
El trastorno de la comunicación que supone la tartamudez.
El tartamudeo es un trastorno del habla caracterizado por una ruptura en la fluidez, en el que los sonidos, sílabas o palabras pueden ser repetidas o prolongadas.
La tartamudez es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del lenguaje) que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Se trata de la expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos, psicológicos y sociales cuyos efectos psicológicos pueden ser graves, afectando el estado de ánimo de la persona de forma continua.
Además, la tartamudez es una discapacidad muy estigmatizada donde continuamente se cuestiona la inteligencia y habilidad emocional. Falsedades.
Sentimientos que son comunes, y muchas veces severos, en las personas que tartamudean son vergüenza, miedo, ansiedad, enojo y frustración.
Comienza entre el segundo y cuarto año de vida, aunque se suele confundir con las dificultades propias de la edad a la hora de hablar. Al final, solo uno de cada 20 niños acaba tartamudeando y muchos de ellos superan el trastorno en la adolescencia (menos del 1% de los adultos tartamudea). La tartamudez es de tres a cuatro veces más común en hombres que en mujeres.
Aún no se ha encontrado una causa específica para este desorden: a pesar de creencias populares la tartamudez no está asociada con la ansiedad ni es un efecto de ella para su desarrollo; sin embargo, sí genera ansiedad.
La reacción del entorno del afectado es importante para la aparición de numerosos síntomas físicos asociados a la tartamudez, sobre todo en los primeros años de manifestación.

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