
Conductas disruptivas en la primera infancia.
«Conductas disruptivas en la primera infancia». Guía de descarga gratuita editada por la Fundación Brincar para ayudar en el trato a pequeños y pequeñas de menos de 6 años cuando presentan conductas disruptivas.
“Es clave para poder iniciar la lectura de este cuadernillo, entender que todas las personas, más allá de tener o no desarrollado su lenguaje verbal, nos comunicamos de distintas formas: a través de la palabra, con el cuerpo, con un pictograma, una imagen, una computadora, un gesto, una conducta “disruptiva”. Y cuando una conducta de este estilo comienza a desplegarse dentro de un espacio educativo, de convivencia con otros, deberemos ser cautelosos/as, analíticos/as, sin estar cada adulto/a involucrado/a repartiendo “intervenciones impulsivas”, “retos”, “suspiro de agobio”, como así tampoco, queriendo imponer una idea si el resto no está de acuerdo. Para que esto no ocurra, tenemos que entender como nos dice de forma tan magistral, Pía: que la conducta es todo lo observable. Cuando un niño realiza una conducta inadecuada nos está queriendo comunicar algo y tenemos que enseñarle nuevas formas de gestionar sus enojos, su frustración, su falta de regulación emocional.
Este cuadernillo ofrece un sinfín de posibilidades de intervención que, lejos de cerrarnos sólo en esas ideas, nos permiten ser creativos y diseñar también todos aquellos apoyos que sirvan para la regulación emocional de Mateo, de Sofía, de Justo, de Salvador, de Samanta, pero sobre todo haciendo foco primero en qué deberemos hacer nosotros mismos: estar SIEMPRE regulados, atentos a que las conductas [disruptivas] no lleguen a una crisis por no haberla sabido ´leer´ con antelación y tranquilidad.
Ser compasivos con una actitud proactiva para augurar siempre la mejor convivencia posible dentro del aula. Ahora que vamos a poder realmente comprender el porqué ocurren y se despliegan a veces este tipo de manifestaciones conductuales, nos encontramos ante una disyuntiva importante: ¿estaremos dispuestos/as a desaprender aquellas formas que, como adultos/as en contextos de aprendizaje/enseñanza utilizábamos sin ver efectos positivos en aquello que queremos modificar? Ya una frase muy conocida nos dice: “para buscar algo distinto, no hagamos siempre lo mismo”. Si no funciona, nos juntamos a pensar entre todas y todos sobre una única cosa: ¿Qué nos está queriendo comunicar Mateo y cómo vamos a intervenir? Por último, acuérdense que nuestras reacciones deben ser calmas y nuestras acciones más bien tranquilas, pensadas. A veces, sin querer, le depositamos demasiada atención a un comportamiento que no queremos que aumente. O hablamos de más, o retamos de más.
Para poder desaprender aquellas formas con las que nos educaron, o bien, con la que nos enseñaron a educar cuando estudiamos lo que estudiamos (otra época), deberemos seguir aprendiendo, conociendo otras formas de pensar los berrinches. Los niños y las niñas de hoy, contemplando la diversidad como algo rico para poder convivir, nos marcan el camino ¿deberemos seguir aprendiendo cosas nuevas todo el tiempo? Sin lugar a duda, y este libro nos propone eso. Por un lado, aprender nuevas formas de abordar y ayudar a la regulación emocional de las niñas y los niños y, por otro lado, nos ofrece ser mejor personas, permitiéndonos ser más inclusivas/os con aquello que al principio nos hace ruido”. Lic. Matías Cadaveira en la introducción de la guía.
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