
Características de la persona con síndrome de Asperger según su edad.
El niño preescolar:
No existe un cuadro único y uniforme del síndrome de Asperger en los primeros 3-4 años de vida. El cuadro temprano puede ser difícil de distinguir del autismo más típico, lo que sugiere que al evaluar a un niño con autismo y una inteligencia aparentemente normal, no se descarte la posibilidad de que más adelante pueda presentar un cuadro más compatible con un diagnóstico de Asperger.
Otros niños pueden tener retrasos en el desarrollo temprano del lenguaje, con una «recuperación» rápida entre los tres y los cinco años. Por último, algunos de estos niños, en general los más inteligentes, pueden no mostrar ningún retraso en su desarrollo temprano, con la excepción quizás de cierta torpeza motora. Sin embargo, prácticamente en casi todos los casos, si se estudia con detalle al niño entre los tres y los cinco años, se pueden encontrar claves para el diagnóstico. En la mayoría de los casos, una evaluación exhaustiva a esta edad permite por lo menos apuntar hacia un diagnóstico a lo largo del espectro autista.
Aunque estos niños parecen relacionarse de un modo aparentemente normal en su entorno familiar, los problemas aparecen cuando entran en un ambiente preescolar. Estos problemas pueden incluir: una tendencia a evitar interacciones sociales espontáneas o a mostrar habilidades de interacción muy débiles; problemas para mantener conversaciones simples o una tendencia a ser perseverantes o repetitivos al conversar; respuestas verbales raras; preferencia por las rutinas establecidas y dificultades con los cambios; dificultad para regular respuestas sociales o emocionales con enfado, agresión o excesiva ansiedad; hiperactividad; la apariencia de estar «en su pequeño mundo propio» y la tendencia a focalizarse de modo intenso en objetos o sujetos particulares.
Ciertamente, esta lista se parece mucho a la lista de síntomas tempranos en autismo. Sin embargo, comparados con estos niños, el niño con Asperger (AS) parece mostrar un mayor interés social por los adultos y los demás niños, tendrá un lenguaje y una conversación más normales y puede no ser tan obviamente «diferente» de los demás niños. Pueden aparecer áreas en las que tengan habilidades importantes, tales como el reconocimiento de letras y números. memorización mecánica de varios hechos, etc.
Escuela primaria o elemental:
El niño con AS entra frecuentemente en la escuela elemental sin haber sido adecuadamente diagnosticado. En algunos casos, se ha presentado una cierta problemática conductual (hiperactividad, falta de atención,, agresión, rabietas) durante los años preescolares; puede haber existido cierta preocupación sobre la «inmadurez» de sus habilidades sociales e interacciones con sus compañeros; el niño ha podido ser ya considerado como una persona en cierto modo fuera de la norma. Si dichos problemas han sido más severos, se le ha podido aconsejar una educación especial, pero la mayor parte de los niños con AS entran en un entorno escolar normal.
A menudo, durante los primeros años de la escuela elemental, sus progresos académicos son relativamente importantes; por ejemplo, en lectura mecánica suelen ser muy buenos, así como en cálculo, aunque su destreza con el lápiz suele ser considerablemente menor. El profesor se sorprenderá probablemente por las áreas de interés obsesivas del niño, que a menudo entorpecerán el programa de la clase.
La trayectoria a través de la escuela primaria varía considerablemente de un niño a otro, y el conjunto de problemas que se presentan pueden ser leves y de fácil manejo, o bien severos y espinosos, dependiendo de factores tales como el nivel de inteligencia del niño, un tratamiento acertado en la escuela y en casa, el estilo temperamental del niño, y la presencia o ausencia de factores que los complican (hiperactividad / problemas de atención, ansiedad, problemas de aprendizaje, etc.)
Las educación secundaria o clases superiores:
Cuando el niño se cambia a la escuela de grado medio y a la escuela de grado superior, las áreas más difíciles continúan siendo las relacionadas con la adaptación social y de conducta. Paradójicamente, debido a que los niños con AS acuden frecuentemente a centros escolares normalizados, donde sus problemas específicos pueden pasar más fácilmente desapercibidos (especialmente si son brillantes y no actúan de un modo demasiado «extraño»), estos niños pueden no ser correctamente entendidos por sus profesores y compañeros de clase. En la enseñanza secundaria, los profesores no suelen tener la oportunidad de conocer bien a un niño, y sus problemas de conducta o de hábitos de estudio / trabajo pueden ser erróneamente atribuidos a problemas emocionales o de motivación.
En algunos entornos, en especial en los menos familiares y estructurados tales como la cafetería, las clases de gimnasia o el recreo, el niño puede entrar en una dinámica conflictiva creciente, o bien en luchas de poder con profesores o estudiantes que desconozcan su estilo de interacción. Este hecho puede a veces implicar estallidos de conducta más serios. El niño se desorienta y se siente presionado, hasta que llega un momento en el que reacciona de un modo dramáticamente inapropiado.
En la escuela de grado medio, donde existe una mayor presión para ser igual que los demás y una menor tolerancia hacia las diferencias, los niños con Asperger-TEA pueden ser dejados de lado, malinterpretados, o sometidos a burlas y perseguidos.
Estos niños, que quieren hacer amigos y adaptarse, pero no son capaces de ello, pueden aislarse cada vez más, o su conducta puede hacerse cada vez más problemática, mediante estallidos o falta de cooperación. Con cierta frecuencia, aparece algún grado de depresión, hecho que complica las cosas. Si no existen dificultades significativas de aprendizaje, sus resultados académicos pueden seguir siendo altos, en especial en sus áreas de interés especial; no obstante, seguirán apareciendo a menudo tendencias sutiles a malinterpretar la información, en particular el lenguaje abstracto o figurativo / idiomático. Las dificultades de aprendizaje, de atención y de organización son frecuentes.
Afortunadamente, en las escuelas de grado superior, aumente generalmente la tolerancia hacia las diferencias individuales y la excentricidad. Si un chico obtiene buenos resultados académicos, esto puede granjearle respeto por parte de los demás estudiantes. Algunos estudiantes con AS pueden parecer socialmente aislados aunque pueden establecer amistad con otros estudiantes que comparten sus intereses en áreas tales como ordenadores (computadoras), clubs de matemáticas, exposiciones científicas, Star Trek clubs, etc. Con suerte y un tratamiento adecuado, a esta edad muchos de estos estudiantes desarrollarán una buena capacidad para enfrentar problemas, «atractivos sociales» y una mayor habilidad general para adaptarse más cómodamente, haciéndose así su camino más fácil.
El adulto. Los niños Asperger crecen:
Es importante darse cuenta de que poseemos poca información sólida sobre las salidas que tienen los chicos con Asperger. Hay que considerar que los casos más leves pasaban generalmente desapercibidos. Sin embargo, los datos más recientes muestran que , cuando se comparan con jóvenes con otras formas de autismo los jóvenes con Asperger podrán con mayor probabilidad convertirse en adultos independientes en cuanto a empleo, matrimonio y familia, etc.
Una de las fuentes de datos más interesantes y útiles sobre sus perspectivas vitales es la observación de los padres u otros familiares de jóvenes con Asperger, que padecen ellos mismos el síndrome. En base a dichas observaciones, parece claro que el AS no excluye la posibilidad potencial de una vida adulta más normal. Con frecuencia, estos adultos tendrán un trabajo o profesión relacionados con sus áreas de especial interés, pudiendo ser a veces muy competentes.
Un número considerable de los estudiantes más brillantes con AS pueden graduarse en escuelas universitarias, e incluso en universidades superiores. Sin embargo, en la mayor parte de los casos, continuarán mostrando sutiles diferencias en las relaciones sociales, por lo menos hasta cierto punto. Pueden sentirse inseguros frente a las demandas sociales y emocionales del matrimonio, aunque sabemos que muchos de ellos se casan. Su estilo rígido y su perspectiva idiosincrática del mundo pueden dificultar sus relaciones, tanto dentro como fuera de la familia.
Existe también el riesgo de que aparezcan problemas de estados de ánimos, tales como depresión o ansiedad, y es bastante probable que muchos de ellos acudan a consultas de psiquiatras o de otros profesionales de la salud mental que, según sugiere Gillberg, no pueden reconocer la verdadera naturaleza de sus problemas de desarrollo y les aplican un diagnóstico erróneo.
De hecho, Gillberg considera que posiblemente el 30-50% de todos los adultos con Asperger no han sido nunca evaluados ni diagnosticados correctamente. Estos «Asperger normales» están considerados por los demás como «simplemente distintos» o excéntricos, o quizás reciben otros diagnósticos psiquiátricos. «He conocido a bastantes personas que, en mi opinión, pertenecen a esta categoría, y me ha sorprendido la cantidad de ellos que han sido capaces de utilizar el resto de sus habilidades, a menudo con la ayuda de sus seres queridos, para conseguir lo que yo considero un alto grado de funcionalidad, tanto personal como profesional«. Stephen Bauer. Se ha sugerido que algunos de estos individuos, tan brillantes y con tan elevado nivel de funcionamiento, constituyen una fuente única de recursos para la sociedad, ya que su concentración exclusiva y su interés absorbente pueden hacer avanzar nuestros conocimientos en áreas científicas, matemáticas, etc.