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Estrategias a usar en momentos difíciles con menores Asperger.

Hay momentos concretos del día más complicados para la persona con Asperger, especialmente durante la infancia y la niñez. Estrategias a usar en momentos difíciles con menores Asperger., MuNDo AsPeRGeR

 

En esos momentos, en el ámbito doméstico y familiar, resulta improductivo utilizar castigos para penalizar conductas no deseadas y es mucho más conveniente utilizar estrategias de tipo positivo [1] como las siguientes:

   –  Establezca un conjunto claro de reglas y sea constante en su cumplimiento.
   –   Asegúrese de que su hijo o hija sepa lo que se espera de él/ella escribiendo estas reglas e incluso ilustrándolas con dibujos. Puede que necesite descomponer en pasos más simples tareas como vestirse, lavarse los dientes o poner la mesa y puede ser útil describir visualmente estos pasos escribiéndolos o representándolos con dibujos o fotos. Son muy útiles los pictogramas. 
   –   Establezca una rutina para la mañana y para la tarde. Marque claramente los límites entre las distintas actividades y señale su comienzo y final usando limitadores temporales o claves visuales (por ejemplo, apartar los materiales metiéndolos en un cesto). Proporcione señales claras acerca de que una actividad está a punto de finalizar y anticipe el final por ejemplo indicando que faltan X minutos para acabar. 
   –  Use sus actividades preferidas como recompensa para completar aquellas que no son de su agrado. Así, sabiendo que al terminar de hacer algo que no le agrada podrá hacer algo que sí que le gusta estará más motivado/a. 

 

Durante el periodo de transición entre el sueño y el despertar y entre casa y escuela los niños y niñas son especialmente vulnerables por la falta y por el exceso de estímulos. Para muchos chicos y chicas que consideran el colegio como una experiencia estresante una estrategia útil es realizar el mayor número de preparativos posibles la noche anterior. Por ejemplo, dejando las prendas de vestido cerca de la cama antes de acostarse y preparando el material escolar cerca de la puerta de la casa.

Irse a la cama, la hora de acostarse, puede suponer un esfuerzo desalentador. Las rutinas como irse a dormir siempre a la misma hora y practicar siempre antes las mismas actividades son buenas para todos los niños, pero lo son especialmente para niños con síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento. 

 

Proporcione a su hijo bastantes avisos previos y realice una cuenta atrás (treinta minutos, veinte minutos etc.) cuando se acerque la hora de acostarse.
   – Puede ser útil experimentar con diferentes formas de despertar a su hijo o hija para facilitar la transición del sueño a la vigilia. Observe, por ejemplo, si reacciona de forma diferente al ser despertado por un una persona, un despertador o una radio. 
   – Por otro lado ha de tenerse en cuenta que para muchos niños con síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento los momentos posteriores a la vuelta del colegio constituyen otro período de difícil transición.  Realice un horario bien estructurado de los deberes escolares para que su hijo/a haga los deberes todos los días a la misma hora y en el mismo lugar. Organizar esta información en un esquema visual es también muy útil porque ayuda al menor a recordar el orden de actividades.
   – Si para su hijo/a la tarea es confusa ayúdele haciendo una lista de lo que debe hacer y con qué orden de preferencias. 
   – Procure crear un ambiente que sea el adecuado para la capacidad de concentración y el estilo de aprendizaje de su hijo/a.

A muchos niños con síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento les entusiasman algunas asignaturas. Hacer al final los deberes de estas materias preferidas sirve de refuerzo para trabajar antes las materias que menos les interesan.  

Para muchos escribir a mano es un trabajo motor fino para el que tienen dificultades. Intente ser tan creativo como flexible para vencer estas dificultades. Por ejemplo, pregunte al profesor de su hijo/a si éste puede hacer los deberes en un ordenador o exponerlos oralmente.
   – Muchos de estos menores son melindrosos para comer, lo que puede complicarse por la existencia de dietas especiales o por la sensibilidad a ciertas texturas. Muchos familiares se preocupan del pobre aporte nutritivo de la alimentación de un niño/a que es delicado para comer y los pequeños advierten en ello una oportunidad para ejercer control. Para que no ocurra algunos padres y madres encuentran útil introducir nuevos alimentos primero de un tipo y luego de otro y con un solo bocado cada vez.

Algunos niños y niñas necesitan una secuenciación incluso más lenta. Por ejemplo, puede proceder primero tolerando la presencia de un nuevo alimento en la mesa o el plato, luego oliéndolo, luego tocándolo con los dedos, luego con los labios, luego lamiéndolo, luego metiéndoselo en la boca y luego tragándolo. 
   Resulta también de ayuda mantener la regularidad en las comidas en lo referido a las horas y los días. Esto ayuda al chico o chica a saber qué esperar y a consigue introducir la comida en las rutinas diarias. Para algunos menores puede ser incluso útil elaborar un calendario de alimentos o un menú semanal para hacer predecibles las comidas.  

Cuando llegue la hora de comer sirva a su hijo la comida junto a la del resto de la familia. Si su hijo/a no acude a cenar cuando el resto de la familia está a la mesa señale claramente que puede correr el riesgo de perderse la cena esa noche. Esta práctica le obligará a ceñirse a un menú de comidas, lo que le ayudará a familiarizarse con unos hábitos de alimentación sanos. 

Puede ser de utilidad sentar frente a la pared a los niños que tienden a levantarse de la mesa. Esto hará más difícil que escapen.

   – Para la mayoría de los miembros de la familia las escapadas y las vacaciones son divertidas y excitantes. Para los niños con síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento las salidas de la familia pueden, sin embargo, significar una ruptura de rutinas, una actividad poco predecible y la necesidad de vérselas con personas o lugares desconocidos. Se trata de momentos que crean ansiedad pero pueden reducir este estrés planificando el evento con anterioridad y haciendo saber a su hijo en qué consistirá. 
   – Puede ser necesario aclimatar a su hijo o hija a una experiencia nueva de forma progresiva, proporcionándole poco a poco la información en pasos pequeños. Después de repasar la nueva experiencia con anterioridad, usando claves visuales como una historia social, puede concertar una visita corta al nuevo lugar o actividad. Con el tiempo, su hijo o hija se sentirá seguramente más cómoda con su nueva actividad, momento en el cual se puede hacer una visita más prolongada.

   – Animar a los chicos/as a colaborar en las tareas de casa es un desafío para todos los familiares. Es normal que les desagraden las tareas domésticas y que hagan lo posible para evitarlas. Para que funcionen insértelas en la rutina diaria o semanal, así ayudará a su hijo/a a saber qué hay que hacer y evitará que las tareas se conviertan en sorpresas inesperadas. Igualmente, trate de hacer rutinarios los pasos de cada tarea. Escoger las tareas apropiadas es un factor crucial para asignarlas.

Una vez que haya inculcado a su hijo/a la idea de las responsabilidades domésticas comience por una tarea simple y fácil de hacer.

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