
Guía para la comunidad educativa sobre los trastornos del espectro autista.
El alumnado con TEA, con su particular manera de percibir y sentir el mundo, su peculiar estilo para procesar la información, su fascinante perfil sensorial y cognitivo; nos enfrenta, como profesionales de la educación, a unos retos apasionantes, a la vez que necesarios.
Por una parte, a dar una respuesta técnica que responda a sus singulares características y necesidades, con las estrategias de intervención que han evidenciado ser más efectivas. Y por otra, a cuestionar los modelos más clásicos de aprendizaje en las aulas, retándonos a todos los docentes a encontrar, dentro de una atmósfera de escuela inclusiva y abierta a los contextos naturales, unas prácticas educativas que respondan a su estilo de aprendizaje.
Esta guía propone unificar criterios para la detección, el diagnóstico y la intervención entre los profesionales que atienden al alumnado con TEA. A la vez que asesorar en técnicas, instrumentos y protocolos a orientadores, profesorado y familias.
Las líneas sobre las que vamos a desarrollar estas propuestas son las siguientes:
a) El objeto de la guía es el alumnado con trastorno del espectro autista (TEA), entendido como se define en el manual de Clasificación diagnóstica del DSM-5.
b) La perspectiva para la intervención la recogemos en el concepto “barreras para el aprendizaje “. Partiendo de las características del alumnado, de las necesidades educativas específicas que de ellas se desprenden, y de las propiedades que el entorno ha de tener para facilitarlo; debemos crear la atmósfera que facilite el aprendizaje y elimine las barreras que lo dificultan.
c) El fin ha de ser la inclusión escolar, y con ello la inclusión social. Propiciando los aprendizajes significativos en entornos naturales, ya que favorecen la autonomía personal.
d) Los instrumentos y las técnicas a utilizar se concretan a partir de los conocimientos adquiridos durante los últimos años con la investigación, las experiencias en la práctica educativa y los estudios realizados en las últimas décadas.
e) Pretende ser también un punto de partida para invitar a la creatividad del profesorado a la hora de afrontar cada caso concreto.
f) Por lo tanto, el objetivo fundamental es mejorar la atención educativa al alumnado con trastorno del espectro autista, mejorando el sistema educativo, a través de la implementación de las infraestructuras (espacios, materiales, medios de acceso, etc), la formación de los profesionales (orientadores, docentes especialistas, docentes tutores, educadores, trabajadores sociales, etc) y la coordinación (de equipos de profesionales, públicos y privados que trabajan en ámbitos distintos) y de instituciones (educación -sanidad – bienestar social -asociaciones, etc).
El grupo clínico de los TEA está entre los más estudiados por la comunidad científica en los últimos 15 años. Los conocimientos adquiridos en este tiempo han desembocado en un cambio de:
1. Nomenclatura.
2. Clasificación diagnóstica.
3. Cuadro de síntomas conductuales que definen el término al que nos referimos.
4. Se ajustan los síntomas al espectro diferenciándose de otros grupos clínicos.
5. La sintomatología TEA se da independientemente de tener otros diagnósticos.
6. La gran influencia en todos los campos del comportamiento de las personas con TEA ejerce el área de la sensorialidad, y desde ella su estilo perceptivo. Un área prácticamente no considerada anteriormente.
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