
Qué deben saber los padres de una persona con Asperger.
El síndrome de Asperger se caracteriza por una notable dificultad en la interacción social con cierto retardo motriz. Hoy en día no se conoce la verdadera causa que lo produce, presenta cierto componente genético aunque se desconoce el gen o los genes que están implicados. Lo realmente significativo del síndrome de Asperger es que estas personas no presentan alteración en su desarrollo cognitivo ni en su inteligencia pudiendo incluso cuidar de si mismos.
Sus problemas sociales residen en acciones tan elementales como no saber cambiar el volumen de su voz en diferentes escenarios de conversación, no reaccionan a los comentarios de otras personas, no entienden el sentido del humor y tienen problemas con la comunicación no verbal, con las expresiones faciales y con el contacto visual. Aún hoy en día no hay unanimidad ni criterios para diagnosticar el síndrome de Asperger, normalmente se diagnostica al identificar en el individuo un patrón básico de comportamientos no antes de los 3 años de edad. Son necesarios equipos multidisciplinares en el que intervienen neurólogos, psiquiatras, logopedas y psicólogos tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Tampoco existe un tratamiento único y específico, se utilizan programas diseñados para el aprendizaje de habilidades para controlar las emociones, en destrezas motoras, en conversación y en terapia ocupacional.
Ser padre/madre es una de tarea ardua, pero, ¿cómo aprender a serlo? La mayoría de las cosas que se aprenden normalmente se hacen observando a los demás. Por lo general esto funciona sin problemas, pero, según los especialistas, cuando se tiene un hijo con síndrome de Asperger (SA) puede ser difícil saber cómo actuar porque los niños con SA representan todo un desafío y, tal vez por eso, los progenitores tienden a entenderse entre ellos, porque sus experiencias son similares.
Consejos:
– es necesario ayudar al niño a sentirse querido y aceptado,
– poner en práctica ideas para aumentar la comprensión,
– construir la autoestima y
– reducir la ansiedad.
Y sobre todo es fundamental que reciban una educación adecuada por lo que se hace imprescindible la comunicación entre el centro escolar y la familia.
Se trata de un trastorno que plantea muchos problemas al mundo de la investigación porque al ser un espectro tiene una variabilidad enorme, no hay dos casos iguales. Esos niños tienen todo el derecho a acudir a un colegio de educación ordinaria, la cuestión está en que… en esa educación inclusiva no tienen el apoyo necesario y no se planifica bien.
Para las familias es muy duro. Seguramente es muy duro en los primeros años de vida porque desconocen la magnitud del problema, se puede generar tensión y se busca ayuda por muchos sitios. Pero una vez que conocen el problema, la vida les cambia totalmente, muchos se dedican de una forma extraordinaria a cuidar y a ayudar a estos hijos así que el gran trabajo pivota sobre las familias y tampoco reciben las ayudas que se merecen.
Fuentes:
Altlántico.net. https://web.archive.org/web/20110804084327/http://www.atlantico.net:80/noticia/140375/cipriano/jimenez/director/fundacion/menela/
– Síndrome de Asperger por Mariano Mir.
– Suite101 por Anabel Sáiz
– Aprendizaje. El sol de Margarita.