La alexitimia es un trastorno desadaptativo psicológico caracterizado por la incapacidad de identificar y describir verbalmente las emociones y sentimientos en uno mismo y en los demás. En 1972 el profesor de psiquiatría Peter Sifneos introduce el término alexitimia para referirse a un trastorno que imposibilita a la persona detectar sus propias emociones y por lo tanto darle un nombre a la hora de expresarlas verbalmente.
Este hecho supone una importante interferencia en la vida cotidiana del paciente, dificultándole enormemente las relaciones interpersonales, ya que las personas que le rodean difícilmente son retroalimentadas por cómo sus actos influyen al alexitímico (por ejemplo son incapaces de manifestar entusiasmo ante una buena noticia). Es por ello, que a menudo parecen personas frías y demasiado pragmáticas. Como dice Attwood ‘ahora disponemos de un término psicológico, alexitimia, para describir otra característica asociada al síndrome de Asperger; es decir, alguien que tiene una alteración en la habilidad para identificar y describir estados emocionales. La experiencia clínica y la investigación han confirmado que la alexitimia puede reconocerse en el perfil de habilidades de las personas con Asperger.’ La alexitimia significa literalmente la falta de palabras para los sentimientos y algunos de los síntomas o características de alexitimia son:
– Dificultad para identificar los diferentes tipos de sentimientos.
– Dificultad para distinguir entre los sentimientos emocionales y sentimientos corporales.
– Comprensión limitada de lo que hizo que los sentimientos.
– Dificultad para expresar afectos.
– Imaginación limitada.
– Quejas físicas.
– Falta de disfrute y búsqueda del placer.
– Postura y expresiones faciales rígidas.
La alexitimia puede estar presente en diferentes tipos de patologías, siendo especialmente frecuente en los trastornos del desarrollo neurológico como los trastornos del espectro autista. El estudio que se ofrece en esta guía de descarga gratuita parte de la hipótesis que sostiene que la dificultad para identificar y describir emociones y sentimientos y para diferenciar los sentimientos de las sensaciones corporales que los acompañan, se configuran en denominador común de la alexitimia y del síndrome de Asperger (SA). Los resultados de este estudio se clasifican en función de si la fuente de información es el propio sujeto con SA (nivel de alexitimia significativo en dos tercios de los sujetos encuestados) o si dicha fuente es un familiar (puntuación final en relación a la presencia de alexitima el doble que en la población neurotípica).
Procesos imaginativos restringidos.
Entendemos la imaginación como la capacidad para formarnos imágenes en nuestra mente a partir del recuerdo de aspectos concretos de las experiencias sensoriales. Sin embargo, una evaluación más profunda muestra que la imaginación también es capaz de crear nuevas imágenes nunca antes vistas en el mundo sensorial concreto.
Así pues, la imaginación sirve para más funciones, como la habilidad para imaginar qué son nuestras emociones, deseos, necesidades y cómo nos gustaría cumplirlos, cómo podemos imaginar los conflictos presentes y pasados, cómo podemos regular el tipo y la intensidad de nuestra expresión emocional, y cómo imaginarnos a nosotros mismos en la piel de otra persona. Esa es la base de la empatía y de la capacidad para ser efectivo en la modulación de los estados emocionales de los demás.
Estilo cognitivo orientado a aspectos externos.
Debido a las dificultades para reconocer su mundo interior de sentimientos, las personas con alexitimia tienden a orientar su existencia hacia otras áreas en las que se sienten más competentes, como el mundo físico concreto. Incluso pueden llegar a ser extraordinarios en el ‘mundo de las cosas’, de los objetos materiales, de los hechos empíricos.
A menudo el sujeto malinterpreta la expresión física de lo emocional como una expresión física de enfermedad: por ejemplo, las lágrimas en la mejilla se convierten en un defecto del lagrimal y no en tristeza; la pasión, en una válvula del corazón defectuosa; la ansiedad en el estómago, en una apendicitis… Además, los estados emocionales pueden atribuirse a influencias ambientales adversas (cambios en la presión atmosférica, tóxicos en el aire, un colchón incómodo, etc.)
Es como si hubiera una falta de relación que permita a la imaginación formarse un cuadro de la situación emocional. De ahí la importancia de la imaginación y, como dice Aristóteles, ‘la mente nunca piensa sin una imagen’.
En la mayoría de los casos, la alexitima responde a causas biológicas como los déficits neurológicos, si bien, puede ser también consecuencia de la exposición del individuo a situaciones traumáticas.
Alexitimia primaria.
La alexitimia primaria, de orden biológico, es un defecto estructural neuroanatómico o una deficiencia neurobiológica en la forma de anormalidades, debidas a factores hereditarios que interrumpen la comunicación entre el sistema límbico y la neocorteza.
En este caso, la alexitimia es una disposición personal, que acompaña al sujeto de por vida, como rasgo de personalidad fruto de una anormalidad genética, un desarrollo biológico inadecuado o una lesión cerebral. Además, la especialización de los hemisferios cerebrales también desempeña un papel importante cuando se produce una inadecuada comunicación entre el hemisferio izquierdo, que se encarga de la elaboración y expresión del lenguaje articulado, y el hemisferio derecho, que modula las emociones y proporciona al lenguaje los aspectos prosódicos de entonación, coloratura, cadencia y melodía.
Alexitimia secundaria.
La alexitimia secundaria se origina como resultado de influencias psicológicas, como condicionamiento sociocultural o defensa ante un trauma. La persona suprime las emociones dolorosas como un mecanismo de defensa contra el trauma, por ejemplo, enfermedades crónicas graves, duelo por un ser querido, etc. Posiblemente se relacione con una negación de la situación o acontecimiento traumático para protegerse de emociones demasiado dolorosas. En estos casos, la alexitimia puede desaparecer cuando desaparece la enfermedad, se elabora el duelo o la situación traumática, o puede cronificarse si no se interviene adecuadamente. ↓
Como esta distinción resulta a veces ambigua muchos autores prefieren no utilizarla. Esto se debe a que las causas psicológicas y neurológicas pueden estar interconectadas, influyéndose mutuamente. No obstante, puede ser importante establecer una distinción entre una alexitimia en la que las estructuras neurológicas vinculadas con las emociones están dañadas o destruidas y aquella en la que sólo se da una disfunción (p. ej., una inhibición de la actividad neuronal).
Alexitimia y síndrome de Asperger.
Isabel Paula-Pérez, Juan Martos-Pérez, María Llorente-Comí
Alexitimia y síndrome de Asperger.
Cada vez cobra mayor fuerza la hipótesis de que la alexitimia es uno de los constructos que mide de una manera precisa y científica las diferencias emocionales inherentes al síndrome de Asperger (SA).
Llama poderosamente la atención la yuxtaposición entre los síntomas de la alexitimia
y los del SA en cuanto a:
– Alteraciones cognitivas. Problemas de introspección, pobre capacidad imaginativa, pensamiento concreto y operatorio, y sensación de afecto plano y aburrido aun cuando pueden ser personas
inteligentes e intelectuales.
– Alteraciones de las relaciones interpersonales. Dificultades para identificar adecuadamente sus
propios sentimientos, pobre comunicación verbal de su estrés emocional a otras personas, dificultad para ver a los demás como fuente de ayuda, preferencia por estar solos y evitar a la gente o carencia de interés por las personas que le rodean, y una reducción importante de intereses
compartidos. Pueden mostrar temor en situaciones de intimidad, tratar a los demás como
si fueran objetos, falta de empatía, dificultades para descifrar el comportamiento no verbal y
problemas para comprender grupos sociales.
– Alteraciones del discurso y el lenguaje. Dificultades en el uso de metáforas, lenguaje plano, banal y basado en hechos. Casi ausencia completa de pensamientos basados en actitudes interiores, sentimientos, deseos. Relato detallado y a menudo aburrido de acontecimientos y de su actuación en ellos.
Suele haber un uso reducido del pronombre ‘yo’ y muestran una clara dificultad en la función simbólica. El contenido de la comunicación y la prosodia es pobre, y el tono de voz, monótono. Pueden aprender respuestas emocionales apropiadas, pero a menudo son demasiado
formales y pedantes.
– Alteraciones del comportamiento no verbal. Dificultades para identificar las emociones a través de los gestos faciales y de la comunicación no verbal.
Diagnóstico de Alexitimia.
El diagnóstico de la alexitimia generalmente se realiza a partir de la observación del comportamiento del sujeto en diferentes situaciones en las que el reconocimientos de sus propias emociones garantiza una afrontamiento acertado. La Escala de Toronto es el método más empleado para apoyar al observación clínica del diagnóstico de alexitimia sin que en ningún caso sustituya al proceso comentado.
Además del componente básico de la alexitimia, la incapacidad para reconocer sus propias emociones, es frecuente encontrar en este tipo de personas algunos de los siguientes comportamientos considerados también como característicos del perfil de personas alexitímicas:
– Baja capacidad de introspección y de fantasías; son personas con una vida interior muy baja.
– Tienen una mínima tendencia a la ensoñación.
– No detectan ni reconocen las emociones en los demás. Falta de empatía.
– Parecen serios y aburridos.
– Son excesivamente prácticos y racionales. Su estilo cognitivo (forma de pensar) se orienta hacia lo externo y lo concreto.
– Muestran una importante dificultad a la hora de manejar los afectos; les cuesta establecer y mantener vínculos afectivos. Este hecho hace que desarrollen relaciones sociales inadecuadas caracterizadas por la dependencia emocional o el aislamiento social.
– Problemas sexuales; ausencia de deseo o impotencia.
– Son impulsivos; reaccionan de forma desproporcional ante emociones que ellos mismos son incapaces de identificar.
– Son persona conformistas.