
Controlar sentimientos o impulsos. Para los más pequeños.
Hoy voy a aprender a controlar mis ganas de besar, abrazar, coger o tocar a las personas que conozco poco y que no son mis amigas es algo muy bueno para mí, y es algo muy bueno para ellos. Controlar impulsos.
Existen muchas razones por las que debo controlar las ganas de besar, abrazar, coger o tocar a la gente que conozco poco. Poco a poco las iré conociendo todas.
Una razón muy importante por la que debo aprender a controlar las ganas de besar, abrazar, etc. a la gente que conozco poco, es que mucha gente puede sentirse mal y se puede molestar si una persona con la que habitualmente no trata de repente y sin avisar les besa o les abraza.
Si lo pienso bien, es normal que una persona a la que casi no conozco se sorprenda, se sienta incómoda y hasta se enfade conmigo porque de repente y sin avisar me lance a darle un beso o un abrazo. A mí tampoco me gustaría si fuera por la calle y de repente una persona desconocida se lanzara a darme besos y abrazos; me asustaría y hasta me enfadaría con esa persona.
Desde hoy mismo, cuando esté en presencia de una persona casi desconocida y quiera tocarla, abrazarla o besarla, lo primero que voy a hacer es acordarme de que algunas personas se pueden sentir mal si de repente y sin avisar les abrazo o les beso. Por eso, antes de acercarme a esa persona para darle un beso o un abrazo voy a pedirle permiso. Puedo decirle :”¿Te importaría que te diera un abrazo o un beso?” o puedo preguntarle “¿Te parece bien si te doy un abrazo o un beso?” o bien puedo decir “Si no te incomoda, ¿podría darte un abrazo o un beso?”
Eisten muchas frases adecuadas y con las que puedo pedir permiso a alguien para darle un beso o un abrazo. Poco a poco las iré aprendiendo todas e incluso las iré adaptando e inventando yo mismo según las necesidades que tenga. Eso está bien.
Si la persona a la que he pedido permiso, me lo da, le daré solamente un pequeño abrazo o un beso rápido en la mejilla. Con una vez que le dé un pequeño abrazo o un beso en la mejilla, es suficiente. De esta manera no voy a agobiarla y todos vamos a sentirnos contentos . Eso está bien .
Si la persona a la que he pedido permiso, no me lo da, ¡no pasa nada! , no tengo porqué enfadarme, lo que voy a hacer es respetar sus deseos para que no se sienta mal y no le voy a dar ni un beso ni un abrazo. Eso está bien .
Otra razón muy importante por la que debo aprender a controlar las ganas de besar, abrazar, coger o tocar a la gente que conozco poco, es que estas acciones son una muestra de amistad y de cariño muy personal que la gente suele reservar para sus seres más queridos. Los besos y abrazos suelen darse a las personas que queremos y nos quieren como nuestros padres, nuestros familiares más cercanos o nuestros amigos más apreciados. Eso está bien.
Desde hoy mismo, cuando esté con una persona casi desconocida, antes de lanzarme a darles un beso o un abrazo, voy a pensar que estas acciones suelen reservarse para los seres más queridos y que esta persona puede sorprenderse o asustarse si me acerco de repente y sin avisar a darle un abrazo. Por eso, antes de acercarme a esa persona, voy a pedirle permiso para darle un beso o un abrazo.
Puedo decirle :”Ya sé que no nos conocemos mucho, pero ¿Te importaría que te diera un abrazo o un beso?” o puedo preguntarle “¿Te enfadarías si te diera un beso o un abrazo?”
Existen muchas frases adecuadas con las que puedo pedir permiso a alguien para darle un beso o un abrazo. Poco a poco las iré aprendiendo todas e incluso las iré adaptando e inventando yo mismo según las necesidades que tenga. Eso está bien .
Si la persona a la que he pedido permiso, me lo da, le daré solamente un pequeño abrazo o un beso rápido en la mejilla. Con una vez que le dé un pequeño abrazo o un beso en la mejilla, es suficiente. De esta manera no voy a agobiarla y todos vamos a sentirnos contentos . Eso está bien .
Si la persona a la que he pedido permiso, no me lo da, ¡no pasa nada! , no tengo porqué enfadarme, lo que voy a hacer es respetar sus deseos para que no se sienta mal y no le voy a dar ni un beso ni un abrazo. Eso está bien .
Hoy he aprendido a controlar las ganas de besar, abrazar, coger o tocar a la gente que conozco poco. Eso está bien .
Para recordar bien porqué debo hacerlo puedo leerme de vez en cuando la siguiente lista y repetirme las siguientes palabras: “Tengo aprender a controlar las ganas de besar, abrazar, coger o tocar a la gente que conozco poco porque ….
– La gente se puede asustar, sentir mal o incluso enfadarse.
– Los besos y abrazos solemos reservarlos para nuestros seres más queridos.
– Si lo hago sin pedir permiso pueden rechazarme y enfadarse conmigo.