Oh Snap!

img

Bullying en el aula. Guía gratuita para detectarlo.

Uno de cada cuatro alumnos españoles de secundaria manifiesta haber sufrido este tipo de acoso, y por sus terribles consecuencias el bullying se ha convertido en el fenómeno que mayor preocupación suscita entre los profesionales de la educación, los alumnos y sus padres.

Un alumno/a está siendo maltratado cuando está expuesto, repetidamente y a lo largo del tiempo, a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes. El acoso escolar (o bullying) es un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o agresión física de un/os niños hacia otro, que se convierte en blanco de reiterados ataques. Atenta contra la dignidad del niño y sus derechos fundamentales. Es sinónimo de hostigar y tiene determinadas características que es importante definir y delimitar.
Si quieres saber qué tipos de bullying existen, cuáles son los factores de riesgo y cómo detectarlo y prevenirlo, te recomendamos la guía “Bullying en el aula”.
Los tribunales de justicia han definido este fenómeno como cualquier forma o conjunto de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce acoso lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo su completo dominio.

En este sentido el acoso escolar son todas aquellas conductas, en general permanentes o continuadas en el tiempo, y desarrolladas por uno o más alumnos sobre otro, susceptibles de provocar en la víctima sentimientos de terror, de angustia e inferioridad idóneos para humillarle y quebrantar, en su caso, su resistencia física y moral.
El acoso escolar se puede realizar a través de diversas modalidades. La víctima puede sufrir un maltrato directo, es decir, agresiones de tipo intimidatorio que, a su vez, pueden incluir un daño físico o verbal, o bien, puede ser objeto de un maltrato indirecto, como lo es la exclusión social. De esta forma, las modalidades de acoso escolar podrían quedar englobadas en maltrato físico, maltrato verbal y exclusión social. En la primera la víctima podrá ser amenazada, recibirá golpes, le robarán o esconderán sus cosas y material y, en los supuestos más graves, podrá ser objeto de acoso sexual. Cuando las agresiones son verbales, el agresor o agresores insultarán, pondrán motes, o descalificarán a la víctima. Y cuando la modalidad es la exclusión social, a la víctima se le ignorará o no se le permitirá participar en las actividades.

En muchas ocasiones, y en los casos de mayor gravedad, lamentablemente el alumno o alumna acosado suele sufrir simultáneamente más de un tipo de maltrato, y así, además de recibir golpes o ser objeto de descalificaciones, también suele estar marginado en las actividades del grupo, especialmente en el tiempo de recreo.

El maltrato puede tomar diversas formas pero siempre provoca sufrimiento y trastornos relacionados con el estrés en la persona que lo sufre. A veces los niños y niñas que son maltratados por compañeros lo cuentan enseguida a los adultos, pero otros piensan que lo que les ocurre se debe a que son cobardes, porque no saben defenderse, tienen vergüenza y lo esconden a los propios padres.

Algunos niños y niñas no lo dicen porque no creen que lo que le está pasando sea un maltrato. Asocian el maltrato a los ataques físicos pero no a los insultos ni a las conductas de exclusión o aislamiento, que pueden tener efectos mucho más graves. Si el acoso recae sobre un chico o chica de otra etnia y los comentarios hacen referencia a su origen, tiene connotaciones racistas (bullying racista).

Si incluye burlas o gestos sobre su cuerpo o partes del cuerpo de la persona y le hacen sentir incomodidad o humillación, tiene connotaciones sexuales (bullying sexual). Si hace referencia a la supuesta orientación sexual, tiene connotaciones homófobas (bullying homófobo). Si el medio utilizado es el teléfono móvil o el ordenador (mensajes de texto, correos electrónicos, etc.) estaríamos hablando de bullying digital, que puede ser más amenazador porque ampara el anonimato del agresor, y, por tanto, lleva a la víctima a desconfiar de todos.

El profesor es una figura clave en la detección, prevención y, llegado el caso, en la puesta en marcha de protocolos de intervención ante situaciones de violencia escolar . El principal problema de este tipo de actos es que, por definición, tienen lugar fuera de la vista de los adultos.
Esta guía te será de gran utilidad para saber cómo actuar ante situaciones de acoso pues contiene valiosa información sobre:
– Diferencias entre conflicto, violencia escolar y bullying.
– Incidencia del bullying.
– Tipos de bullying existentes: físico, psicológico, verbal, sexual, social y ciberbullying.
– Factores de riesgo y de protección .
– Las claves para detectar y prevenir el bullying.
– Procedimientos y estrategias de intervención frente a casos de acoso escolar.
This div height required for enabling the sticky sidebar
Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views : Ad Clicks :Ad Views :