
Que los niños sean niños.
Este cartel debería ser obligatorio en la puerta de todos los pabellones deportivos, gimnasios, colegios, guarderías, campos de fútbol, canchas de bàsquet, clubs de ajedrez, escenarios, teatros, pasarelas…
Dejad que los niños ¡sean niños! Que fabriquen sus propios sueños y tengan sus propias ambiciones.