
¿Hay mayor prevalencia entre hombres con TEA?
Si las mujeres están afectadas por el autismo del mismo modo en que lo están sus compañeros varones, sin embargo, tienen un desafío doble por los prejuicios añadidos que la sociedad impone al género femenino. ¿Hay mayor prevalencia entre hombres con TEA?
Los trastornos del espectro autista son más prevalentes en los varones que en las mujeres y la proporción puede variar desde 1,4 a 1 hasta 15,7 a 1, dependiendo de las muestras analizadas. La menor diferencia se ha relacionado con quienes manifiestan además discapacidad intelectual asociada y se acepta que en esos casos las mujeres se afectan mucho más gravemente.
Las chicas suelen ser más sociales y, por tanto, sus síntomas son menos visibles, por lo que es posible que no existan tales diferencias de prevalencia y que la diferencia esté, sencillamente, en el diagnóstico.
Los trastornos del espectro autista son una alteración neurológica que afecta al funcionamiento del cerebro, resultando en problemas con la comunicación y la interacción social, patrones anormales de comportamiento, y a menudo, déficits intelectuales.
Aunque de forma general se afirma que el autismo y otros trastornos del espectro son mucho más comunes en niños que en niñas muchos profesionales piensan que la incidencia del Asperger no varía tanto entre sexos y que existe una mayor paridad. Muchas niñas y adolescentes con síndrome de Asperger pasan desapercibidas y no son diagnosticadas porque existe un cierto comportamiento relacionado con el género, de base social, que podría hacernos excluir el diagnóstico en la mujer.
La teoría del cerebro masculino extremo, el factor protector femenino, variantes en la plasticidad cerebral y factores genéticos y epigenéticos, entre otros, se evocan como posibles hipótesis que justifican esta menor prevalencia y las variantes clínicas en las chicas. La teoría del cerebro masculino extremo del investigador del autismo Simon Baron-Cohen argumenta que los cerebros masculinos tienden a sistematizar, reconocer y analizar patrones y datos, que están más interesados en los patrones y son más rápidos en detectarlos en sistemas naturales, matemáticos o mecánicos mientras que los cerebros femeninos son mejores en la empatía, más afinadas al estado emocional de los demás.
Esta teoría dice que las personas con autismo poseen cerebros masculinos extremos ya que sus habilidades de sistematización están hiper desarrolladas.
Es decir, los hombres y las mujeres con autismo son buenos sistematizadores, pero menos empatizadores según Baron-Cohen.
Él sugiere que el autismo está relacionado con la sobreexposición a la testosterona mientras se está en el útero. Pero la teoría de Baron-Cohen ha sido criticada por otros científicos (1), sobre todo porque se alimenta de estereotipos neurosexistas sobre cerebros masculinos y femeninos. «La idea de que las personas con autismo carecen de empatía está mal«, dice David Skuse , presidente de ciencias del comportamiento y del cerebro en el University College de Londres. «Las personas con autismo pueden sentir el dolor de los demás, pero son más lentos para procesar esta emoción», dice. Simon Baron-Cohen , director del Centro de Investigación del Autismo en Cambridge, Reino Unido, propuso la hipótesis del cerebro masculino extremo hace más de una década como una explicación de por qué cuatro veces más niños que niñas son diagnosticados con autismo.
Efecto del diagnóstico Asperger en la mujer adulta.
El autismo, con sus particulares efectos sobre la personalidad, ocasiona que uno parezca más racional y menos emocionalmente comunicativo o empático hacia los demás, así que las mujeres con autismo señalan que estas expectativas pueden tener un peso aún mayor sobre ellas precisamente porque son mujeres. Obtener el diagnóstico en la mujer de edad adulta puede suponer un mejor conocimiento de sí misma y la comprensión de sí misma, así como una mayor comprensión por parte de los miembros de la familia, amigos, colegas de trabajo y parejas.
– Síndrome de Asperger, por Digby Tantam, Profesor de Psicoterapia Hospital Walsgrave
– De la Iglesia Gutiérrez, Myriam y José-Sixto Olivar Parra, Autismo y Síndrome de Asperger. Trastornos del espectro autista de alto funcionamiento. Editorial CEPE. Madrid, 2007
– Ineurofeedback. https://ineurofeedback.com/Asperger/curiosidades-autismo-Asperger-2017/#eaeO6bEGmbjXf19P.99
– Libro Mundo Asperger y otros mundos, de Sacha Sánchez-Pardíñez; disponible en: https://amazon.es/gp/product/B017IMQFYW?%2AVersion%2A=1&%2Aentries%2A=0
– Revista Neurología, https://neurologia.com/sec/resumen.php?or=web&i=e&id=2016009. Este trabajo se propone analizar los aspectos clínicos y evolutivos, la variabilidad de expresión en las mujeres en relación con los varones, y algunas de las posibles bases neurobiológicas y genéticas que justifican la mayor prevalencia y las diferencias de expresión.
– Las distintas formas de autismo y sus formas genéticas. Fernández toral y Llano Rivas.
– Baron-Cohen, S. Autismo y síndrome de Asperger. 2010, Alianza editorial.