
La falta de autocontrol en el Asperger. Habilidades adaptativas.
La falta de autocontrol hace que no fiscalicemos nuestras emociones o, dicho de otro modo, que las emociones nos controlen a nosotros y las personas, como actores de nuestra propia existencia, manejamos nuestra felicidad de acuerdo a la interpretación subjetiva que hacemos de nuestra vida.
Si las sensaciones y los sentimientos provienen de las emociones el control de los pensamientos supondría el control emocional. Por tanto los desequilibrios emocionales retrasan el propio crecimiento personal y solo finalizan con la aceptación. Además, la inestabilidad emocional suele producirse por los altibajos de ánimo a veces sin motivo o por causas insignificantes.
Al final el sentimiento destructivo que provoca la inestabilidad emocional se irradia hacia cualquier parcela de la vida poniendo a prueba el umbral de tolerancia a la frustración de la persona con SA.
Las personas inestables oscilan fácilmente entre la alegría y la tristeza, la aceptación y el rechazo e incluso entre la sorpresa y la ira, y esos cambios de ánimo en la persona con SA pueden ser progresivos o pueden producirse explosivamente. De una forma u otra provocan, al final, ansiedad, así que la tolerancia a la frustración y el manejo del autocontrol serán también pilares básicos de la intervención en las personas con síndrome de Asperger de cualquier edad.
Las personas con Asperger poseen con frecuencia muchas capacidades cognitivas e intereses que pueden ser utilizados de modo ventajoso en situaciones específicas. Así que deben enseñarse de modo explícito habilidades adaptativas que aumenten la autosuficiencia, sin dar por sentado que con explicaciones generales basta, y sin dar por hecho que la persona con SA va a ser capaz de generalizar de una situación concreta a situaciones parecidas.
Conviene, pues, que se enfoquen las situaciones problemáticas que ocurren a menudo enseñando a la persona la secuencia exacta de las acciones apropiadas que tendrán por resultado un comportamiento efectivo. El perfil neuropsicológico de puntos fuertes y débiles de la persona con Asperger ha de servir de base para establecer líneas de enseñanza adicionales, por ejemplo, la conexión entre experiencias concretas que sean frustrantes o que provoquen ansiedad y los sentimientos negativos ha de ser enseñada a la persona con SA de un modo concreto, mostrando la causa-efecto, para que sea capaz de aprender gradualmente a discernir sus propios sentimientos. Asimismo, la conciencia del impacto de sus acciones sobre otra gente debe ser fomentada.
Sus limitaciones características de introspección y autorreflejo con respecto a los demás impiden frecuentemente un autoajuste espontáneo a las demandas sociales e interpersonales. La práctica de la comunicación y las habilidades sociales no significa que la persona adquiera espontaneidad y naturalidad comunicativa o social. Sin embrago, prepara mejor a la persona con SA para enfrentarse a las expectativas sociales e interpersonales, aumentando su atractivo como interlocutores en una conversación, o como amigos o compañeros potenciales.
A continuación se muestran algunas sugerencias para fomentar habilidades significativas en esta importante área: Deben enseñarse y practicarse repetidamente las instrucciones verbales explícitas acerca de cómo interpretar el comportamiento social de otras personas.
El significado del contacto ocular, una mirada intensa, las diversas inflexiones y tonos de voz, los gestos faciales y con las manos, las comunicaciones no literales tales como el humos, el lenguaje figurativo, la ironía, el sarcasmo y la metáfora han de ser enseñados de un modo similar no muy distinto del aprendizaje de una lengua extranjera, esto es, todos los elementos han de hacerse explícitos mediante explicaciones verbales, y han de ser ejercitados de forma apropiada y repetitiva.
Los mismos principios han de guiar el entrenamiento de las habilidades expresivas de la persona. Las situaciones concretas han de ser practicadas en un entorno terapéutico y puestas a prueba en situaciones que se dan de modo natural.
Todos los que están en contacto cercano con la persona con SA deben conocer el programa, para aumentar la consistencia, el control y los refuerzos contingentes. Es especialmente importante que los encuentros con personas desconocidas (por ejemplo, ser presentado a alguien) se ensayen hasta que la persona con SA sea consciente del impacto de su comportamiento sobre las reacciones de las otras personas hacia él. Deben incorporarse en este programa técnicas tales como practicar delante de un espejo, escuchar una conversación grabada, mirar un comportamiento que se ha grabado en vídeo, etc.