
La dicotomía chica vs. chico. Diferencias hombre/mujer en Asperger y TEA.
La dicotomía chico vs. chica Asperger: Simone (2003) recoge testimonios en los que las mujeres de diferentes edades explican sus propias especifidades y muchas de ellas hacen hincapié en las dificultades sensitivas y en que, a pesar de la gran capacidad de concentración (o quizá a causa de ella), tienen en su mayoría dificultades de procesamiento visual.
Por ejemplo, la aglomeración de objetos o los tumultos de personas en movimiento, que se han determinado dificultosos para ambos sexos, provoca que en actividades domésticas cotidianas como hacer la compra (mayoritariamente realizadas por mujeres), la sobrecarga sensorial sea excesiva.
En el supermercado los objetos no se mueven pero ellas, en tanto compradoras, sí lo hacen, y son así arrastradas en un torbellino de imágenes parpadeantes que las aturden como si estuvieran en un carrusel.
Las mujeres con Asperger cuando están en situación de sobrecarga sensorial o emocional a veces presentan migraña o nauseas, e incluso pueden llegar a ser víctimas de colapso emocional.
Cuando tienen problemas sensoriales, sociales o emocionales, y cuando sienten gran ansiedad, a menudo manifiestan comportamientos de auto regulación (morderse la parte interna de la mejilla torciendo los labios, morderse las uñas, pasear arriba y abajo o incluso murmurar o hablar solas) que parecen ser más frecuentes entre las chicas, frente a la presencia de tics o compulsiones más frecuentes entre los chicos.
Olvidamos, a menudo, que una chica con síndrome de Asperger o autismo de alto funcionamiento tiene un amplio abanico de fortalezas y no solo dificultades, o que normalmente las mujeres con Asperger son detectadas en el espectro en la adolescencia, con depresión, ansiedad o desordenes de la alimentación frente al diagnóstico precoz que se suele producir en los chicos durante la infancia, así que se suman en una sola persona la dificultad de tener síndrome de Asperger y la de ser mujer en una sociedad patriarcal.
Los trastornos del espectro autista pueden presentarse de manera diferente en las niñas que en los niños.
Algunas áreas clave, que permiten que las niñas con TEA puedan ser identificadas, tomadas en conjunto, serían:
– Diferencias entre géneros en muchas características fácilmente observables como comportamientos no verbales y habilidades de conversación.
– Las niñas presentan diferentes tipos de intereses obsesivos que suelen ser más difíciles de identificar como atípicos.
– Los maestros expresan sustancialmente menos preocupaciones por las niñas que por los niños.
Es importante destacar que las alteraciones de conducta evidentes que pueden influir en la decisión de explorar un posible diagnóstico de TEA se manifiestan de forma muy diferente entre ambos géneros. Por ejemplo, las niñas son más capaces de utilizar gestos no verbales y participar en conversaciones recíprocas. También hay que destacar que para muchos comportamientos (por ejemplo las amistades, las habilidades de conversación, el ajuste de un comportamiento en determinadas situaciones) las niñas son más propensas a no mostrar ningún deterioro.
Dado que la presentación de estas alteraciones es más ambigua en la niñas es probable que sea difícil identificar comportamientos como signos de TEA. Por ejemplo, en comparación con los niños, las niñas con Asperger/TEA presentan menos intereses restringidos. Esto también dificulta la identificación del síndrome en niñas.
Hay numerosas razones por las cuales los intereses restringidos niñas pueden ser más difíciles de identificar como un signo de TEA, por ejemplo, que su tipo de intereses son menos intensos o interfieren menos en el funcionamiento durante el día de la chica (y de su familia).
Sabemos que los instrumentos de diagnóstico no son igualmente eficaces para niños que para niñas y son ya muchas las teorías que defienden que la prevalencia de los trastornos del espectro autista no es necesariamente mayor entre el sexo masculino sino que, en todo caso, se falla en el diagnóstico entre el sexo femenino. Según esto las mujeres están afectadas por el Asperger (y en general por el autismo) del mismo modo en que lo están sus compañeros varones y, sin embargo, tienen un desafío doble por los prejuicios añadidos que la sociedad impone al género femenino.
Generalmente el hombre que piensa racionalmente y no emocionalmente en relación a los demás se considera que tiene un comportamiento típicamente masculino. Una mujer que presente estos mismos rasgos de personalidad puede ser calificada de rara, sorprendente, fría, o dependiendo de la situación, incluso malintencionada.
Los síntomas propios del síndrome de Asperger presentan ciertas diferencias entre las chicas y los chicos y la detección de patrones asociados se hace más difícil aún, es mucho más compleja, dado que ellas presentan mayores habilidades sociales y una mejor capacidad de camuflaje social, hecho que consigue que pasen totalmente desapercibidas muy a menudo. Por ejemplo, muchas niñas que están dentro del espectro pueden presentar una buena recepción ante la sociabilidad aunque con un nivel bajo de éxito. Incluso suelen desarrollar un tipo de juego simbólico que puede parecer muy normal aunque en el fondo esconda ciertas conductas obsesivas.
Otro de los problemas que presenta la excesiva masculinización del modelo diagnóstico es que los datos que se usan están basados en varones y las sutilezas femeninas pasan totalmente desapercibidas. Por ejemplo, niñas que se encargan de forma disciplinada del cuidado de niños más pequeños pueden aparecer como niñas con un gran instinto maternal y, sin embargo, este tipo de conducta oculta otro tipo de problemas.
Todo esto sumado a un buen nivel intelectual, y a un nivel verbal generalmente avanzado para su edad, nos puede mostrar un modelo de niña muy madura cuando en realidad lo que estamos viendo es a una niña con Síndrome de Asperger. De esa forma la niña recibe el agradecimiento y protección familiar y la exime de otras relaciones sociales o de mejorar su aspecto (muchas suelen dar poca o ninguna importancia a su aspecto físico y apariencia).
Por lo general las chicas están más socializadas, adoptan un rol diferente y practican menos deportes de equipo que los chicos así que su déficit social pasaría desapercibido en muchos casos. Este hecho hace que muchas niñas y adolescentes con síndrome de Asperger pasen desapercibidas y no sean diagnosticadas. Así que, nuestros instrumentos de diagnóstico no están detectando a un número importante de niñas afectadas. De hecho, muchos de estos instrumentos han sido diseñados trabajando exclusivamente con niños y si los síntomas en niñas son, como parece, algo diferentes, los tests pueden estar fallando en niñas inteligentes que sí tendrían Asperger o un TEA.
Efecto del diagnóstico Asperger en la mujer adulta:
El autismo, con sus particulares efectos sobre la personalidad, ocasiona que uno parezca más racional y menos emocionalmente comunicativo o empático hacia los demás, así que las mujeres con autismo señalan que estas expectativas pueden tener un peso aún mayor sobre ellas precisamente porque son mujeres. Obtener el diagnóstico en la mujer de edad adulta puede suponer un mejor conocimiento de sí misma y la comprensión de sí misma, así como una mayor comprensión por parte de los miembros de la familia, amigos, colegas de trabajo y parejas.
Tener el diagnóstico permite encontrar explicaciones a experiencias y desafíos que se tuvieron en el pasado y comprender mejor el propio pensamiento e identificar las fortalezas derivadas del síndrome. La mujer con Asperger debe tener garantizado el acceso a terapias apropiadas y servicios especializados, así como a la prevención de otras condiciones como desórdenes de la personalidad, dificultades para distinguir realidad y fantasía, dificultades con el trabajo, con las autoridades y con las jerarquías.
Actualmente diversos grupos de estudio han empezado a tomar en cuenta el aspecto femenino y ya se han publicado herramientas diagnósticas específicas para chicas (en prueba todavía).
La terapeuta Cathetin Faherty se pregunta también qué hay del camino para entenderse a sí mismas de estas chicas y mujeres porque, efectivamente, algunas mujeres con Asperger hablan de los descubrimientos únicos que ellas experimentan al constituir una minoría dentro de este grupo especial de la sociedad que forman las personas con Asperger. Son una minoría dentro de una minoría, a la postre. Como resultado de sus investigaciones defiende que para conseguir comprenderse a sí mismo, cada persona con (o sin) Asperger/autismo necesita ver su propio reflejo en el mundo, «ver el lugar de uno». Por eso para la gente con autismo o síndrome de Asperger se hace imprescindible encontrase, leer, hablar y aprender de otras personas con los mismos rasgos.
Lo que sucede como resultado de este encuentro es que son capaces de ver su «reflejo» y entender mejor su propio y único estilo de pensar y ser. Pero las mujeres con Asperger, aunque se benefician enormemente de conocer a otras personas con Asperger, a menudo sienten que podrían ser las únicas mujeres (o una de las muy pocas mujeres) del grupo ya que su representación es minoritaria. Siguen sintiéndose «fuera de lugar».
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FUENTES:
– Biblioteca Brincar. Modificado de: Sex Differences in Autism Spectrum Disorder based on DSM-5 Criteria: Evidence from Clinician and Teacher Reporting, Rachel M. Hiller & Robyn L. Young & Nathan Weber. http://biblioteca.brincar.org.ar/diferencias-entre-generos-en-tea-basados-en-los-criterios-del-dsm-v/
– Baron-Cohen, S. Autismo y síndrome de Asperger. 2010, Alianza editorial.
– De la Iglesia Gutiérrez, Myriam y José-Sixto Olivar Parra, Autismo y Síndrome de Asperger. Trastornos del espectro autista de alto funcionamiento. Editorial CEPE. Madrid, 2007
– Libro Mundo Asperger y otros mundos, de Sacha Sánchez-Pardíñez; disponible en: https://amazon.es/gp/product/B017IMQFYW?%2AVersion%2A=1&%2Aentries%2A=0
– Revista Neurología, https://neurologia.com/sec/resumen.php?or=web&i=e&id=2016009. Este trabajo se propone analizar los aspectos clínicos y evolutivos, la variabilidad de expresión en las mujeres en relación con los varones, y algunas de las posibles bases neurobiológicas y genéticas que justifican la mayor prevalencia y las diferencias de expresión.
– libro «Mundo Asperger y otros mundos», de Sacha Sánchez-Pardíñez. El libro digital está disponible en: https://amazon.com/dp/B017IMQFYW
– Simone, Rudy, El Asperger en femenino. Cómo promover la independencia de mujeres diagnosticadas de síndrome de Asperger, Federació espectre autista (Asperger de Catalunya, 2013, traducción de Empowering females whith Asperger syndrome, con prólogo de Liane Holliday Willey).
– Catherine Faherty, El Síndrome de Asperger en mujeres: ¿Un conjunto de retos diferente?. Artículo original en inglés en: https://web.archive.org/web/20190801021213/http://www.autismtoday.com:80/articles/Aspergers_in_Women.htm Traducción realizada por: Ana G. Carbajal.
– Marshall, T. Soy AspienGirl: Las características, rasgos y talentos únicos de las niñas y mujeres en el Espectro Autista. 2015.