Oh Snap!

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«Aún es pequeño/a. Vamos a esperar». Una frase terrible.

«Cuando se habla de intervenciones tempranas, se dice, entre los especialistas, que un niño de cuatro o cinco años ya no tiene una edad verdaderamente temprana para detectar muchos síntomas. Muchos déficits se expresan antes y las intervenciones deberían ser realizadas, consecuentemente, antes de esa edad.» Francisco Mora en su libro Neuroeducación.

El DSM-5 da la posibilidad de establecer un diagnóstico provisional que en cierto modo facilita que los niños y niñas reciban atención y tratamientos, al menos, en el contexto escolar. La frase «todavía es pequeño, vamos a esperar a ver si mejora» es una medida temeraria. (…) Es una frase frecuente en muchos pediatras cuando el colegio, las propias familias o ambos, dan la voz de alarma. «Pero desgraciadamente esta frase temeraria también proviene de muchos orientadores escolares: así me lo confesáis muchos maestros y familias.» Jesús Jarque.

La incertidumbre impide la atención temprana y el “ya veremos” es desquiciante para el niño/a que sigue teniendo dificultades y para sus familiares. Una detección temprana, por ejemplo del síndrome de Asperger, facilita la intervención adecuada y a tiempo y sirve, además, para evitar el desarrollo de otros problemas comórbidos o dificultades nuevas durante la adolescencia y la edad adulta. Los padres, otros miembros de la familia y profesionales tienen que entender el punto de vista de la gente con Asperger a fin de trabajar con ellos eficientemente.

La obligación del profesional del ámbito sanitario y del ámbito educativo es atender a los signos de alarma por muy leves que sean y para ello se pueden iniciar los procedimientos de diagnóstico, realizar una evaluación psicopedagógica, derivar a otros especialistas, etc. Esperar es lo peor que se puede hacer para ayudar a una persona que muestra evidentes signos de alarma (no habla, no socializa, es inatento, es hipercinético, etc.) porque con esa determinación se está perdiendo un tiempo precioso para ayudar a mejorar y a superar sus dificultades a ese niño o niña.

Algunos indicadores de problemas o dificultades que se deben valorar en el menor son los siguientes:
– Desadaptación escolar.

– Desadaptación familiar.

– Baja tolerancia a la frustración.

– Conducta dominante, exigente y egocéntrica.

– Desobediencia.
– Dificultad en la gestión de la ira.

– Uso desadaptativo de las nuevas tecnologías.

– Alimentación. Conductas problemáticas.
– Dificultades de atención y/o impulsividad.

– Conducta negativista y desafiante.
– Problemas para el estudio, tanto en la técnica como en la frecuencia.

– Estado de ánimo ansioso.

– Bajo estado de ánimo.

– Baja Autoestima.

– Situaciones de acoso escolar o de ciberacoso.
– Desadaptación social.

– Retraso o problemas en el desarrollo del lenguaje y/o en la adquisición del lenguaje.

– Problemas de comunicación, sociabilidad y/o empatía.

– Inflexibilidad mental, social y/o comportamental.

– Dificultad en el desarrollo motor y/o del lenguaje.
– Problemas de visión, audición, motricidad, psicomotricidad, aprendizaje de la escritura, de la lectura, del cálculo o de la memoria.
– Altas Capacidades Intelectuales.
– Dificultades en el procesamiento de la información no verbal, en el razonamiento verbal o en el razonamiento numérico.
– Problemas en la articulación y pronunciación.
– Problemas de nutrición.

«Durante la etapa de primaria y después la de secundaria se sucedían las reuniones de mis progenitores con los diversos maestros y profesores. Les decían que me ausentaba mentalmente, que me ponía pesado y locuaz con mis monotemas, que no participaba con los demás, que no entendía ni las bromas, ni las ironías, quedándome perplejo y sin respuesta cuando me las hacían y  en otras ocasiones me ponía a reír solo sin entender los demás el por qué, que no miraba a los ojos a los demás, ni reconocía el significado del lenguaje no verbal, que no mostraba empatía ni sensibilidad… De otra parte manifestaban a mis padres que yo era un chico inteligente, con un dominio del lenguaje por encima de la norma en conceptos, incluso pedante, sobresaliente en algunas áreas y temas, pero que estaba “fuera de lugar”, que era “raro”. Les expresaban a mis padres si me protegían mucho, si me mimaban, que tenían que facilitar mi autonomía.

Mis compañeros no se acercaban a mí y mayoritariamente me rechazaban.» Miguel, en Educar y Aprender. Hemos de hacer que niños/as con dificultades del aprendizaje y/o del desarrollo se sientan apoyados y escuchados, ayudar a su familia y entorno a conocerles mejor y a reaccionar de manera adecuada, ajustada y temprana a las dificultades del menor, para que junto a los profesionales competentes puedan facilitarles lo que necesiten para superar sus dificultades. Además se debe prevenir la aparición de nuevas dificultades y hacer efectiva una educación inclusiva que no se convierta en otra barrera más a superar.

Ese «ya veremos cómo evoluciona» es terrible, un horror para la familia y una pérdida de tiempo para el menor que, cuanto antes reciba atención, más oportunidades tendrá de evolucionar satisfactoriamente y de crecer como persona. Sobre todo es fatal para los padres que no saben qué le ocurre a sus hijos pero para quienes es evidente que tienen dificultades (de aprendizaje, neurológicas, de la comunicación y lenguaje o de lo que sea). Además esta idea va contra dos principios pedagógicos y de intervención que están recogidos en la legislación educativa española:

   – El principio de detección precoz.
   – El principio de atención temprana.
Cualquier proyecto educativo, plan de atención a la diversidad, de orientación, de educación, hace alusión a esos dos principios que se ignoran cuando se toma la decisión de esperar y no hacer nada para ver cómo evoluciona el menor.

Fuentes:
– Jesús Jarque García, Todavía es pequeño, vamos a esperar a ver si mejora, publicado el 28 de septimbra de 2017 en: http://familiaycole.com/2017/09/28/todavia-es-pequeno/
– ¿Por qué esperar a que sea demasiado tarde? https://t.co/t7zhv7T0Lf
– Dide. Proyecto financiado con fondos Feder a través del centro de desarrollo tecnológico industrial (CDTI): http://educaryaprender.es/
– Síndrome de Asperger: “En mi mundo conocido y previsible”. http://educaryaprender.es/sindrome-de-Asperger-bromas-ironias/

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