
Cuando tu hijo es el acosador.
Rv. El acoso escolar es un problema social que nos afecta a todos y que ha aumentado notablemente debido al ciberacoso.
El acoso puede generar graves daños psicológicos a las víctimas y también a los agresores. Las víctimas de acoso a veces llegan hasta el suicidio.
El acoso atenta contra la dignidad del menor y sus derechos fundamentales.
Es muy importante para acabar con este fenómeno crear espacios de igualdad en los colegios, convertir las escuelas en lugares de participación e intercambio, en lugares en los que se construyan fuertes vínculos entre los alumnos y lazos de amistad duraderos basados en el respeto y la aceptación de las diferencias.
Las relaciones sociales en el medio escolar se encuentran entre las más significativas del proceso de socialización.
Estas relaciones tempranas determinarán aspectos importantes de la personalidad y de los recursos psicológicos del individuo. Por tanto, sufrir acoso escolar puede generar importantes daños sobre el desarrollo de la autoestima y la personalidad.
Algunos de los daños generados por el acoso escolar pueden cronificarse llevando a cambios permanentes de la personalidad.
El acosador también es una persona con problemas.
Pese a que no les provoca un sufrimiento directo, como ocurre con las víctimas, algunos estudios indican que los acosadores pueden encontrarse en la antesala de las conductas delictivas y sufrir problemas psicológicos y psiquiátricos importantes.
Según la Universidad internacional de Valencia los efectos del acoso escolar en el agresor serían:
- – Falta de control.
- – Actitud violenta irritable, impulsiva e intolerante.
- – Muestras de autoridad exagerada.
- – Imposición de sus puntos de vista y consecución de sus objetivos mediante la fuerza y la amenaza.
- – Relaciones sociales y familiares problemáticas.
- – Pérdida de interés por los estudios y fracaso escolar.
Los observadores y testigos del acoso escolar.
Las consecuencias para la masa silenciosa, los chicos y chicas que mantienen una actitud condescendiente con el acoso, y pasiva ante el sufrimiento ajeno, no son tan evidentes.
Sin embargo, pueden provocar en los sujetos pasivos la sensación o convencimiento de que no se puede o que es mejor no hacer nada frente a la injusticia, dando como resultado al afianzamiento de una personalidad temerosa, donde valores como el esfuerzo, la tolerancia o el afán de superación brillen por su ausencia.
El acoso no es una situación fácil y genera gran sufrimiento a las víctimas pero aún son muchos los padres que caen en la tentación de negar el problema de acoso escolar de sus hijos o que optan por trivializar su importancia.
El acoso con origen en la familia.
El origen de la violencia de los niños acosadores podría encontrarse también en el modelo de padre agresivo o por otras causas de índole familiar como la tensión económica, la mala relación entre los progenitores, la ausencia de reglas de convivencia, etc.
Es por eso que también forma parte de la educación familiar, y de la influencia de los progenitores, la evolución social necesaria para acabar con los procesos de rechazo, acoso y discriminación.
Los niños acosadores siempre acosan por los mismos motivos: o bien para conseguir algo o bien porque sienten una envidia profunda ante alguna característica del niño acosado. Acosar es la forma que tienen para conseguir sentirse populares.
Desafortunadamente, hay niños que aprenden a una corta edad que cuanto más violento sea uno más fácil le resulta controlar, manipular y dirigir a los demás.
Descubren que cuanto más acosen y maltraten a otros más miedo tienen los demás en contradecirles y consiguen a través del acoso erigirse como líderes en sus centros educativos.
El sufrimiento de la víctima.
Mirar a otro lado ante las señales que deberían alertarnos puede derivar en graves consecuencias para la salud de nuestros hijos y la relación que tenemos con ellos.
Aquellos menores que no se sienten escuchados y creídos por sus padres en materias de acoso pueden terminar ocultando el problema, un problema que a la larga puede generar daños severos sobre la autoestima del niño, así como cuadros de somatizaciones.
El acoso escolar mina poco a poco la resistencia psicológica de las víctimas y con el tiempo puede dar lugar a síntomas depresivos, trastorno de estrés postraumático, disminución de la autoestima y otros problemas.
El daño psicológico puede afectar de manera significativa sobre el nivel de rendimiento escolar y a veces puede ser necesaria atención especializada para tratar la sintomatología producida por el acoso escolar.
Otros agentes en el acoso escolar.
Casi exclusivamente, cuando hablamos del tema nos preocupamos de atender carencias, apoyos y secuelas del acosado, dejando en un segundo plano al acosador.
Lo que parece claro es que para que un menor se sostenga como acosador sus principios morales estarán mermados y tendrá carencias que justifiquen la crueldad mantenida con sus iguales.
Un menor que se ha visto expuesto repetidamente y de forma prolongada al acoso sufrirá repercusiones negativas en su bienestar y desarrollo. Lo que muchas veces no identificamos son las consecuencias del acoso para el resto de implicados.
Los agresores y los observadores se alimentan a diario de una devastadora tolerancia hacia la violencia y de una desconexión moral que les expone también.
Erradicar el acoso requiere la implicación de todos: no sólo del entorno del acosado, si no también del acosador. Nadie puede ser cómplice silencioso. La duda es, entonces, cómo identifico si mi hijo es un acosador y qué hago al respecto.
Perfil del acosador.
En el perfil del acosador a menudo se identifica una baja autoestima de modo que, con el proceso de acoso, sentirse superior al acosado sería una manera de suplir esa sensación.
Con independencia del tipo de acoso el perfil del acosador suele ser el de una persona físicamente fuerte, impulsiva, dominante, con conductas antisociales y con una ausencia total de empatía con sus víctimas.
Los acosadores, utilizan las diferencias de los demás para hacerles sentir mal, ridiculizarles o exponerles ante el resto. Tienden a sacar defectos a sus víctimas como forma de herirles y de justificar sus actitudes de maltrato pero generalmente estas atribuciones de supuestos defectos son posteriores al inicio del acoso.
Sin embargo, “la diferencia” de la persona acosada no es el problema en ningún caso, el verdadero problema es el miedo, la envidia, la crueldad, la ira, la inseguridad y la infelicidad del acosador y cómo a través del acoso obtienen esa sensación de superioridad ante el resto.
Los acosadores siempre encontrarán motivos para meterse con cualquiera de las personas que tengan a su alrededor por tanto la causa del maltrato NUNCA está en la víctima de acoso, siempre está en el acosador.
El mantenimiento de la conducta violenta
Cualquiera puede llegar a ser víctima de acoso y cualquiera puede formar parte del grupo del acosador aunque solo sea para evitar ser víctima o ser excluido del grupo. Sin embargo, existen características personales asociadas al mantenimiento de la conducta violenta en el caso del agresor.
El perfil de los agresores se caracteriza por conductas desafiantes, actitudes negativas hacia los demás, carencia en habilidades de solución de problemas, percepción negativa de sí mismo, bajo rendimiento académico y mayor absentismo escolar; suelen provenir de familias con conflictos en la que sus figuras parentales manifiestan tener poco control sobre el hijo; el agresor suele percibir el ambiente de la escuela como negativo, presentan una mayor probabilidad de desconexión moral, dificultades para acatar normas y una marcada falta de empatía.
«Miles de niños y niñas en España viven bajo el yugo del acoso escolar, por lo que no es cosa de niños, es un problema de todos. Es un hostigamiento continuado, un acoso verbal, físico, social y emocional.» Ana Isabel Saz, psicóloga del programa televisivo «Proyecto Bullying».
El papel de la familia es imprescindible.
Los padres tienen la enorme responsabilidad, desde el ejemplo, de fijar valores de respeto y sana convivencia en los hijos.
Luego se sumarán los demás agentes, docentes, iguales, etc., que enriquecerán o enturbiarán los principios de cada cual. Deberán detectarse, por tanto, conductas específicas de acoso y violencia escolar. Y deberán sancionarse esas conductas.
Las sanciones transmiten el claro mensaje de que la violencia tiene un precio.
La reincidencia en conductas de acoso escolar debería ir seguida de la reincidencia de las sanciones, con el debido incremento de la magnitud de la misma.
Las primeras sanciones serán, por tanto, de carácter más moderado para ir creciendo en relevancia debiéndose tomar medidas importantes como avisar a padres de víctimas y agresores de los hechos ocurridos.
Además, es imprescindible proteger a la víctima y sancionar las conductas de acoso.
Negar al problema o mirar a otro lado puede tener efectos difíciles de remediar.
La medida final adoptada en los centros escolares sería la expulsión permanente del alumno agresor. Puede parecer una medida drástica pero en muchos casos será la única forma efectiva de garantizar la integridad de la víctima.
Los agresores aprenden a comportarse violentamente hasta en su vida adulta. Distintos estudios han demostrado que un número importante de los acosadores cuya conducta no ha sido sancionada ni redirigida terminan convirtiéndose en adultos violentos y criminales.
Fuentes y textos para ampliar información:
– Cinco tipos de acoso escolar: https://mundoasperger.com/5-tipos-de-acoso-escolar
– Proyecto Bullying: https://cuatro.com/proyectobullying/contenido-extra/proyecto-bullying-acoso-escolar-agresor-hijo-padres_0_2331525457.html
– Asperga, jornada organizada bajo el título «Asperger y adolescencia.» 24 de Febrero en A Coruña. En «La Opinión de A Coruña»:
https://laopinioncoruna.es/sociedad/2017/02/25/riesgos-redes-sociales-acoso-adolescentes/1156229.html
– Comunicado de Febrero de 2007 contra el acoso escolar a los niños afectados por el Síndrome de Asperger. De la Federación Asperger España.
– Mobbing Escolar, (2007) I. Piñuel y A. Oñate.
– El problema del acoso escolar: https://mundoasperger.com/el-problema-del-acoso-escolar
– De Acevedo, A. (2010). Alguien me esta molestando: el bullying. Ediciones B. Barri, F. (2006).
– S.O.S. Bullying: Prevenir el Acoso Escolar y Mejorar la Convivencia. Praxis, S.A. Norman K.J., Seiden J.A., Klickstein J.A., Han X., Hwa .LS., et al. (2015).
– Psicología y mente: https://psicologiaymente.net/psicologia/tipos-acoso-escolar-bullying por Jonathan García Allen. Cita una investigación realizada en 2014 en la la King’s College London, un estudio llevado a cabo en la Tufts University, un estudio de la Universidad Johns Hopkins, una investigación de la Universidad de Duke y un estudio de Claire Fox y Michael Boultonpublicado en la British Psychological Society.
– Consecuencias para la víctima y el agresor del bullying. Universidad Internacional de Valencia, VIU:
https://www.universidadviu.es/consecuencias-del-bullying-en-la-victima-y-el-agresor/
– Bullying, un miedo de muerte. Henar L. Senovilla:
https://asociacionrea.org/BULLYING/8_04_Documentos_Extensos/08.04.15.pdf
– Jose Antonio Luego, El acoso escolar ha adquirido mayor virulencia:
https://sociedadcivil.com/jose-antonio-luengo-el-acoso-escolar-ha-adquirido-mayor-virulencia-hoy-es-muy-alarmante-el-grado-de-violencia-por-diversion/
– Blog ‘Educación y Desarrollo Social’: https://blogluengo.blogspot.com.es/
– Entrevista a José Antonio Luengo, realizada por Agustina Sangüesa, sobre acoso escolar: https://sociedadcivil.com/jose-antonio-luengo-el-acoso-escolar-ha-adquirido-mayor-virulencia-hoy-es-muy-alarmante-el-grado-de-violencia-por-diversion/
– Consecuencias del Bullying en la víctima. universidad Internacional de Valencia, VIU:
https://www.universidadviu.es/consecuencias-del-bullying-en-la-victima-y-el-agresor/