
¿Es el Asperger un trastorno del espectro autista o no?
Siguen siendo muy pocos los especialistas de la salud que conocen el síndrome de Asperger y lo saben diagnosticar aunque las campañas informativas que llevan a cabo las asociaciones van dando sus frutos. Gracias a esas acciones también se ha logrado que los educadores conozcan y se interesen por este trastorno y por las necesidades de las personas que lo padecen, lo cual redunda en una mejor educación de los niños/as con Asperger, un mejor entorno laboral para los adultos y mejor pronóstico de futuro para todos ellos.
El estatus nosológico del síndrome de Asperger ha generado numerosos estudios sin que hasta el momento los datos sean completamente concluyentes. Existen muchas similitudes entre Asperger y autismo altamente funcional y la cuestión de si son condiciones diferentes está aún por resolver. Sin embargo, a lo largo de los últimos años ha ido surgiendo una considerable cantidad de conocimiento relacionada con esta cuestión . Existe un folleto resumen sobre “Evaluación y Diagnóstico del síndrome de Asperger” que ha puesto en circulación la Learning Disabilities Association of America (Asociación Americana de Deficiencias del Aprendizaje), en el cual se discuten con cierto detalle una serie de cuestiones relacionadas con estos aspectos pero el campo de investigación sigue abierto y no hay datos concluyentes que determinen si el síndrome de Asperger es una categoría distinta a la del autismo o se trata de la misma entidad nosológica.
Para el trastorno de Asperger resulta difícil marcar los límites que lo separan del trastorno autístico. De hecho en algunos casos es difícil, incluso imposible, marcar el límite entre un trastorno de Asperger y un trastorno autístico de alto funcionamiento. En los criterios del DSM-IV la diferencia venía determinada por las habilidades lingüísticas, mejor desarrolladas en trastorno de Asperger que en el trastorno autístico. Sin embargo, otros autores han definido criterios para el de trastorno Asperger según los cuales la alteración del lenguaje es una condición obligada (Gillberg, por ejemplo) con lo que, al final, en el DSM-V Asperger ha quedado incluido en la categoría general de “trastornos del espectro autista” y tanto Asperger como autismo de alto funcionamiento se consideran un trastorno del espectro autista de nivel 1 (con poca necesidad de acompañamiento). Los estudios futuros serán los que acaben determinando esta cuestión.