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Las teorías de Lorna Wing sobre el continuo autista.

La hipótesis de un continuo autista fue propuesta por Wing para recoger y explicar los distintos grados de afectación en la interacción social, la comunicación y la imaginación, de modo que en un extremo del continuo se situaría el desarrollo normal y en el otro extremo el autismo clásico (o síndrome de Kanner). Con esta aportación se empieza a considerar el autismo como un continuo en el que se altera cualitativamente un conjunto de dimensiones: los trastornos de la relación social; el trastorno de la comunicación y la falta de flexibilidad mental. Gracias a Wing el Asperger se ha ubicado entre los trastornos del desarrollo en general y en el espectro del trastorno autista en particular.

Judith Gould y Lorna Wing en los años 70 llegaron a la conclusión de que existe un continuo autista. En 1981 Lorna Wing usó el término “síndrome de Asperger” por primera vez para describir a un subgrupo de pacientes dentro del continuo autista en la revista Psychological Medicine, editada por la prestigiosa Universidad de Cambridge.
El artítulo se titulaba «Síndrome de Asperger: un informe clínico». Gracias a ella el término llegó a ser usado ampliamente en el mundo de habla inglesa en donde los estudios de Hans Asperger habían sido ampliamente ignorados.
«Lorna Wing fue la primera persona que uso el término síndrome de Asperger en un artículo publicado en 1981. Ella describía a un grupo de niños y adultos que tenían unas características muy parecidas en sus habilidades y conducta a la descrita originalmente por el pediatra vienés Hans Asperger que, en su tesis doctoral, publicada en 1944, describe cuatro chicos con unas habilidades sociales, lingüísticas y cognitivas nada habituales. Asperger usó el término “psicopatología autista” para describir lo que consideraba una forma de desorden de la personalidad. Es interesante que usaba el término “autista” al igual que su compatriota Leo Kanner, quien había publicado en los Estados Unidos otra descripción de niños autistas. Ambos autores describieron modelos similares de síntomas y usaron el mismo término. (…) Lorna Wing se interesó por algunos niños que, teniendo las clásicas características autísticas cuando eran muy pequeños, desarrollaban un lenguaje fluido y un deseo de socializarse. Por un lado progresaban mas allá de los diagnósticos del autismo clásico (de acuerdo con los criterios de los trabajos de Kanner) y, por otro lado, tenían todavía grandes problemas con las destrezas sociales más complicadas y la conversación. Estos niños tenían un parecido mucho más exacto a las primeras descripciones de Hans Asperger.» Tony Atwood en Síndrome de Asperger. Una guía para padres y profesionales; libro que puede descargar AQUÍ.

Lorna Wing describió en 1983 las principales características clínicas del síndrome de Asperger como:
– Carencia de empatía (esto no es exactamente así sino que por la forma especial de mostrar sus sentimientos se ha pensado durante mucho tiempo que las personas en el espectro autista no tienen sentimientos).
– Interacción ingenua, sencilla, inapropiada y de una sola dirección.
– Sin amigos o con muy poca habilidad para tener amigos.
– Lenguaje pedante y repetitivo.
– Comunicación no verbal muy pobre.
– Intensa absorción por determinados temas.
– Movimientos torpes y poco coordinados, además de posturas extrañas.

Wing publicó una revisión del trabajo de Asperger describiendo el síndrome con el objetivo de extender los límites diagnósticos del autismo, incluyendo justo a ese grupo de personas que manifiestan un trastorno social primario, de naturaleza autista, pero que no cumplen la totalidad de criterios diagnósticos del autismo.

Estas personas, las que tendrían el síndrome de Asperger, se caracterizarían por tanto por: 

1. Una interacción social inapropiada con rasgos ingenuos y unipolares. No hay empatía ni reciprocidad. La capacidad para hacer amigos se encuentra muy limitada y en algunos casos es incapaz de establecer lazos afectivos.
2. Habla: no se observa retraso en su inicio; sin embargo el contenido es extraño, pedante y estereotipado. La comunicación verbal es poca o nula. Se pueden observar voz monótona, gestos inapropiados o poca expresión facial.
3. Presentan resistencia al cambio y gusto por actividades repetitivas.
4. Sus movimientos o posturas son extraños y mal coordinados. En algunas ocasiones, sus movimientos son estereotipados.
5. Presentan buena memoria de repetición, intereses especiales y muy limitados.
Con los años se han revisado a conciencia estas afirmaciones de Wing descubriéndose que no son así exactamente pero de esta forma es como ella las describió en su momento.
Si quiere conocer una revisión crítica lea el artículo publicado en este mismo blog el 4 de Mayo de 2018 bajo el título «Una revisión crítica a las teorías de Lorna Wing sobre el continuo autista.»
Ilustración de Juan Pablo Camargo Velez

De acuerdo a su hipótesis las personas con  síndrome de Asperger no presentarían problemas en uno de los tres elementos de la tríada (las dificultades de comunicación y lenguaje) y tendrían un desarrollo cognoscitivo conservado. Habría afectación, no obstante, en la interacción social y por la aparición de un modelo restringido de actividades e interés.

El síndrome de Asperger fue oficialmente reconocido en el Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales (DSM) en su cuarta edición, en 1994. Este manual , que se usa a nivel internacional para el diagnóstico de enfermedades y problemas psicológicos, psiquiátricos y mentales se revisa con cierta regularidad ya que constantemente se describen nuevos trastornos. Está actualmente en su quinta edición, en la que la categoría de “síndrome de Asperger” ha desaparecido como entidad diferenciada pasando a formar parte de los trastornos del espectro autista (TEA) en los que el nivel de afectación y las ayudas que se requieran determinarán la gravedad del trastorno (nivel 1, nivel 2 o nivel 3).

La anterior edición del citado manual diagnóstico recogía como trastornos diferentes, pero agrupados en la categoría de “trastornos generales del desarrollo,” el Asperger, el autismo de Kanner, el síndrome de Rett, el desintegrativo infantil y el trastorno general del desarrollo no especificado y, por ello, se aproximaba más a la clasificación internacional de la Organización Mundial de la Salud, conocida como CIE, que en su actual edición (la décima) agrupa bajo un epígrafe genérico de trastornos generales del desarrollo (TGD) al autismo infantil; al autismo atípico; el síndrome de Rett; otros trastornos desintegrativos de la infancia; el trastorno hipercinético con retraso mental y movimientos estereotipados; el síndrome de Asperger; otros trastornos generalizados del desarrollo y el trastorno generalizado del desarrollo sin especificación.

Para la CIE-10 los trastornos generales del desarrollo (que aparecen con el código F84) se definen como un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas de las interacciones sociales recíprocas y modalidades de comunicación, así como por un repertorio de intereses y de actividades restringido, estereotipado y repetitivo.
De forma general se considera que los trastornos autistas presentan importantes alteraciones en la comunicación verbal y en la interacción social aunque específicamente el síndrome de Asperger presenta poca alteración verbal y mucha en la interacción social. El DSM4 establecía que las diferencias entre las personas con síndromede Asperger y con AAF, autismo de alto funcionamiento, serían de tipo cuantitativo, relacionadas con el nivel de funcionamiento o con la severidad de los síntomas, pero no de tipo cualitativo.

Estas anomalías responden a la asociación de síntomas conocida con el nombre de Tríada de Wing: trastornos de la comunicación verbal y no verbal, trastornos de las relaciones sociales y áreas de interés restringidas y/o conductas repetitivas ; distinguiendo el síndrome de Asperger de otros trastornos autísticos la riqueza de vocabulario, la dificultad que estas personas parecen tener en la comprensión de cómo los demás piensan o sienten y, más raramente, la coexistencia del desorden con cierta torpeza de movimientos; y compartiendo con esos otros trastornos la dificultad en la comunicación de sentimientos y el fracaso en entender las manifestaciones no verbales de los otros.

LIBROS DE LORNA WING:
1964, Autistic Children
1966, Physiological Measures, Sedative Drugs and Morbid Anxiety, with M.H. Lader
1969, Children Apart: Autistic Children and Their Families
1969, Teaching Autitistic Children: Guidelines for Teachers
1971, Autistic Children: a Guide for Parents
1975, Early Childhood Autism: Clinical, Educational and Social Aspects (editor)
1975, What is Operant conditioning?
1988, Aspects of Autism: Biological Research (editor)
1989, Hospital Closure and the Resettlement of Residents: Case of Darenth Park Mental Handicap Hospital
1995, Autistic Spectrum Disorders: an Aid to Diagnosis
1996, The Autistic
Spectrum: a Guide for Parents and Professionals
2002, Smiling at Shadows: a Mother’s Journey Raising an Autistic Child (with Junee Waites, Helen Swinbourne).

OTROS DOCUMENTOS DE LORNA WING:
– Wing, L. & Gould, J. (1979), «Severe Impairments of Social Interaction and Associated Abnormalities in Children: Epidemiology and Classification», Journal of Autism and Developmental Disorders, 9, pp. 11-29.
– Wing, L. (1980). «Childhood Autism and Social Class: a Question of Selection?», British Journal of Psychiatry, 137, pp. 410-417.
– Wing, L. (1981), «Asperger’s Syndrome: a Clinical Account», Psychological Medicine, 11, pp. 115-130.
– Burgoine, E. & Wing, L. (1983), «Identical triplets with Asperger’s Syndrome», British Journal of Psychiatry, 143, pp. 261-265.
– Wing, L. and Attwood, A. (1987), «Syndromes of Autism and Atypical Development», in Cohen, D. & Donnellan, A. (eds.), Handbook of Autism and Pervasive Disorders, New York, John Wiley & Sons.
– Wing, L. (1991), «The Relationship Between Asperger’s Syndrome and Kanner’s Autism», in Frith, U. (ed.), Autism and Asperger Syndrome, Cambridge, Cambridge University Press.
– Wing, L. (1992), «Manifestations of Social Problems in High Functioning Autistic People», in Schopler, E. & Mesibov, G. (eds.), High Functioning Individuals with Autism, New York, Plenum Press.

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BIBLIOGRAFIA Y FUENTES:
– Autores: Brenda Smith Myles y Richard L. Simpson. Extraído del libro: «Sindrome de Asperger- Guia para educadores y padres». Ed. Pro-ed, Traducción para uso interno de la Página Autismo-España: Cristina Fanlo.
– Mundo Asperger y otros mundos. sacha Sánchez-Pardíñez, Valencia, España, 2016.
– Síndrome de Asperger. Una Guía para Padres y Profesionales; de Tony Attwood que puede descargar AQUÍ.
– Lorna Wing. 1981. Síndrome de Asperger: un informe clínico, en Psychological Medicine, revista de la universidad de Cambridge.

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