
Combatir mitos en torno a Asperger y autismo.
No es verdad que todos los niños con autismo sean pequeños genios o no les guste recibir afecto. Estas son dos ideas erróneas a las que ha contribuido el cine y la televisión y que no logramos erradicar por la carencia de información que existe sobre los trastornos del espectro autista.
Melisa Tuya, periodista y madre de un niño con autismo habla, en el vídeo que tienen un poco más abajo, con la psicóloga Diana Bohórquez, que trabaja con personas que tienen síndrome de Asperger.
Intentan entre las dos aclarar lo importante que es combatir los mitos y las presuposiciones falsas sobre estas personas y Tuya explica la importancia de que tiene este tema al que muchos no le dan importancia. Asegura que, respecto a las falsedades que se difunden y las creencias erróneas que la gente tiene sobre los trastornos del espectro autista (TEA), las personas con Asperger son, probablemente, quienes aún tienen más por combatir.
Por su parte, Bohórdez explica que el hecho de que todo el mundo crea que a priori que todas las personas con Asperger tienen una capacidad especial (en cualquier área) es un gran problema porque, esta conjunción de Asperger con habilidades excepcionales, se da solo en algunas ocasiones.
Las personas que tienen síndrome de Asperger suelen tener una gran retención de pequeños detalles (pero poca memoria para el conjunto y la globalidad), y están muy interesados en una o varias temáticas en las que se suelen especializar (y tampoco todos lo hacen), pero la mayoría no sobresale en nada y encima sufre graves problemas en la interacción social, desconcierto, tristeza, ansiedad, soledad…
Bohórdez no cree que las habilidades excepcionales estén directamente ligadas con la condición de Asperger sino que en algunas personas se produce esa conjunción de rasgos (pero no en todas).
Ambas mujeres hablan del hecho de que personajes de ficción han ayudado a dar a conocer el síndrome de Asperger pero también de que esto ha creado una visión sesgada de cómo se manifiesta y qué supone, al igual que sucede con el mito de que personajes históricos de éxito tenían Asperger.
Como ya hemos dicho muchas veces en este blog no se crean eso de que Einstein, Da Vinci, Darwin, Beethoven, etc. tenían síndrome de Asperger. A ver… ¿Quién les hizo el diagnóstico? ¿Dónde hay un solo documento en el que se mencione que tienen esta dificultad? ¿Acaso en el momento en el que vivieron se conocía la existencia del síndrome de Asperger?
Esto quiere decir que cuando les asignamos un síndrome de Asperger estamos haciendo un diagnóstico de presunción y, por tanto, contribuyendo a difundir un mito.
Destaca Bohórdez que la parte importante, de todos modos, no es que las personas con Asperger pasen incluso años sin recibir un diagnóstico porque saben hablar, o saben leer, o saben… muchas cosas, rasgos y dificultades que algunos profesionales de la salud suponen que son propias de todo el espectro autista y que ellos y ellas no reúnen. Lo importante, en todo caso, sería hacer una adaptación y un apoyo para permitirles desarrollarse.
En el día a día las personas con Asperger y con autismo se merecen respecto, que no pensemos que las dificultades del Asperger «no son tan dificultades».
Es fundamental para salir adelante que no se creen falsas expectativas respecto a la persona con Asperger (o con autismo) y que a la vez se le brinde el apoyo y la ayuda que necesiten.
Convivir con el autismo o con el Asperger implica también una importante labor de concienciación en la sociedad, hacer saber que muchas cosas diferencian a las personas con TEA entre ellas pero que también tienen cosas en común, puntos fuertes y puntos débiles, y a la vez tienen muchos puntos en común con las personas sin TEA y que, aunque todos somos diferentes, no hay que olvidar que todos tenemos los mismos derechos con o sin autismo/Asperger.