
Precisión del diagnóstico del trastorno afectivo bipolar.
Trastorno afectivo bipolar. Tratamiento, farmacología, síntomas y comorbilidad: Es un trastorno crónico que afecta a millones de personas así que la precisión en el diagnóstico y un adecuado tratamiento es primordial para un pronóstico favorable.
Abordaje del TAB.
Las bases para llevar a cabo un abordaje adecuado de estos pacientes, desde la experiencia clínica, requieren una actualización de los siguientes temas:
- Diagnóstico del trastorno bipolar en adolescentes,
- diagnóstico del trastorno bipolar en adultos y ancianos;
- adherencia al tratamiento y
- el deterioro neurocognitivo y funcional de estos pacientes.
Herramientas de las que dispone el profesional.
El profesional debe ser experto en el abordaje del trastorno bipolar, debe comprender y manejar mejor estos casos a través de herramientas modernas, por lo que debe saber:
- Cómo diagnosticar correctamente el trastorno bipolar.
- El concepto de adherencia, identificar los factores asociados a una mala adherencia y cómo mejorarla.
- Factores asociados al deterioro neurocognitivo, sus implicaciones funcionales y la rehabilitación funcional como intervención para tratar y prevenir el deterioro funcional.
Definición del trastorno afectivo bipolar (TAB).
El trastorno afectivo bipolar (TAB) es un trastorno del estado de ánimo crónico que se caracteriza porque el paciente sufre episodios depresivos que alternan con episodios maníacos o hipomaníacos.
Los episodios maníacos o hipomaníacos son las fases opuestas a las fases depresivas. Es decir, son periodos en los que el paciente está muy contento, muy hablador, muy activo, tiene muchos planes y mucha energía, se siente capaz de hacer cualquier cosa y tiene menos necesidad de dormir.
La diferencia entre el episodio maníaco y el hipomaníaco radica en la intensidad de los síntomas, que es menor en la hipomanía.
Tipos de trastorno afectivo bipolar.
En función de las fases que predominen a lo largo de la evolución de un paciente, el TB se clasifica en TB tipo I cuando las fases depresivas se alternan con fases maníacas y en TB tipo II cuando las que la alternan con las fases depresivas son las fases hipomaníacas.
El tratamiento en ambos casos es similar; utilizaremos el estabilizador del estado de ánimo adecuado en cada caso como base y en función de las características de cada paciente y su evolución se deberá valorar la conveniencia o no de utilizar un antidepresivo.
Cuando la recaída se produce en forma de fase depresiva es el propio paciente el que se da cuenta de que empieza a encontrarse mal y suele él mismo pedir ayuda.
En cambio, cuando la recaída se produce en forma de fase maníaca o hipomaníaca la sensación que experimenta el paciente es de bienestar y, por tanto, no suele tener conciencia de estar empeorando; en este caso, si tenemos un amigo o familiar con TB, debemos estar alerta a los síntomas de alarma: que empiece a dormir menos, que esté demasiado alegre y hablador o con muchas ganas de hacer cosas.
No existe cura para el trastorno afectivo bipolar.
El trastorno bipolar es un trastorno mental crónico y, por tanto, no existe cura para el mismo. Pero que no exista cura no significa que los pacientes no puedan llevar una vida normal. Un paciente con trastorno bipolar que toma adecuadamente su medicación y se encuentra estabilizado con ella puede llevar a cabo una vida normalizada con una calidad más que aceptable, trabajando, organizando su casa, cuidando de sus hijos…
Por norma general la mayoría de los pacientes con trastorno bipolar, que cumplimentan adecuadamente el tratamiento y se estabilizan con el mismo, son capaces de llevar a cabo una vida normalizada: pueden trabajar, estudiar, casarse, tener hijos… y para ello va a ser siempre muy importante no dejar de tomar el tratamiento y seguir revisiones periódicas con el especialista. Padecer un trastorno bipolar no es tampoco incompatible con la maternidad.
Planificación familiar.
Si tenemos un trastorno bipolar y deseamos tener un hijo lo primero que debemos hacer es hablarlo con nuestro psiquiatra para planificar la maternidad, ya que hay medicamentos que se deberán suspender durante un tiempo. Es importante que el especialista lleve a cabo un estrecho seguimiento de la paciente durante todo el embarazo y el post parto con el fin de evitar descompensaciones, identificarlas precozmente y tratarlas en su caso.
Elección farmacológica.
El TAB se trata con estabilizadores del estado anímico, con antipsicóticos y con antidepresivos. La elección de un tipo u otro de fármacos dependerá de la fase del trastorno en la que se encuentre el paciente, teniendo en cuenta que como base del tratamiento debe existir siempre un eutimizante.
Cuando el paciente sufre una fase depresiva debemos añadir un antidepresivo al tratamiento. Cuando la fase es maníaca o hipomaníaca son necesarios los antipsicóticos.
Los eutimizantes son fármacos estabilizadores del estado de ánimo que se utilizan principalmente en tratamiento del Trastorno Afectivo Bipolar (TAB, o trastorno bipolar TB).
El carbonato de litio y el ácido valpróico son los principales eutimizantes que se utilizan en la práctica clínica; son fármacos que necesitan tener una determinada concentración en la sangre del paciente para hacer efecto y, por ello, es necesario hacer análisis periódicos para comprobar que los niveles son los adecuados.
Cuando nos encontramos con una fase depresiva debemos introducir un antidepresivo en el tratamiento, pero existe la posibilidad de que con ello el paciente pase de estar triste a estar eufórico; es lo que llamamos un viraje hacia el polo maníaco.
El caso contrario también puede darse, y un paciente en fase maníaca puede pasar rápidamente a la fase depresiva; esto es lo que se llama un viraje depresivo.
En ambos casos el psiquiatra debe evaluar al paciente para reajustar el tratamiento hasta conseguir la normalización del estado anímico.
Cronicidad del trastorno afectivo bipolar.
Debemos tener en cuenta que el TB es un trastorno grave y crónico y, por tanto, bajo ningún concepto se debe suspender el tratamiento sin antes consultar con el especialista ni aún después de años de estabilización. Con el tiempo y si la evolución es favorable, es posible conseguir mantener la estabilidad del paciente con dosis mínimas de medicación.
El trastorno afectivo bipolar puede presentarse con o sin síntomas psicóticos.
Cuando hay síntomas psicóticos son típicos los delirios megalomaníacos y los delirios místico-religiosos, aunque también pueden aparecer los delirios paranoides. En los delirios megalomaníacos (o delirios de grandeza) el paciente cree ser una persona de relevancia o con facultades especiales (el mejor en su trabajo, un político importante…) En los delirios místico-religiosos el delirio del paciente se centra en temas religiosos y el paciente puede creer, por ejemplo, que tiene una relación especial con Dios.
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Nota: nos referimos indistintamente a trastorno bipolar (TB) y a trastorno afectivo bipolar (TAB). Son lo mismo pero es más conocida la primera nomenclatura.
Fuentes:
– ¿Sabes qué es el trastornos bipolar? https://mundoasperger.com/2017/03/sabes-que-es-el-trastorno-bipolar.html