Oh Snap!

img

Salud sin bulos. Observatorio para acabar con falsedades difundidas en Internet.

Salud sin Bulos es un observatorio que nace en Internet para vigilar y acabar con los bulos sobre salud en las redes. El objetivo del observatorio es conseguir la unión de todos los actores implicados para detectar con rapidez las noticias falsas y las cadenas infundadas y desmontar las informaciones erróneas que circulan por las redes sociales y por las aplicaciones de mensajería instantánea.

Se trata de una iniciativa de la Asociación de Investigadores en Salud (AIES) que cuenta con la colaboración de diferentes sociedades científicas, instituciones sanitarias y colectivos profesionales dedicados a la sanidad y a la información sobre salud y que tiene como objetivo combatir los bulos de salud en Internet y contribuir a que exista información veraz y contrastada sobre salud en la red. 

La capacidad de la red para propagar una noticia ha sido aprovechada por los fabricantes de noticias falsas (las fake news), para propagar rumores de salud que pueden tener importantes consecuencias en los usuarios. Existe un exceso de información de salud en la red y gran parte de la misma es errónea (infoxicación).

 Las cadenas de correo electrónico con información falsa tratan principalmente temas relacionados con la salud, la alimentación y la economía y el 90% de los internautas afirma que ha leído información falsa o poco fundamentada en Internet.

Además el 75% de los usuarios de la red ha recibido una oferta de trabajo falsa en su cuenta de correo electrónico y al 84% de los internautas le preocupa la seguridad de sus datos personales mientras que los expertos alertan que los bulos son la puerta de entrada a virus y delitos informáticos.

Los bulos en la red suelen tratar principalmente temas relacionados con la salud y la alimentación (32,5%), la tecnología (13%) y la economía (11%). También los bulos relacionados con el mercado laboral se han propagado últimamente en la red ya que según el estudio de la Asociación de Internautas el 75% de los españoles ha recibido falsas ofertas de trabajo por correo.

«Para llamar la atención y ser reenviados, los bulos suelen tratar temas de interés social, y por ello en el último año han aumentado los relacionados con las ofertas de trabajo, que junto con el consumo y la alimentación son los más frecuentes. En este último caso, los bulos además suelen ir contra organizaciones y marcas de multinacionales como la Agencia Tributaria, Correos, Red Bull, Facebook, Actimel y Activia» afirma Víctor Domingo, el presidente de la asociación.
En el campo de la salud y la alimentación los bulos toman forma de cadenas de email, en algunos casos con archivos adjuntos, y se caracterizan por tener un gancho morboso para captar la atención del internauta, buscando generar inquietud y desconfianza entre los consumidores.

Todos los colectivos opinan que la información online de salud debe ser objetiva, veraz, contrastada, divulgativa e incluir fuentes oficiales, declaraciones de profesionales sanitarios y el testimonio de pacientes. También consideran que los profesionales sanitarios deberían poder prescribir Webs a sus pacientes, pero las correctas, aquellas en las que los enfermos se pueden informar feacientemente sobre lo que les ocurre. Mientras más usuarios estén expuestos a rumores sin fundamento, más probable es que salten la barrera de la credulidad. 

   Algunos estos rumores responden a personas que buscan protagonismo a toda costa, otros a quienes pretenden obtener beneficios económicos al fomentar el miedo o al dañar la reputación de sus competidores o que se basan en el spam y solo pretenden ganar seguidores y aumentar sus ingresos por publicidad.
Tampoco faltan los conspiranoicos, grupos a menudo ligados a pseudociencias y a despachos de abogados que sostienen que la industria farmacéutica y los gobiernos conspiran para enriquecerse con enfermedades inventadas y virus escondidos en medicamentos y vacunas y que difunden rumores muy dañinos como el de que las vacunas provocan autismo, lo cual es FALSO por completo.
El problema más difícil de resolver es que después de haberse lanzado un bulo resulta muy difícil acabar con él y «las correcciones con frecuencia no reducen las percepciones erróneas y, en muchos casos, incluso las fortalecen, actuando como un efecto de contrafuego. En particular, se ha demostrado que las campañas de desacralización en línea crean un efecto de refuerzo en los consumidores habituales de historias de conspiración. Las narrativas basadas en teorías de conspiración juegan un papel social en la simplificación de la causalidad porque tienden a reducir la complejidad de la realidad y al mismo tiempo pueden contener la incertidumbre que generan. En general, el pensamiento de conspiración crea un clima de desconexión de la sociedad en general y de las prácticas oficialmente recomendadas, (ej. vacunas, dieta, etc.)» según un estudio de diversas universidades italianas y el London Institute of Mathematical Science publicado en la revista PLOS ONE de 2015
   Facebook y Whatsapp son canales propicios para difundir estos rumores, a menudo disparatados pero con apariencia de veracidad, que van desde que las vacunas provocan autismo (rumor al que han contribuido personajes tan variados como Trump y el presentador español Javier Cárdenas), a que el paracetamol contiene un virus o los recurrentes para conseguir donaciones, con historias emotivas de enfermedades raras y trasplantes. de hecho la salud copa la mayoría de bulos en Internet según alerta un informe de la Asociación de Internautas sobre bulos y fraudes en la red. Por ello era necesaria la creación de este observatorio que nace con la intención de mejorar la calidad de la información de salud en la red. Si quiere estar al tanto de las últimas alertas sobre bulos y mentiras en la red respecto a la salud puede verlas pinchando AQUÍ. Las más difundidas tienen que ver con ajos mágicos que parecen curarlo todo, la necesidad de sangre de determinado grupo sanguíneo en un hospital concreto de la red sanitaria pública española, los limones que curan cáncer, un tipo de antigripales que provocan hemorragias cerebrales, etc. Evidentemente todo son mentiras.
Los bulos son fraudes muy comunes en Internet y, de forma paralela al uso de la red en nuestro país, han aumentado en los últimos años. Así lo pone de manifiesto el III Estudio sobre bulos y fraudes en Internet realizado por la Asociación de Internautas que indica que el 97,29% de los españoles ha recibido alguna vez una cadena de email, de autoría anónima, con información alarmista sobre un servicio o producto y con la petición de ser reenviado a otros contactos.
En el último año el 35% de los internautas ha recibido más de 15 cadenas de correo electrónico con bulos, el 22% más de 10 y el 42,5% hasta 5. Además el 95,5% de los internautas afirma ser consciente que el seguimiento de estas cadenas puede facilitar que bases de datos ilegales capten su información personal.
________
Puede encontrar el observatorio «salud sin bulos» en: http://saludsinbulos.com/observatorio/
This div height required for enabling the sticky sidebar
Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views :