tolerancia a la frustración, etc. hay repercusión en la salud general. De ahí la importancia de un chequeo periódico. Se recomienda que los
profesionales que evalúan el estado de la salud de los niños con autismo busquen las condiciones de la salud asociadas que se
observan más comúnmente en niños con autismo que en niños que se desarrollan normalmente.
Si existe alguna indicación de que un niño padece de un problema de audición, es importante referir al niño a una evaluación de audición por parte de un audiólogo (incluyendo el uso de pruebas de reacciones estimuladas por medio del tronco cerebral, si es el caso).
– evaluación de la visión,
– evaluación neurológica,
– examen de la piel (para síntomas de condiciones tales como esclerosis tuberosa o
neurofibromatosis),
– investigación de condiciones médicas, síndromes genéticos u otros problemas de
desarrollo que algunas veces están asociados con el autismo,
– evaluación de otros problemas actuales de la
salud,
– elementos de la supervisión rutinaria del desarrollo e investigaciones generales de
la salud apropiadas para la edad del niño,
– Tratar cualquier otra inquietud de la salud
expresada por los padres.
Imágenes por resonancia magnética (MRI por sus siglas en inglés):
Los estudios de MRI proporcionan imágenes detalladas computarizadas de secciones
transversales de la cabeza y el cerebro. Los estudios de MRI no involucran el uso de radiación y se usan generalmente para detectar
estructuras anatómicas anormales, tumores, infecciones, lesiones traumáticas y otros cambios en el cerebro.
Pueden proporcionar información útil en
ciertas situaciones clínicas cuando existe una gran inquietud sobre problemas neurológicos
específicos, tales como ataques repentinos.
Además pueden ser útiles para la evaluación de niños con riesgos de ciertos problemas
neurológicos, tales como niños con antecedentes de problemas perinatales (problemas médicos que ocurrieron en los días del nacimiento del niño).
Generalmente, los estudios de MRI no se usan en la evaluación rutinaria de niños con posibilidad de autismo porque no son útiles para diagnosticar el autismo.
Tomografía computarizada de emisión de un solo fotón (SPECT por sus siglas en inglés):
La tomografía computarizada de emisión de un solo fotón (SPECT) es una técnica de medicina
nuclear que se ha usado para evaluar el flujo de sangre de una región dentro del cerebro. SPECT
involucra el uso de una cantidad pequeña de materiales trazadores radioactivos (radioisótopos). Estos pueden ser inyectados o inhalados. Los radioisótopos circulan por la
sangre hacia el cerebro y las imágenes del flujo de sangre cerebral se obtienen usando una
cámara especial que mide las emisiones de los fotones de los radioisótopos. Las personas tienen que permanecer inmóviles durante
4 o 5 minutos mientras se registran las imágenes; por lo tanto, muchas veces se necesita anestesia para poder realizar la
prueba de SPECT en niños pequeños y personas no cooperativas.
Evaluación del estado inmunológico:
No se ha encontrado evidencia adecuada de que las pruebas inmunológicas sean
beneficiosas en modo alguno para ayudar a diagnosticar el autismo y planificar los tratamientos o evaluar los resultados de las
intervenciones. Por lo tanto no se recomienda el uso de pruebas inmunológicas para la
evaluación rutinaria de niños pequeños con autismo potencial.
Una función importante del sistema inmunológico es identificar materiales extraños en el cuerpo que pueden ser dañinos (tales como virus o bacterias) y defender al cuerpo contra estos elementos extraños. Una teoría
debatible sugiere que el autismo puede ser causado o empeorado por las reacciones inmunes, ya sea ante elementos extraños en el
cuerpo (tales como los virus) o ante los tejidos propios de una persona (conocido como la
reacción autoinmune).
Ningún estudio ha generado pruebas positivas de que el autismo sea causado o esté
relacionado de algún otro modo con el sistema inmunológico.
Alergia a alimentos y evaluación
de dietas:
No se ha descubierto ninguna prueba de que las alergias o cualquier alimento específico
tal como la lactosa o el gluten de trigo causen o empeoren el autismo. Por lo tanto no se
recomiendan las pruebas de alergias a alimentos en la evaluación rutinaria de los
niños con autismo potencial. Algunas veces se recomienda que se hagan pruebas de alergia en
niños con autismo. Una alergia es una reacción del sistema inmunológico a un material
extraño específico en el ambiente.
Las alergias no son hereditarias, se contraen. Cuando una persona está expuesta a ciertas materias, puede sensibilizarse y luego
desarrollar reacciones alérgicas cuando está expuesta nuevamente a esa sustancia. Los tipos más comunes de las condiciones
alérgicas son rinitis alérgica (catarro primaveral) y el asma alérgica.
También pueden producirse reacciones alérgicas ante una variedad de alimentos. Sin
embargo, en los niños pequeños las alergias a los alimentos son menos comunes que el catarro primaveral o el asma alérgico.
Algunas veces se recomiendan dietas de eliminación como método para detectar las alergias a alimentos. Las mismas suponen
eliminar ciertos alimentos de la dieta que pudieran ser la causa de los problemas alérgicos. Después de que estos alimentos se hayan eliminado durante varias semanas,
cada uno de los alimentos eliminados se incluye nuevamente en la dieta uno a la vez (se le llama el desafío de alimentos).
Las pruebas de alergia a alimentos pueden ser beneficiosas en algunos niños si existe una
inquietud sobre alergias. Sin embargo, no existen pruebas evidentes de que los niños con
autismo sean más propensos a padecer de alergias a alimentos u otras que los niños que no padecen de autismo. Se recomienda que los niños con la posibilidad de autismo no sean
tratados de modo diferente a otros niños en cuanto a la evaluación de alergias a alimentos.
Evaluación de metabolitos de ácido orgánico (levadura):
No se ha descubierto evidencia positiva que apoye la teoría de que una proliferación excesiva de la levadura en la vía intestinal puede causar o empeorar el autismo. Por lo
tanto no se recomiendan las pruebas de ácidos orgánicos específicos en la orina (o cualquier otra prueba que pretenda identificar una
proliferación excesiva de levadura en la vía intestinal) como parte de la evaluación rutinaria de los niños con posibilidad de autismo.
Este método de evaluación implica el análisis en laboratorio de una muestra de orina en busca de ácidos orgánicos específicos.
El razonamiento propuesto para dicha prueba se basa en la teoría debatible de que en algunas personas una proliferación excesiva de levadura en la vía intestinal puede causar o empeorar el autismo. Los defensores de esta
teoria sugieren que, en estas personas, la terapia antifúngica puede conllevar mejoras en el autismo.
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Fuentes:
– Síndrome de Asperger. Tratamiento e intervención: Algunas recomendaciones para los padres, por Ami Klin, Ph.D., y Fred R. Volkmar, M.D. Yale Child Study Center. Publicado por la Learning Disabilities Association of America. Marzo de 1996. Traducción: Enrique Vázquez y Cristina Fanlo . Original en Inglés publicado en la página de O.A.S.I.S.: https://udel.edu/bkirby/Asperger/Aspergerpapers.html
– Orientaciones generales para el manejo del comportamiento no deseado de la persona con Asperger.
https://mundoasperger.com/2017/07/orientaciones-generales-para-el-manejo.html
– Todo diagnóstico implica un pronóstico: https://mundoasperger.com/2017/08/todo-diagnostico-implica-un-pronostico.html
– Etiología (causas) del síndrome de Asperger. https://mundoasperger.com/2016/12/etilogia-de-los-trastornos-del-espectro.html?m=1
– Cristina Abad Sanz, Josep Artigas Pallares et alii. Grupo de Trabajo de la GPC. Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos del Espectro Autista en Atención Primaria. Definición, manifestaciones clínicas y clasificaciones. 2010
– Sánchez-Pardíñez, Sacha. Mundo Asperger y otros mundos, capítulo de etiología, Valencia, 2016.
– Normas de práctica clínica. Guía rápida de consulta para padres y profesionales. Niños de 0 a 3 años. Departamento de salud de Nueva York: https://www.health.ny.gov/publications/5307.pdf