
Concepto de trastorno.
Un trastorno puede considerarse como la descripción de una serie de síntomas, acciones o comportamientos. Suele estar asociado a desordenes relacionados con patologías mentales, aunque también se asocia a alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, considerando que existe una diferencia significativa respecto al grupo social mayoritario donde se incluye la persona, no existiendo una etiología conocida.
Trastornos de inicio en la infancia y adolescencia.
En la mayoría de los casos el desarrollo es anormal desde la primera infancia y sólo en contadas excepciones las anomalías se manifiestan por primera vez después de los cinco años de edad.
En el caso de los trastornos del espectro autista, TEA, hablamos de “trastornos” en tanto refieren un síndrome que se manifiesta patológicamente. No son enfermedades puesto que no existe un origen conocido concreto, aunque se sabe que hay cierto componente genético y que se trata de un trastorno psicobiológico, no existe tratamiento farmacológico, no hay dos casos iguales, el pronóstico es variable y el diagnóstico es válido como instrumento pero no como solución.
Estamos ante un problema de desarrollo que se sale del concepto de normalidad pero que no implica enfermedad. Las personas con trastornos del espectro del autismo pueden tener una salud inmejorable pero seguirán presentando conductas específicas e identificables con el trastorno en sí.