
Mediación en conflictos con personas en el espectro autista.
«Cada una a nuestra manera, llevamos muchísimos años luchando por defender los derechos de las personas con TEA, y poco a poco, le hemos ido dando forma a un proyecto que comenzó como una página web y que hoy se ha consolidado en una asociación pequeña y modesta, pero con unos objetivos muy ambiciosos relacionados con la justicia social para las mujeres y en general, para los colectivos más vulnerables» explicó Alicia Fabregat al periódico El Mundo.
El evento tuvo lugar en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UJI (Universitat Jaume I) visibilizando el espectro autista invisible, el de las mujeres. Se pretendía, pues, potenciar que las diferencias de género sean abordadas desde la igualdad y no desde la discriminación, ya que las mujeres con este perfil (TEA/Asperger) sufren el doble de invisibilidad que los hombres (ellas padecen la invisibilidad propia del «síndrome invisible» o síndrome de Asperger -ahora llamado TEA de nivel 1- y el de la perspectiva de género).
Durante el desarrollo de la jornada hablaron tanto Fresquet como Fabregat y, además, se pudo escuchar a otras psicólogas como a Lola Garrote, de CEDIN, que habló sobre los indicadores de alerta en la detección del TEA en niñas y adolescentes; María Endrino, que expuso sobre TEA y altas capacidades o superdotación intelectual y Gema García que habló en profundidad sobre TEA y trastornos de alimentación, dos problemas que a veces se superponen, se confunden o aparecen juntos, y para los cuales es necesario el diagnóstico diferencial y la atención coordinada entre diferentes profesionales.
Con este acto se pretendía, entre otras cosas, visibilizar a las mujeres con Asperger/TEA, un colectivo en crecimiento, porque se da mayor incidencia o, tal vez, porque los métodos diagnósticos han mejorado mucho en la última década. Las mujeres con este síndrome, de cualquier edad, tienen problemas de comunicación, de interacción social, patrones de conducta con intereses muy restringidos, dificultad para los cambios muy marcada, problemas en la pragmática del lenguaje, literalidad y, con ella, dificultad para entender metáforas, chistes, ironías, etc. Además no conocen o no entienden las reglas de la interacción social por lo que son torpes en sus relaciones sociales, es decir: quieren tener amigos pero no saben cómo hacerlo.
Además, las mujeres, adolescentes y niñas tienen una gran capacidad para actuar y camuflarse, así como para imitar comportamientos sociales, lo cual utilizan para disimular sus problemas de modo que parece que saben socializar cuando en realidad solamente imitan a sus pares (tapando las enormes dificultades que pueden llegar a tener y, desde luego, disimulando sus problemas). La variabilidad de rasgos y síntomas es muy grande pero las mujeres parecen tener mayor predisposición a socializar que los hombres con su mismo diagnóstico. Para lograrlo desarrollan estrategias de integración y camuflaje desde muy corta edad. Esto hace que la mayoría de chicas con Asperger/TEA pasen desapercibidas, o que reciban un diagnóstico erróneo o poco ajustado, demasiado genérico y difuso, que les es en realidad muy poco útil.
La ausencia de un diagnóstico preciso limita las posibilidades terapéuticas de la mujer, «lo que repercutirá en su calidad de vida.Un diagnóstico preciso resulta terapéutico en sí mismo, pues tanto la persona que lo recibe como las personas de su alrededor pueden comprender, aceptar y ajustar el entorno a sus necesidades y particularidades específicas.» defiende Fabregat. Las conclusiones de muchos estudios, cada vez más numerosos, ponen de manifiesto que el perfil femenino puede presentarse de forma diferente al masculino.
Centrándonos en la exposición de Alicia Fabregat, sobre las mujeres con TEA en el entorno educativo y la importancia de la mediación (entre escuela y familia, alumnado y escuela, familia e hijos/as, alumnos/as y escuela, etc.) para resolución de conflictos, es de destacar su propuesta para la transformación pacífica del conflicto y la mediación como sistema efectivo para tal fin, así como para construir una nueva realidad de camino a la inclusión. Para explicar todo esto Fabregat recordó que según el profesor Martínez Guzmán (1), que fue referente mundial de estudios por la paz y de la Cátedra Unesco de la Universitat Jaume I de Castellón, el conflicto «se considera un fenómeno que transforma los acontecimientos, las relaciones humanas en las que ocurre e incluso a sus mismos creadores.
Es un elemento necesario en la construcción y reconstrucción humanas, transformadoras de las realidades y de la organización social«. De hecho, usando palabras de Martínez, Alicia Fabregat insistió en que incluir la perspectiva de las mujeres en la investigación para la paz es una cuestión de justicia.

En el conflicto hay muchas personas implicadas y muchos factores interfieren a la hora de resolverlo pacíficamente. Aparte de los protagonistas y sus características personales se ha de tener en cuenta cómo perciben el problema y qué emociones y sentimientos les produce a los implicados.
A la hora de poner en marcha la mediación también es importante saber cuáles son las peticiones de las diferentes partes y qué beneficios se obtendrían por parte de cada uno una vez resuelto el problema. No se puede perder de vista que cada cual afronta el problema desde su perspectiva única, en la que influyen sus valores y sus principios, y tampoco se debe obviar si hay o no una situación de poder (o de superioridad de cualquier tipo) en alguna de las partes implicadas en el conflicto. Por ejemplo, si el conflicto se produce entre un alumno y un profesor, o entre un maestro y el equipo directivo del centro escolar en el que trabaja, evidentemente una de las partes está en una posición de superioridad sobre la otra (el maestro o la dirección del centro en los ejemplos referidos).
Es importante recordar que, cuando el conflicto se produce entre alguien con TEA y cualquier otra persona, quien tiene el diagnóstico está en clara desventaja porque es más vulnerable debido a sus características intrínsecas y porque son personas con problemas en el desarrollo de la flexibilidad casi siempre (2). Por poner un ejemplo, generalmente la interacción con niños o niñas con TEA sigue el siguiente esquema: el adulto comienza la interacción y el niño o la niña responde. Muy a menudo las acciones del adulto son órdenes para el menor (por ejemplo: «siéntate», «vamos al baño», «a comer»…) así que sería mucho mejor aumentar el esquema de interacción opuesto, es decir, diseñar y planificar reacciones específicas del adulto a acciones del niño o de la niña. De este modo el/la menor iniciaría la interacción y el adulto/a respondería de modo previamente planificado (en esto consiste el esquema de la atribución de intencionalidad social en el que el niño o la niña actúan y el adulto reacciona «como si» ese niño o niña tuvieran una intención específica).
Las conductas comunicativas son otro ejemplo. En fin, cuando el deseo o la necesidad de un adulto y el deseo o necesidad de un niño son diferentes (3) se hace necesario negociar (y lo mismo sucede entre alumnado y profesorado, familia y escuela, profesorado y dirección del centro educativo, profesorado y familia, etc.).
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Lidón Fresquet y Alicia Fabregat. Co-fundadoras de CASATEA. Imagen de El Mundo. |

La conclusión principal que se obtuvo en las jornadas fue que los criterios diagnósticos y los protocolos de evaluación no están cribando toda la variabilidad de rasgos con los que aparece el espectro autista y, mucho menos, en las mujeres, cuyas características aún están por conocerse en profundidad y que además saben pasar desapercibidas para encajar en el sistema social. Esto obliga a los profesionales a profundizar en la comprensión del espectro autista para lo que es muy importante la información en primera persona, los testimonios de las mujeres diagnosticadas, como fuente valiosa y extensa.
(1) Martínez Guzmán, profesor jubilado del departamento de Filosofía y Sociología, promovió la Cátedra Unesco de Filosofía para la Paz de la Universitat Jaume I, de la que era director honorífico, y los estudios del Máster universitario en Estudios Internacionales de Paz, Conflictos y Desarrollo. Fue doctor en Filosofía y destacó su elaboración en numerosos estudios académicos sobre la paz, sector en el que era un referente a nivel mundial.
(2) Sobre las claves para el desarrollo de la flexibilidad en el niño o la niña con Asperger/TEA hay un artículo en este mismo blog en el que se explican unas cuantas estrategias que se pueden usar para el desarrollo de habilidades de planificación en la persona con un trastorno del espectro autista, algunas estrategias para mejorar su flexibilidad de pensamiento y algunos trucos para mejorar su autorregulación. Por ejemplo se explica que el niño o niña, con la ayuda del adulto/a, podría disponer de claves visuales de cada paso de una rutina de modo que cada vez que quiera llevarla a cabo deba (y pueda) ordenar la secuencia con las claves visuales junto con el adulto: una clave cada uno por turnos. Es decir, podemos enseñar a ese niño o niña, mediante claves visuales, la estrategia «ahora X (la opción del niño) y después Y (la opción del adulto)». La estrategia para poner la secuencia sería: «Ahora te toca a ti (turno del niño), ahora me toca a mí (turno del adulto)». Después de varias veces el adulto podría introducir modificaciones en el orden de los pasos o en la acción de un paso especifico ganando poco a poco en la flexibilidad del menor.
(3) Se habla mucho de la inflexibilidad mental de las personas con trastornos del neurodesarrollo. En la base de este comportamiento está la formación de la voluntad y la voluntad por satisfacer las propias necesidades, así como el predominio de las relaciones de forma sobre las relaciones de sentido en la organización del intelecto.
Las personas con trastornos del espectro autista normalmente se basan en normas y rutinas para dar estructura a su vida y que sea predecible y ésta puede ser una ventaja, ya que las reglas pueden se usadas de una manera positiva para promover la buena conducta. Sin embargo, un niño o una niña con Asperger/TEA puede no entender algunas normas sociales y que eso produzca conflictos causados por malentendidos. Los menores (y la mayoría de adultos y adultas) con TEA tienen una fuerte necesidad de controlar su entorno. Algunos pueden insistir en que las cosas sucedan en un orden determinado ya que, para ellos, da sensación de comodidad, tranquilidad, control y les hace sentirse seguros, así que cualquier cambio en la rutina amenaza esta sensación de seguridad y puede causar ansiedad y, por tanto, derivar en problemas que requieran mediación para resolverse antes de convertirse en un problema grave.
Amplíe información en:
– Guía informativa para familias de personas con trastornos del espectro autista. Federación Autismo Madrid por encargo de la Dirección General de Atención a Personas con Discapacidad de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid. Coordina Laura Hijosa Torices: https://madrid.org/bvirtual/BVCM014017.pdf
– CERMI. Guía de recursos para el alumnado con discapacidad. Madrid: CERMI y MEC. La elaboración de la guía se inscribe en las actuaciones emanadas del Foro para la Atención Educativa a Personas con Discapacidad, órgano de consulta y de diálogo entre la Administración General del Estado y las organizaciones de ámbito estatal que representan a las personas con discapacidad: https://www.cermi.es/sites/default/files/docs/colecciones/guiadiscapacidadmeccermi.pdf
– Propuesta de intervención para la adquisición de habilidades de la vida diaria y habilidades sociales en un niño con TEA, Universidad Internacional de La Rioja, Eunate Goyoaga Zabalbeitia, 2017. Disponible en: https://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/5880/GOYOAGA%20ZABALBEITIA%2C%20EUNATE.pdf?sequence=1&isAllowed=y
– Notas sobre la inflexibilidad mental del Asperger: https://www.mundoAsperger.com/2017/02/notas-sobre-la-inflexibilidad-mental.html
– Manes, F., Sahakian, B., Clark, L., Rogers, R., Antoun, N., Aitken, M., Robbins, T. (2002). Decision-making processes following damage to the prefrontal cortex. Brain; 125: 624-39
– Alcantud, F. (2003) (coord.) Intervención educativa en niños con trastornos generalizados del desarrollo. Madrid: Ed. Pirámide.
– La inflexibilidad mental de la persona con síndrome de Asperger: https://www.mundoAsperger.com/2016/04/la-inflexibilidad-mental-de-la-persona.html
– AETAPI. Guía de Buenas Prácticas en niñas, adolescentes y mujeres con Trastorno de Espectro del Autismo elaborada por la mesa de mujeres con TEA: https://www.mundoAsperger.com/2018/11/guia-de-buenas-practicas-en-ninas.html
– Estrategias para el desarrollo de habilidades de planificación, de la flexibilidad y de la autorregulación en personas con TEA: https://mundoasperger.com/2017/07/estrategias-para-el-desarrollo-de.html– La inflexibilidad en el síndrome de Asperger: https://www.mundoAsperger.com/2015/11/la-inflexibilidad-en-el-sindrome-de.html?m=1
– Sánchez-Pardíñez, Sacha. Mundo Asperger y otros mundos. ASIN: B07H2WW5N2. valencia, 2016. información AQUÍ
– Cómo entender y prevenir los berrinches, por Lewin y Vigotsky en Autismo y el problema del retraso mental: https://mundoasperger.com/2007/02/autismo-y-el-problema-del-retraso.html
– Notas sobre la inflexibilidad mental del Asperger: https://www.mundoAsperger.com/2017/02/notas-sobre-la-inflexibilidad-mental.html
– Inflexibilidad. Biblioteca Brincar. https://www.bibliotecabrincar.org.ar/inflexibilidad1/
– Síndrome de Asperger, por Rosalyn Lord. Tomado de la página de ASPEN OF AMERICA reproducido por la CONFAE en www.asperger.org Traducción de M. Dantur
– Inflexibilidad y rigidez Asperger: https://www.mundoAsperger.com/2017/07/inflexibilidad-y-rigidez-Asperger.html
– El Mundo. Edición de Castellón de la Plana del 22 de Noviembre de 2018, por Sandra Morales. Entrevista a Lidón Fresquet y a Alicia Fabregat: https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2018/11/22/5bf6ae5bca474129628b4577.html