
Mentir en el espectro autista.
A veces pienso en el tema de la mentira y creo que, las personas en el espectro autista, aunque de entrada no mentimos, no sabemos o no queremos, con el tiempo aprendemos a detectar que nos están mintiendo y, con ese aprendizaje, conseguimos también mentir, u ocultar, mucho mejor que los neurotípicos (NT).
En el espectro las personas no entienden la mentira, no la usan o no la aceptan porque no les interesa mentir, no alcanzan a ver la finalidad o la razón por la que la gente miente, pero con el tiempo descifran patrones a través de los que deducen que les están mintiendo.
Es decir, a la larga se dan cuenta de que una persona cuando miente se frota las manos u otra persona hace una mueca con la boca. Entonces, aunque no hayan visto la mentira misma sí se ha dado cuenta de que su interlocutor no está diciendo la verdad. Es un gran aprendizaje.
A la frase «las personas en el espectro autista no saben mentir» hay que añadirle la coletilla «hasta que aprenden y, entonces, lo hacen muy bien».
Es triste que en este mundo una persona pueda defenderse mejor si sabe mentir o disimular que si no sabe, pero es así.
Afortunadamente, aunque nos lleva más tiempo que a los neurotípicos aprendemos.
Esto nos permite vivir con menos desventaja respecto a los neurotípicos de la que tenemos cuando aún no entendemos la mentira ni hemos descifrado los patrones de los mentirosos.