La manera de entender la discapacidad ha cambiado a lo largo del tiempo de la misma manera que han ido cambiando las palabras que utilizamos para definirla. Para empezar, es interesante destacar que hay tres términos que parecen ser iguales pero que no dicen lo mismo:
1) Deficiencia: es la causa física u orgánica: que puede ser la lesión cerebral, la anomalía en los cromosomas, etc. Puramente, sería el defecto, si lo pudiéramos ver. Según el diccionario deficiencia es:
– Estado o cualidad de la cosa o persona que es deficiente. «deficiencia mental; la deficiencia del sistema es debida al mal uso por parte del público.»;
– Defecto o imperfección que tiene una cosa, especialmente por la carencia de algo, por ejemplo «no pueden disimular las graves deficiencias del espectáculo; los ciegos suelen desarrollar enormemente los sentidos del oído y el tacto para suplir su deficiencia visual; un exceso de calor o de frío origina una deficiencia de rendimiento en los animales.»
El término, que proviene del vocablo latino deficientia, también puede referirse a la carencia de una cierta propiedad que es característica de algo. La deficiencia motriz, es la deficiencia neuronal que produce problemas en la locomoción (los movimientos) de la persona.
Quienes sufren esta disfunción tienen dificultades de diversos grados para desplazarse o para coordinar sus movimientos. La deficiencia de la hormona de crecimiento, por último, surge cuando el sujeto no logra producir la cantidad apropiada de la denominada hormona de crecimiento. Diversas estadísticas sostienen que este desequilibrio afecta a cerca de uno de cada cuatro mil niños.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud se define deficiencia como: desajustes en la forma de comportarse que dejan en evidencia un anormal funcionamiento del intelecto, inferior a lo normal que se espera dada la edad y sexualidad de la persona. 2) Discapacidad: es el efecto que esta causa orgánica tiene en el funcionamiento normal del cuerpo: es lo que no nos permite hacer lo que hacen las otras personas, como caminar, por ejemplo. Lo normal en el caso del síndrome de Asperger es que se obtenga un certificado de discapacidad temporal que debe renovarse cada cuatro o cinco años hasta que se obtiene la mayoría de edad. Cada renovación requiere la visita al tribunal médico y la aportación de toda la documentación que se pueda adjuntar sobre el diagnóstico, la terapia y las necesidades especiales de la persona para la que se solicita la discapacidad.
Por lo general el síndrome de Asperger tiene asociado un determinado grado de minusvalía (entre el 33 y el 36%, a veces más porcentaje si se suman otros trastornos al principal) y esto nos puede servir para defender los derechos de nuestro/a hijo/a en caso de necesitar un cambio de colegio, reclamar su acceso a prestaciones por discapacidad, solicitar un dictamen de escolarización, etc.
No se considera a una persona discapacitada si tiene un porcentaje menor del 33% pero si se obtiene un porcentaje igual, o algo más alto, con el certificado de discapacidad se puede acceder a otros servicios y ayudas tanto nacionales como regionales. Discapacidad, según la Organización Mundial de la salud es, pues, cualquier restricción o funcionamiento anormal en los aspectos fisiológicos, anatómicos o psicológicos del organismo (pérdida de memoria, algún sentido o miembro). 3) Minusvalía: son los efectos que tiene la discapacidad a nivel social: por ejemplo, no poder utilizar el columpio de un parque debido a la parálisis cerebral y la falta de control del tronco.
La Organización Mundial de la Salud define minusvalía como: situación en la que un individuo se encuentra en desventaja con respecto a otro a causa de una discapacidad que le impide desempeñar cómodamente su rol social. (Imposibilidad de encontrar trabajo, relaciones sociales, estado de ansiedad o depresión).
Pese a la aceptación de estas definiciones, algunos especialistas sostienen que por ejemplo el término minusvalía podría ser nocivo dado que hace referencia a una validez menor, por esta razón, muchos colectivos buscan definiciones a esta incapacidad con connotaciones positivas, como lo es “capacidad diferente” en lugar de “discapacidad”.
Vídeo: «Discapacidad, poder distinto: ¿Cómo vive la discapacidad una persona con parálisis cerebral que trabaja de ayudar a otros?» Constanza Orbaiz es psicopedagoga y comparte su perspectiva sobre la discapacidad y la inclusión. Créditos de TEDxRiodelaPlata.