
Dificultad e importancia de distinguir un TEA de un TDAH.
Rv. Aunque los criterios diagnósticos no muestran coincidencias las características del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) como los problemas de atención, exceso de actividad e impulsividad, suelen aparecer también en el Asperger y autismo y hay conductas características de los TEA (trastornos del espectro autista) como pobres habilidades sociales o dificultades pragmáticas que están presentes en el TDAH, conectadas a los déficits en control inhibitorio o en memoria de trabajo.
De ahí que, a menudo, distinguir diagnósticamente si se trata de un caso de TDAH o de un TEA sea de enorme complejidad para los profesionales.
La problemática para diferenciar específicamente un TDAH y el síndrome de Asperger surge en los primeros años, cuando el menor muestra una dificultad para interpretar los sentimientos de los demás o mostrar esa interpretación y, a veces, padece cierto problema para centrar su atención o muestra una conducta hiperactivo-impulsiva.
Especialmente durante la etapa preescolar muchos niños Asperger o TDAH pueden tener un desarrollo casi idéntico:
– Son niños a los que les cuesta interrelacionarse con otros niños.
– Les resulta difícil recortar y colorear.
– No utilizan rutinas sociales como “hola” y “adiós”.
– Suelen tener muchas rabietas.
Los menores con TDAH tienen escasos recursos lingüísticos, ahorran palabras o fragmentos enteros de información y resultan a veces incoherentes; alteran el orden lógico de la oración y producen discursos confusos; cometen varias veces el mismo error, son renuentes a mejorar su estilo, suelen cometer errores fonológicos de reemplazo y sustitución de inversión, muestran un trastorno de la organización secuencial y temporal de los fonemas, regulan mal la velocidad e intensidad del discurso, etc. En cuanto a sus características sociales destaca que no escuchan al interlocutor, no tienen sentido de la oportunidad, no corrigen errores, abortan conversaciones, intentan imponerse por la autoridad del grito o el insulto y no saben cómo explicar sus sentimientos.
Un niño con TDAH puede tener problemas de sociabilización por diversos motivos.
Una de las grandes razones es por su impulsividad pero también destacan: el reclamo constante e inadecuado de atención social, el escaso conocimiento de sí mismo, la dificultad en el reconocimiento y regulación de sus propias reacciones emocionales, la sobre-personalización de las acciones de los otros y su dificultad para aprender de las experiencias.
Como presentan dificultades de lenguaje son menos eficaces en los procesos de autorregulación conductual porque las tareas lingüísticas requieren niveles altos de atención, inhibición, memoria de trabajo, planificación y organización, que son aspectos en los que estas personas se presentan deficitarias.
Puesto que en los niños y niñas con síndrome de Asperger se presentan dificultades en la pragmática conversacional (como el no saber cuándo iniciar la conversación o cuándo parar de hablar, cuándo tienen el turno de palabra, cómo introducirse en una conversación que ya se había inciado, etc.) algunos rasgos del menor con TDAH y del menos con síndrome de Asperger se podrían confundir con mucha facilidad.
Al mismo tiempo estos pequeños destacan en algunas disciplinas:
– Suelen ser muy buenos con los puzzles y juegos de construcción.
– No suelen pedir ayuda.
– No les gusta el colegio porque sufren rechazo.
– Son excelentes para la música.
El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista (TEA) tienen un impacto negativo en las personas que los sufren y en sus familias por su gravedad y persistencia a lo largo del ciclo vital.» (Biblioteca Brincar). |
Las condiciones negativas que acarrea el TEA + TDAH exigen el despliegue de múltiples recursos comunitarios con terapias farmacológicas y psicoeducativas diferentes a las que requieren los dos trastornos por separado.
Los profesionales deberán evaluar la presencia de sintomatología de TDAH en pacientes con TEA para determinar el tratamiento con más posibilidades de eficacia.
Desafortunadamente, a pesar de los datos sobre gravedad y número de comorbilidades, un número muy significativo de jóvenes con TEA + TDAH no está recibiendo tratamiento. Una particularidad de la comorbilidad del TEA y el TDAH es que en un 30% de los casos la respuesta a los estimulantes, tratamiento tradicional del TDAH es negativa, con un incremento de la irritabilidad y la excitabilidad.
Los síntomas del TDAH son tan abiertos a la interpretación que es difícil de precisar quién lo tiene y quién no y la sobremedicación es rampante en ellos (aunque lo cierto es que resulta útil para tratar los síntomas de quienes verdaderamente tienen TDAH).
Sin embargo, incluso sin medicación, es posible mitigar o eliminar las consecuencias negativas o síntomas que produce este trastorno ya que existen varios factores que ayudan a una buena evolución como el diagnóstico precoz, una educación coherente y competente por parte de los padres o la transmisión de valores positivos y estabilidad familiar.
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«Además de experimentar más problemas sociales, conductas desadaptadas, estereotipadas y repetitivas, los niños con TEA + TDAH tienen más retrasos cognitivos que los niños con solo TEA (61% frente a 25%)». (Biblioteca Brincar).
Fuentes:
– El trastorno por déficit de atención (TDAH) en la población pediátrica: https://mundoasperger.com/2017/08/el-trastorno-por-deficit-de-atencion.html
– Ygual-Fernández, Miranda-Casas y Cervera-Mérida, «Lenguaje y TDAH». En Trastornos del lenguaje, Fernando Mulas editor.
– A través de la Clínica Neurometrics y la Fundación Cadah: R. Caballero Andaluz, “Comorbilidad y diagnóstico diferencial en el Sindrome de Asperger“.
– J. Artigas-Pallares, K. Gacria Nonell. E. Rigau Ratera. “Comorbilidad en el TDAH”.
– El TDAH y tú, Periodico digital 20 minutos: https://tdahytu.es/
– IV Jornadas «Experiencias de apoyo al éxito educativo y la convivencia» de Fanuesca.org: https://fanuesca.org
– A través de la Clínica Neurometrics y la Fundación Cadah: R. Caballero Andaluz, “Comorbilidad y diagnóstico diferencial en el Sindrome de Asperger“.
– J. Artigas-Pallares, K. Gacria Nonell. E. Rigau Ratera. “Comorbilidad en el TDAH”.