
Interacción del niño con TEA y apoyo A (no de) la familia.
Los niños diagnosticados con TEA encuentran ciertas dificultades, a lo largo de su desarrollo temprano, para interactuar con otros seres humanos y van inclinándose en la interacción con objetos inanimados. Con los objetos pueden ejercer control absoluto y eso les permite estar más tranquilos.
Las constantes dificultades que afrontan los niños con algún grado de autismo son fuente de estrés para la familia así que los padres deberían beneficiarse también de una intervención directa y sistemática, distinta de las que se ofrecen directamente al niño.
Los padres de los niños con alto funcionamiento tambien deben ser apoyados, ya que se enfrentan a diferentes retos que los padres de los niños más gravemente afectados, y los retos no son necesariamente más fáciles.
Lo más importante es encontrar aquello que funciona mejor para cada niño y para cada familia puesto que cada persona con TEA es única y reaccionará de forma diferente a los mismos estímulos. Es necesaria la observación detenida, el análisis profesional, la evaluación y tener paciencia para encontrar los elementos terapéuticos adecuados.
Así mismo, para los niños con TEA que no sean verbales es imprescindible encontrar los elementos, tecnológicos o no, que les permitan encontrar una vía de comunicación con los demás. El uso de sistemas aumentativos y alternativos de comunicación, lejos de frenar la producción y/o aparición del lenguaje oral, lo potencia, mejora y favorece porqye se reduce la presión terapéutica y familiar para que el paciente hable y el peque, al estar más relajado, tiene más posibilidades de oralizarse.
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(Fuentes: Biblioteca Brincar por un Autismo Feliz y MuNDo AsPeRGeR)