
Retos específicos de estudiantes con diversidad funcional.
Muchos de los muchachos y muchachas con algún trastorno del espectro autista acuden a terapia, a centros de atención temprana, a talleres específicos, a la consulta de psicopedagogos, etc. y todos esos servicios son completamente privados (salvo contadísimas excepciones).
Se presupone que sus necesidades quedarán cubiertas en el entorno escolar así que sus terapias individuales, talleres de habilidades sociales y demás acaban siendo costeados de forma privada en todos los casos. El niño con Asperger o cualquier otro TEA demanda mayor tiempo y atención de los padres, que se restan de lo que antes dedicaban a otras actividades porque, en la práctica, los colegios no están preparados para asumir las necesidades educativas especiales de estos estudiantes y son los padres quienes les proporcionan la atención familiar y profesional que requieren.
El padre que se hace cargo del cuidado del niño se siente con frecuencia sobrecargado, incapaz de relacionarse con otros padres y paralizado. Compartir la carga entre los padres y otros miembros de la familia ayuda a reducir estos sentimientos paralizantes aunque se tengan que cambiar las rutinas y horarios de toda la familia para tener tiempo de atender al hijo. Establecer una rutina estructurada paras las actividades del niño ayuda no solo al niño sino a toda la familia.
Muchos de los niños con TEA requerirán apoyo constante para resolver adecuadamente las situaciones con las que se encuentran en el entorno escolar, así que, además del apoyo familiar, y el terapéutico, para favorecer el desarrollo personal y social de cada niño será necesario que la intervención psicoeducativa ofrezca las respuestas individuales en función de los procesos de enseñanza-aprendizaje y teniendo en cuenta la adaptación decada niño individualmente y la adecuación a su contexto.
Se trata de que el niño pueda cumplir objetivos – tanto académicos como sociales – y lograr su inclusión educativa.
Para esto, de acuerdo, con Clelia Reboredo, es necesario que:
• El niño sea considerado núcleo fundamental del proceso de enseñanza.
• Los docentes tengan una formación adecuada y específica.
• Se trabaje en colaboración con los equipos profesionales.
• Se mantengan relaciones permanentes y colaborativas con la familia y la comunidad.
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Fuentes, referencias y bibliografía:
– libro: «TEA guía práctica para educadores» de Clelia Reboredo.
– Libro «Mundo Asperger y otros mundos», de Sacha Sánchez-Pardíñez. El libro digital está disponible en: https://www.amazon.es/Mundo-Asperger-y-otros-mundos-ebook/dp/B07H2WW5N2
– Libro «Síndrome de Asperger. Síndrome invisible». 2013, Sánchez-Pardíñez, S., Psylicom Ediciones, colección de materiales para TEA.