
Derecho al «rarerismo».

Afortunadamente asistimos a una evolución social muy favorable para las personas con síndrome de Asperger ya que, hoy por hoy, no está tan mal visto ni es motivo de rechazo ser raro o diferente a los demás.
Nuestra generación es la generación perdida, la que no tuvo diagnóstico, ni terapia, ni intervención, ni ayuda… Éramos, sencillamente, raritos. Ahora nos encontramos con adultos y adultas, personas con cierta edad, incluso ancianos y ancianas, que son diagnosticados con síndrome de Asperger y tienen que acostumbrarse a cambiar su autoconcepto y pasar del «soy raro» al «tengo Asperger». Lo crean o no esto es un conflicto para muchos ya que toda nuestra vida se ha desarrollado en torno al concepto de rareza y que ahora «lo nuestro» tenga un nombre nos deja algo desconcertados.
En cualquier caso en MuNDo AsPeRGeR reivindicamos el derecho al «rarerismo» como opción personal a sabiendas que todos somos diferentes y nadie, absolutamente nadie, se libra de tener un gusto, comportamiento o idea considerado por los demás una rareza. ¿Y qué? La diversidad enriquece a la humanidad, no somos una especie homogénea, cada uno es único y particular y si mi particularidad a los demás les parece una rareza… Bienvenida sea.