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Trastornos del comportamiento social en la infancia.

Rv. Escalante y Martos (1) ya señalaron en el año 2000 que los menores con síndrome de Asperger (TEA1) empiezan a hablar con un lenguaje orientado hacia la comunicación, pero deficitario, puesto que no es un lenguaje recíproco.

Esto provoca alteraciones en las habilidades sociales y rasgos de personalidad y de conducta muy especiales que pueden derivar en trastornos de la relación social y, a veces, en trastornos de la comunicación.

El rasgo más típico del autismo es la falta de reciprocidad en la relación social.

La disociación del mundo social que experimenta la persona con trastornos del espectro autista, TEA, hace que su conducta sea distinta, no comparta los intereses de la mayoría, sus acciones no parezcan tener un objetivo, etc. Tienen rasgos en común con personas diagnosticadas con trastorno de la comunicación social o con trastorno del desarrollo del lenguaje pero son espectros diferentes.

Trastorno del comportamiento social. TCS.

En la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) se recogían los trastornos del comportamiento social de comienzo habitual en la infancia y adolescencia bajo el epígrafe F94.

Se trataba de un grupo heterogéneo de alteraciones que tenían en común la presencia de anomalías del comportamiento social, de inicio durante el período de desarrollo, pero que no se caracterizaban primariamente por una incapacidad o déficit del comportamiento social aparentemente constitucionales, ni estaban generalizados a todas las áreas del comportamiento.

En muchos casos de TCS solían añadirse distorsiones o privaciones ambientales graves que jugaban, a menudo, un papel crucial en la etiología.

Cambios de nomenclatura o clasificación.

Algunos de los anteriormente llamados TCS se consideran en el actual CIE-11 como trastorno del desarrollo del lenguaje.

Otros habrían cambiado a la categoría de trastorno del neurodesarrollo (trastorno del espectro autista).

Por TCS se entiende ahora el trastorno de la comunicación social y es una entidad distinta a la del espectro autista.

En fin, que con las actualizaciones de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) algunos trastornos ya no se recogen, otros han cambiado de nombre y otros están ahora en un epígrafe diferente.

El mutismo selectivo.

Sería el trastorno caracterizado por una notable selectividad de origen emocional en el modo de hablar, de tal forma que el hablante demuestra su capacidad lingüística en algunas circunstancias, pero deja de hablar en otras circunstancias definidas y previsibles.

Lo más frecuente es que el trastorno se manifieste en la primera infancia, se da en ambos sexos y suele acompañarse de rasgos marcados de ansiedad social, retraimiento, hipersensibilidad o negativismo.

Es típico que la persona hable en casa o con sus amigos íntimos pero permanezca mudo en la escuela o ante extraños.

Una minoría significativa de personas con mutismo selectivo tiene antecedentes de otro retraso del lenguaje o presenta problemas de articulación. 

El diagnóstico requiere que el trastorno del lenguaje sea persistente y que haya constancia y posibilidad de predecir las situaciones en las que la expresión oral tiene lugar o no.

Así pues, quienes padecen este trastorno tienen capacidad para hablar normalmente pero en determinadas situaciones, especialmente en el colegio o con desconocidos, no utilizan prácticamente ningún lenguaje.

Muchos aspectos del mutismo selectivo son similares a los hallados en los autistas de funcionamiento elevado y síndrome de Asperger (TEA 1), por ello se ha propuesto que posiblemente exista una relación entre estos trastornos.

El trastorno de vinculación de la infancia reactivo.

Se presenta en la edad de la lactancia y en la primera infancia, se caracteriza por anomalías persistentes en las formas de relación social del menor, acompañadas de alteraciones emocionales que son reactivas a cambios en las circunstancias ambientales.

Es típica la presencia de temor y preocupación inconsolables y también una relación social empobrecida.

Son frecuentes las autoagresiones, la tristeza y en algunos casos un retraso del crecimiento.

Se presenta probablemente como consecuencia directa de una carencia parental, abusos o malos tratos graves.

Trastorno de vinculación de la infancia desinhibido.

Por otro lado está el trastorno de vinculación de la infancia desinhibido, una forma de comportamiento social anormal que hace su aparición durante los primeros cinco años de vida.

Una vez consolidada presenta una tendencia a persistir a pesar de cambios significativos en las circunstancias ambientales.

Alrededor de los dos años se manifiesta por una conducta pegajosa y un comportamiento persistente y disperso de vinculación no selectiva.

A los cuatro años las vinculaciones difusas permanecen pero las conductas pegajosas tienden a ser sustituidas por una búsqueda de atención y un comportamiento cariñoso indiscriminado.

En el período medio y tardío de la infancia los menores pueden haber desarrollado vínculos selectivos pero el comportamiento de búsqueda de afecto suele persistir.

Dependiendo de las circunstancias pueden presentarse además alteraciones emocionales y del comportamiento.

Suele aceptarse que se debe en parte a una falta de ocasiones para desarrollar vínculos selectivos, a la aparición precoz de una vinculación difusa, a relaciones sociales empobrecidas persistentes, etc.

Otros trastornos del comportamiento social en la infancia y adolescencia

El CIE10 incluía, entre los trastornos de la relación social, otros trastornos del comportamiento social en la infancia y adolescencia, así, de forma poco definida.

Esta categoría incluía, por un lado, trastornos del comportamiento social con retraimiento y timidez debidos a deficiencias en la sociabilidad. Por otro lado el trastorno del comportamiento social en la infancia y adolescencia sin especificación.

Sin que estos trastornos del comportamiento social se consideren comórbidos o co-ocurrentes con la mayoría de los del espectro autista lo cierto es que, al final, resulta que la característica más repetida de los TEA de nivel 1 es su déficit de comprensión social o las dificultades para relacionarse con sus iguales.

Problema de comunicación del TEA.

Las dificultades en el área del lenguaje de los trastornos del espectro autista podrían tener su origen en la limitada participación en las interacciones recíprocas, en las que se requiere compartir atención, actitudes y emociones, pero también podría interpretarse que la participación en las interacciones recíprocas se ve condicionada por las peculiaridades lingüísticas pragmáticas de las personas con TEA. Por tanto no hay consenso sobre qué es causa y qué es efecto.

Respecto a las habilidades lingüísticas debe destacarse que las dificultades que se presentan en el SA difieren de las que aparecen en otros TEA y, por lo general, las personas con lo que se conocía como «autismo de Kanner» presentan retraso en el lenguaje mientras los que tienen síndrome de Asperger no. 

Estos otros tienen un vocabulario sorprendentemente elaborado, o culto, y se asume que tienen un lenguaje normal aunque con rasgos específicos, fácilmente detectables, como ese uso de un lenguaje excesivamente formal.

«Estas especificidades del lenguaje Asperger se hacen patentes durante la evaluación psicolingüística en la que debe atenderse también al contexto comunicativo o a la comunidad lingüística a la que pertenece el sujeto». Natalia Calderón Astorga. Consultorio Especializado en Lenguaje y Aprendizaje. C.E.L.A. Especialista en Dificultades del Aprendizaje y terapeuta de lenguaje. (2) Licenciada en Educación Especial.


(1) Escalante, C., Marcos, E. (2000) “Síndrome de Asperger, programa de
intervención para la educación sexual del adolescente”. México UDLA.

(2) Natalia Calderón, «Batería de Medición de las Alteraciones del Lenguaje para niños y niñas costarricenses de 4 a menos de 10 años de edad» (BAL). 2004. Universidad Católica de Costa Rica.

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Este texto es un extracto del libro Mundo Asperger y otros mundos, de Sacha Sánchez-Pardíñez. El libro digital está disponible en: https://www.amazon.es/Mundo-Asperger-y-otros-mundos-ebook/dp/B07H2WW5N2

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