
Responsabilidad genética del síndrome de Asperger.
Los problemas familiares a menudo se agravan debido a la falsa pista de la «responsabilidad genética». De hecho surge a menudo la discusión en torno a ¿de quien son los genes malignos que han provocado un trastorno neurológico al niño? Os sorprenderíais ante la cantidad de veces que este asunto, del que apenas se habla, subyace bajo las discusiones que aparentemente tratan sobre los métodos disciplinarios o la forma de educar a los niños.
«El componente genético juega un papel fundamental en la aparición del TEA y genera una importante incertidumbre en las familias que tienen un hijo con TEA en relación con su planificación familiar.» Aetapi. Los padres y los parientes deberían saber que los trastornos del espectro autista (TEA) no son raros ni se encuentran exclusivamente por familias. No podía predecir que su hijo tendría este diagnóstico, incluso tras haberle preguntado a los parientes más remotos de su árbol genealógico antes de procrear.
En la pareja podría ser útil que os recordarais el uno al otro las cosas buenas que habéis aportado con vuestra herencia genética. Los mismos genes que provocaron el TEA también han podido dar lugar a muchas características maravillosas que afortunadamente vuestro hijo o hija también debe tener. Haga un acuerdo con su pareja para que cuando sus padres (los abuelos) o cualquier otro miembro de la familia empiece una conversación acerca de la responsabilidad genética cambien de tema inmediatamente y no olvide que hay aspectos de los padres que realmente tienen que ver con la herencia genética.
Los TEA son, al menos en parte, trastornos hereditarios. No es raro que uno o ambos padres tengan dificultades neurológicas y esto puede hacer más difícil el hecho de criar unos niños con un trastorno del neurodesarrollo. Sin embargo debe desterrar el concepto de Bettelheim sobre las madres frías y distantes ya que se trata de un mito que además tiene consecuencias brutales para el entorno de la persona con Asperger o autismo.
Algunos profesionales han dicho que las madres de niños autistas descritas por Bruno Bettelheim como «frías y distantes» pueden estar sufriendo una mayor incidencia de depresión y otros desórdenes del estado de ánimo, así como una mayor incidencia de problemas de salud en general, quizás relacionados con una disfunción del sistema inmunológico. Recuerde que algunos de estos problemas pueden tener una base genética también, aunque otros puedan derivarse de la situación tan difícil en la que se encuentran.
«El número de genes ligados al autismo no ha parado de crecer en la última década. Aunque hay cientos que presentan variantes más
frecuentes en las personas que son diagnosticadas con un trastorno del espectro
del autismo (TEA) que en la población general, hay sesenta genes que tienen una vinculación más clara y podrían ayudar a construir el perfil genético del autismo o, muy probablemente, los perfiles genéticos de los autismos.» José
Ramón Alonso, neurobiólogo, catedrático de la Universidad de Salamanca, en https://jralonso.es/2017/09/04/mutaciones-postcigoticas-y-autismo.
Lo mejor es ser abierto acerca de estos problemas con el médico, terapeuta, psicólogo, etc. El cuidado médico y una buena orientación para sus propios problemas neuropsiquiátricos pueden ayudales a sentirse mejor y, sólo eso, ya le convertirá en un mejor padre o madre. Estará más disponible para su hijo, será más paciente y se estresará con menos facilidad.
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Fuente: Original en inglés:
Traducción realizada por: Alejandra Esquivas y adaptada por el equipo de MuNDo AsPeRGeR para esta publicación. El siguiente extracto ha sido tomado del capítulo 10 del libro «Pervasive Developmental Disorders: Finding a Diagnosis and Getting Help» de Mitzi Waltz, copyright 1999 por O´Reilly y asociados. El fin de la información de este artículo es educativo y no se debería usar como una alternativa para el cuidado médico profesional.