
Bullying en el aula. Guía gratuita para detectarlo.
Uno de cada cuatro alumnos españoles de secundaria manifiesta haber sufrido este tipo de acoso, y por sus terribles consecuencias el bullying se ha convertido en el fenómeno que mayor preocupación suscita entre los profesionales de la educación, los alumnos y sus padres.
Un alumno/a está siendo maltratado cuando está expuesto, repetidamente y a lo largo del tiempo, a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes. El acoso escolar (o bullying) es un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de un/os niños hacia otro, que se convierte en blanco de reiterados ataques. Atenta contra la dignidad del niño y sus derechos fundamentales. Es sinónimo de hostigar y tiene determinadas características que es importante definir y delimitar.
Si quieres saber qué tipos de bullying existen, cuáles son los factores de riesgo y cómo detectarlo y prevenirlo, te recomendamos la guía “Bullying en el aula”.
Los tribunales de justicia han definido este fenómeno como cualquier forma o conjunto de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce acoso lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo su completo dominio.
En este sentido el acoso escolar son todas aquellas conductas, en general permanentes o continuadas en el tiempo, y desarrolladas por uno o más alumnos sobre otro, susceptibles de provocar en la víctima sentimientos de terror, de angustia e inferioridad idóneos para humillarle y quebrantar, en su caso, su resistencia física y moral.
El acoso escolar se puede realizar a través de diversas modalidades. La víctima puede sufrir un maltrato directo, es decir, agresiones de tipo intimidatorio que, a su vez, pueden incluir un daño físico o verbal, o bien, puede ser objeto de un maltrato indirecto, como lo es la exclusión social. De esta forma, las modalidades de acoso escolar podrían quedar englobadas en maltrato físico, maltrato verbal y exclusión social. En la primera la víctima podrá ser amenazada, recibirá golpes, le robarán o esconderán sus cosas y material y, en los supuestos más graves, podrá ser objeto de acoso sexual. Cuando las agresiones son verbales, el agresor o agresores insultarán, pondrán motes, o descalificarán a la víctima. Y cuando la modalidad es la exclusión social, a la víctima se le ignorará o no se le permitirá participar en las actividades.
En muchas ocasiones, y en los casos de mayor gravedad, lamentablemente el alumno o alumna acosado suele sufrir simultáneamente más de un tipo de maltrato, y así, además de recibir golpes o ser objeto de descalificaciones, también suele estar marginado en las actividades del grupo, especialmente en el tiempo de recreo.
El maltrato puede tomar diversas formas pero siempre provoca sufrimiento y trastornos relacionados con el estrés en la persona que lo sufre. A veces los niños y niñas que son maltratados por compañeros lo cuentan enseguida a los adultos, pero otros piensan que lo que les ocurre se debe a que son cobardes, porque no saben defenderse, tienen vergüenza y lo esconden a los propios padres.
Algunos niños y niñas no lo dicen porque no creen que lo que le está pasando sea un maltrato. Asocian el maltrato a los ataques físicos pero no a los insultos ni a las conductas de exclusión o aislamiento, que pueden tener efectos mucho más graves. Si el acoso recae sobre un chico o chica de otra etnia y los comentarios hacen referencia a su origen, tiene connotaciones racistas (bullying racista).
Si incluye burlas o gestos sobre su cuerpo o partes del cuerpo de la persona y le hacen sentir incomodidad o humillación, tiene connotaciones sexuales (bullying sexual). Si hace referencia a la supuesta orientación sexual, tiene connotaciones homófobas (bullying homófobo). Si el medio utilizado es el teléfono móvil o el ordenador (mensajes de texto, correos electrónicos, etc.) estaríamos hablando de bullying digital, que puede ser más amenazador porque ampara el anonimato del agresor, y, por tanto, lleva a la víctima a desconfiar de todos.
Esta guía te será de gran utilidad para saber cómo actuar ante situaciones de acoso pues contiene valiosa información sobre:
– Diferencias entre conflicto, violencia escolar y bullying.
– Incidencia del bullying.
– Tipos de bullying existentes: físico, psicológico, verbal, sexual, social y ciberbullying.
– Factores de riesgo y de protección .
– Las claves para detectar y prevenir el bullying.
– Procedimientos y estrategias de intervención frente a casos de acoso escolar.