
Marcelo en el mundo real. Novela.
Libro: Marcelo en el mundo real. De Francisco X. Stork. Ed. Grijalbo. Novela con protagonista Asperger publicada en España por la editorial Grijalbo.
Joven de 17 años con síndrome de Asperger
se pone a trabajar en un bufet de abogados
venciendo las dificualtades que se va encontrando en el camino.
La vida no resulta fácil cuando se tienen 17 años, pero lo es menos cuando, además de los problemas típicos de cualquier joven, se tiene una condición tan poco conocida como el síndrome de Asperger, que impide a quienes lo sufren reconocer en los otros cualquier tipo de gesto o emoción.
Para las personas con Asperger, distinguir el sarcasmo de la realidad es una ardua tarea y tampoco se les da bien relacionarse con los otros, dado que son incapaces de comprender sus emociones. Se sienten atraídos por todo aquello que conlleva orden y desconcertados ante lo caótico.
Cuando este joven que ha vivido siempre en un ambiente de sobreprotección, decide empezar a trabajar en el bufete de su padre durante el verano, se abren para él todo un mundo de sensaciones desconocidas. Como dice el título de la obra, Marcelo ha llegado al mundo real y, con él, llegamos al mundo real todos los lectores.
Página a página redescubrimos la realidad desde un punto de vista distinto a aquel que estamos acostumbrados. Volvemos a mirarlo todo con los ojos de un niño, que no entiende de ironías, de hipocresías, ni de ambiciones y , junto a Marcelo vamos cayendo en la cuenta de que, en el día a día, no siempre actuamos del modo más lógico o coherente y, por supuesto, no de la forma más sincera y desinteresada.
Conforme avanza la trama, el lector comprende que pese a ser el que menos posibilidades tenía de hacerse un hueco en el bufete, pese a ser considerado por todos como la última persona al que había que dirigirse, Marcelo será el único en comprender que, a veces, la prosperidad y la riqueza, esconden grandes injusticias.
Por eso se verá obligado a decidir si desvelar un secreto que haría que el bufete de su padre perdiese uno de sus casos o, por el contrario, traicionarse a sí mismo y callar, convirtiéndose de ese modo en cómplice de aquello que desaprueba.